Los hombres lobos en la actualidad no pasaban de ser pura, fuera de contexto y muy cruda, ciencia ficción.
Hombres lobos, criaturas nocturnas que desde hace demasiados años viven entre las sombras, escondiendo su naturaleza, belleza y rareza de los ojos humanos. Lamentablemente era una vida de constantes huidas, en ninguna parte del mundo eran bien recibidos estos seres.
Era muy solitario a decir verdad.
Hasta que por fin y encontrando un aliento de esperanza esa raza que antes había sido perseguida, atada y asesinada, lograron establecerse como humanos ordinarios. Todo parecía ir yendo en popa pero a cuesta de un gran sacrificio, estaban obligados a ocultar su verdadera naturaleza. Esa parte sobrenatural que les brindaron. Y dolía, vaya que lo hacía.
Era una vida que no les gustaba vivir, pero era tolerable porque los mantenía con vida.
Y yo, Noah Alexander White formaba parte de ellos.
Habían muchos, de hecho, demasiado rumores sobre nosotros. Uno de ellos que trascendia a través del tiempo y era que éramos hombres malditos por la Luna pero este rumor vaya que estaba muy lejos de la realidad. No importaba cuánto tiempo pasará, podían pasar años, décadas e incluso siglos pero los rumores no cesaban, en vez de hacerlo cada día tomaban más fuerzas, especialmente desde hace aproximadamente Cuatrocientos años atrás.
También uno de lo más comentados entre los humanos era nuestra "inmortalidad" ciertamente podíamos vivir mucho más años que un humano normal pero eso no quitaba el hecho que podíamos morir de viejos, jóvenes o en alguna extraña circunstancias.
En esta vida de apariencias si alguien de mi especie preguntará por mi edad fácilmente podría responderle que doscientos cincuenta años ¿No? ¿Pero que pasaría si le dijera eso a un humano?
Me tacharían de loco sin dudarlo; y mucho más con mi aspecto.
Pasar doscientos cincuenta años sin ningún tipo de compañía sería muy solitario a decir verdad, por ende la Diosa Luna siendo aún más bondadosa nos otorgó, al igual que los humanos, un alma gemela.
Pero en términos más lobunos y románticos; Mate.
A nosotros nos resultaba mucho más fácil identificar a nuestra alma gemela cuando la tenemos en un radio de Diez kilómetros a la redonda por medio del olor que desprendían. Cada persona tiene un olor característico que lo diferencia de las demás y que solo su pareja destinada es capaz de percibir gracias a que tenemos el olfato mucho más desarrollado. Por lo tanto no perdemos el tiempo dando vueltas y vueltas, queriendo y entregando nuestros corazones a personas que pueden considerarse falsos Amores verdaderos.
Encontrar a nuestro Mate marca un antes y un después muy significativo en la vida de un lobo. Ya que esa es la parte emocional, racional, comprensiva y mucho más humanizada de un hombre lobo y mucho más si se trata de un gobernante nato como los son, como lo somos los de la raza más dominante, los que nos encontramos en la cima de todos los rangos regidos por la Luna.
Los Alphas.
¿Pero de que sirve vivir una larga vida y no poder encontrar a tu media luna? De nada. Era un maldito asco vivir así. Vivir con la constante agonía de si algún día tendría la oportunidad de hallar la. Llevó la mitad de toda mi vida buscándola, seguro mucho más que eso pero aún no he podido encontrarla.
Si un lobo dura más de trescientos años sin su complemento, puede llegar a perder la razón o perder por completo su media humanidad y en el peor de los casos, el desconocimiento como un ser creado por la Luna. llevando sobre su pecho el símbolo que nadie querría llevar y ese es el símbolo de la vergüenza, otorgado directamente por la Diosa Luna.
Por eso para algunos aún era tan importante encontrar a su compañero.
Pero al pasar los años para muchos eso del símbolo pasó a ser nada más que un simple mito pero para aquellos que temían de la Diosa y no sabían si creer o no, lo veían más como una obligación que una oportunidad de encontrar a esa persona con quién pasar las Frías noches de invierno.
Emparejarte con un Mate no todas las veces es tan sencillo, a pesar de tener una conexión muy profunda desde mucho antes de siquiera nacer y muy al pesar de tener almas conectadas, también podemos ser rechazados.
Pero esto tendría un efecto demasiado drástico en nuestros lobos, en el cuerpo, mente y alma. Si somos rechazados poco a poco vamos perdiendo toda clase de humanidad, salud mental y emocional, llegando a parecer zombies andantes.
Hay pocos casos, escasos casos donde logran sobrevivir, no tiene ninguna clase de daño, y esto se debe a que la Diosa Luna les tiene deparado algo magnífico para el futuro. Pero esos casos especiales aún no se han presentado.
Pero una vez logras entablar una relación con tu predestinado puedes llegar hasta a sentir las mismas emociones que él pero esto solo sucederá cuando lleven sus marcas en sus cuellos, precísame donde están las glándulas de feromonas y con eso los otros hombres lobos sabrán que ya están emparejados.
— Noah, tenemos que hablar — y ahí esta él, de nuevo, mi padre Bruno White, repitiendo la misma oración cada vez que quería hablar del mismo tema.
— ¿Qué? La abuela nunca te enseño a tocar, Bruno — ya no lo soporto más, Diez años, Diez malditos años insistiendo con lo mismo. De que me case con alguien que no quiero, que no amo.... Que no es mi destino.
— Noah, sabes que quiero lo mejor para ti y para tu hermana. Son la luz de mis ojos y quiero verlos felices ¿Que más quisiera yo, tu padre, que apareciera ya mi nuera? — me mira directamente a los ojos — Pero si te presionó es por que en serio la manada necesita una Luna, entiende hijo — dicho todo esto me toma de los hombros y me acerca a su pecho para abrazarme, se me salen las lágrimas por todo lo que me a dicho, solo él, mi hermana y madre saben lo sensible que me pongo con el tema de mi mate.