Mi Pequeño Angel

Capítulo 7

Cuando las dos primeras clases habían terminado camine hacia la cafetería como de costumbre, me apresure a caminar a la mesa cuando vi a una chica sentada junto a mi novio, él miraba hacia el frente incómodo, la morena con los labios rojos y un peligroso escote.

Tosí. Enseguida Aaron levantó la mirada sonriendo con alivio.

–Mmmm... ¿Qué estás haciendo aquí? –le pregunte a la chica.

Ella levantó la mirada y sonrió, cruzo sus piernas y la pequeña falda de porrista se movió.

–Estaba hablando con Aaron sobre la fiesta de este viernes.

–Parece que le estas coqueteando –dije apuntando a sus piernas con mi barbilla.

Ella sonrió, claro que lo estaba haciendo. De reojo mire a los chicos y a Clara mirarnos con atención, pero ellos estaban divertidos con todo este asunto.

– ¿Yo? Claro que no –se encogió de hombros.

–Si buscas a alguien para devorar, ellos están solteros –apunte a los chicos con mi dedo –a excepción de James, él no –dije.

Él frunció el ceño y me miro confundido.

–Como sea –se puso de pie –yo solo vine para pedir información sobre la fiesta.

–Bueno, a la próxima procura no traer una falda tan corta y no usar sostenes que te aprieten tanto, suelen lastimar el busto –le dije como consejo.

Todos se rieron y Aaron se mordió el labio tratando de no echarse a reír.

–Así que adiós –le dije mientras me despedía con la mano, ella me fulminó con la mirada y se fue caminando, tome un clínex de mi mochila y limpie el asiento en donde estaba aquella chica morena, no vaya a ser que me contagie cualquier enfermedad.

–Eso fue estupendo –dijo Clara entre risas.

–Toda una fiera con educación –dijo Scott.

Bese a Aaron en la mejilla y él me abrazo por el cuello.

–Gracias por salvarme, no sabía cómo decirle que se fuera.

–De nada –le guiñe el ojo.

Y era cierto que Aaron le incomodaban cuando coqueteaban con él ahora que tenía novia, él era muy caballeroso así que odiaba tener que ser cortante y distante.

– ¿Supieron que no hubo incendio ayer? –Liam preguntó.

– ¿Qué?

– ¿Como que no hubo incendio? –preguntó Aaron.

–Al parecer alguien activo la alarma por diversión.

Parpadeo completamente sorprendida ¿no hubo incendio? Entonces... ¿Quién haría eso? Y como si fuera por arte de magia recordé lo que estábamos haciendo Clara y yo antes de que la alarma sonara, iba hacerme daño, a propósito pero iba a hacerme daño, no será que lo que me perseguía en casa también me perseguía al colegio ¿o sí?

–Tierra llamando a Maddy –dijo Clara pasando una mano frente a mí.

–Perdón... ¿Qué decías?

– ¿Porque estas tan distraída estos días? Primero traes lentes oscuros, luego me pides que te pellizque no sé por qué razón y ahora no escuchas.

Me reí sin humor.

–No he dormido bien estos días, lo siento... yo tengo que irme –me puse de pie con mi mochila en mi hombro. –tengo que estudiar y... em te esperó en la salida –le dije a Clara.

Y antes de que alguien me detuviera salí de la cafetería.

¿Sera que lo que me este persiguiendo en casa también lo haga aquí? ¿Y si me está viendo justo ahora? Un escalofrío me recorrió el cuerpo de solo pensarlo y entonces decidí comprobarlo, entre al baño de mujeres y para mi suerte no había nadie así que puse la mochila sobre el lavamanos y busque una pluma, cuando la encontré la saque y tome un cuaderno, comencé a escribir mi nombre, normalmente cuando eso me perseguía en casa y sabía que iba a hacerme daño, con cualquier cosa era arrancado de mi al instante así que cuando acabe de poner mi nombre rápidamente puse mi mano sobre el cuaderno y puse la pluma arriba de esta con fuerza y centímetros antes de que la tocara, sentí que detenían mi mano y mis ojos se abrieron tanto que pensé que se saldría de las órbitas, mi mano seguía sujeta por una fuerza que no sabía de dónde provenía así que solté la pluma y lo último que supe es que termine en el suelo.

Escuche gritos a mi alrededor, luego ser tomada por unos brazos, no podía abrir los ojos, acerque mi cara al pecho de quien me cargaba, pero me sorprendí al oler el perfume de Aaron y llore.

–Vas a estar bien Mad –susurró cerca de mí para luego besarme la cabeza.

– ¡Abran paso! –gritó una voz conocida de hombre. Liam.

Cuando abrí los ojos supe que estaba en la enfermería, Aaron se apresuro a levantarse cuando me vio, me envolvió en un abrazo y beso mis labios una y otra vez.

–No vuelvas a asustarme de esa manera jamás –me beso de nuevo. –nunca.

– ¿Que hago aquí? –pregunte realmente confundida.

–Te desmayaste en el baño de mujeres –beso mi frente. –unas chicas entraron y gritaron al verte, yo sabía que algo estaba mal contigo porque te fuiste de repente así que te seguí y cuando llegue al baño...yo...te encuentro en el suelo y solo pude traerte aquí –volvió a abrazarme.

Parpadeo y observo la puerta blanca frente a mí, me había desmayado cuando no pude hacerme daño porque sostuvieron mi mano, un escalofrío me recorrió la columna y mire alrededor, quizá me estaba viendo ahora.

– ¡Maddy! –Entró Clara y me abrazo –Me asustaste amor ¿Qué te sucedió? ¿Te sentías mal?

–Un poco, me dolía la cabeza –dije mirando sus ojos café claro. –Quiero irme.

–Te pediré la salida, espera aquí –dijo Aaron y me beso la mano antes de irse.

– ¿Vas a decirme que ocurre? –preguntó molesta de repente.

–Nada –dije.

–Maddy, estas demasiado distraída, no duermes no sé si comes o no, voy a quedarme en tu casa hasta que tus padres regresen.

Oh no...Había olvidado a papá y a mamá.

–Dime que no los llamaron –susurré

–No lo sé, la enfermera nunca quiere decir nada a menos que sean familiares.

Nunca acostumbraba a decir malas palabras pero...mierda. Estaría en un problema si ellos supieran que estuve en enfermería, regresarían de su viaje y les abre arruinado su aniversario.

–No, yo...ya tengo que irme –me levante de la camilla.




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