—Vaya, vaya, buenas noches tórtolos —La voz de aquella chica resonó en mi cabeza haciéndome levantarme de un saltito. Automáticamente pensé en cubrirme, pero gracias a Dios me había tomado la molestia de cubrirme con una camisa de Víctor antes de que nos tiraramos en el sillón a "ver películas". Cosa que se basó en quedarnos dormidos luego de cinco minutos
—Hey..—Saludé sonriendo algo avergonzada y levantándome para tomar a Oliver en mis brazos, puesto que ella lo cargaba mientras dormía plácidamente —Se portó bien?—Cuestioné acariciando su cabello
—Así es, sólo hay que saber como cansarlos y ya está —Se encogió de hombros —Ya veo que su velada estuvo bastante agitada—Comentó mirando sobre mi hombro como Víctor aún seguía profundamente dormido en el sofá. Retuve una pequeña risa y me encogí de hombros
—Podría decirse que sí —Bromeé pasando una mano por mi cabello. De seguro estaba destrozada, y esa mujer con botas de tacón y después de haber cuidado a un pequeño enérgico por todo un día en un parque de diversiones, seguía viéndose reluciente—Yo, eh... Quiero agradecerte por cuidar a Oliver hoy y darnos este día sólos, significa mucho para mí —Dije con sinceridad y una pequeña sonrisa
—Ay, no te preocupes. Fue un día diferente y me divertí—Habló restándole importancia—Además, así refuerzo lazos con mi cuñada, no?—Golpeó mi hombro con complicidad, me sonroje un poco
—S-Sí, claro!—Respondí intentando no titubear, sonreí nerviosa, ella me miró con curiosidad
—Aceptas tomar un trago conmigo?—Ofreció mientras caminaba a la cocina y sacava de un cajón dos copas y de la un estante una botella de alcohol. Le miré no muy convencida, ella sirvió en ambas copas—Ay, vamos, al menos sólo unos tragos—Insistió
Bueno, no quería ser descortés, además de que no tenía excusa alguna como para negarme...
—Está bien, sólo una ronda—Acepté y luego me acerqué al sofá para dejar a Oliver sobre el pecho de Víctor. Ambos se acoplaron al instante, Oliver se estiró como una estrellita de mar y Víctor llevó una mano a su espalda en automático
Sonreí con notable ternura y me acerqué para besar la mejilla de ambos, luego acudí al llamado de aquella chica. Me extendió la copa y la acepté bebiendo un trago de una vez
—Entonces, eres extranjera—Comentó bebiendo con tranquilidad
—Así es, pero mi familia es una locura—Reí un poco—Sabes, son de ese tipo controladoras que quieren calcular hasta cuando vas al baño—Rodé los ojos—Necesitaba libertad, quería vivir mis propias experiencias de manera espontánea y.. No sé, experimentar cosas genuinas
—Vaya, que mierda—Rió mirándome con atención —Y qué piensa tu familia sobre eso?—Cuestionó alzando una ceja
—Bueno, claramente no estuvieron felices, pero en verdad no me importa. Lo más que pueden hacer es desheredarme, y ya aprendí a vivir con lo justo—Me encogí de hombros
—Y tú? Por qué Víctor te odia?—Soltó una risa nasal
—Oh, no me odia, nos queremos de manera diferente, es todo—Aclaró con una pequeña sonrisa, bebiendo lo restante de su copa volvió a llenarla—Mi hermano es... Algo volátil, probablemente no lo sepas, así que ve con cuidado como te involucras con él —Comentó mirándome con seriedad—Y si no quieres que deje de ser amable, lo mejor será que no le hagas pasar un mal rato—Agregó. Era una amenaza velada
—Yo nunca le haría nada malo, yo...—Me interrumpió
—Eso han dicho muchas, y sabes dónde terminaron? Enterradas en el patio—Susurró, tragué grueso y ella soltó una carcajada—Es broma. Pero si ve con cuidado. Esto es una familia de locos. Y aunque te pediría que te alejaras, no podrás hacerlo, así que...—Se encogió de hombros y se levantó bebiendo lo restante en su copa —Iré a dormir, estoy agotada, buenas noches —Dijo de pronto dejando la copa vacía a un lado y alejándose a las escaleras
La seguí con la mirada hasta que desapareció, después de eso suspiré levantándome y acercándome a los dos ángeles durmientes
—Victor, debo irme a casa, es muy tarde ya—Susurré intentando despertarlo, él gruñó con suavidad e hizo una mueca —Oye, te estoy avisando porque sé que me aniquilarias si me fuera sin decirte nada—Murmuré ladeando la cabeza, soltó un suspiro profundo y perezoso
—Yo te llevo...—Balbuceó con la voz ronca por el sueño, aún sin abrir los ojos
—Estás más allá que acá, le pediré a uno de tus chóferes que me lleve o algo, sólo quería avisarte—Aclaré acariciando su mejilla con ternura, él sonrió un poco
—Mm, nop, me niego a dejar que tanta belleza se vaya desprotegida—Murmuró haciéndome reír, me acerqué y le robé varios besos cortos de los labios, después de eso, ladeó la cabeza y frunció el ceño mirando su pecho, sonrió al encontrar a Oliver ahí—Vaya, se ve bastante cómodo—Opinó con diversión levantándose poco a poco, intentando no ser brusco para que continuara su siesta
—Oh, no te esfuerces mucho, probablemente no despierte hasta mañana, Kristal me dijo que jugó bastante y debe estar exhausto
—Vaya, vaya, quién diría que mi hermanita haría algo bueno después de todo—Burló retirándose con pereza, luego me miró curioso—Mmm, no lo sé, y si mejor se quedan aquí conmigo? Estaré solito y abandonado —Hizo un puchero, rodé los ojos
—Ya no insistas, debo volver a la vida real, debo ir al trabajo y, no lo sé, ver si vuelven a admitirme en la universidad o algo—Hice una pequeña mueca ante esa idea —No lo sé, veré que hacer
—Sabes que no es necesario todo ese rollo, puedo darles todo lo que necesiten aquí, y te ayudaría a tiempo completo con Oliver y podrías estudiar lo que quisieras sin rogarle a nadie un cupo—Suspiré con indecisión apartando la mirada, él tomó mi mejilla para volver a conectar nuestros ojos—Por favor
—No estoy segura... —Susurré apegando mi frente a su pecho —No quiero tan sólo depender de ti y dejarte todo un peso encima
—Eso no me importa, sólo quiero lo mejor para los dos, okey?—Sonreí con cariño, él igual