Hacer maletas no fue complicado en ese momento, porque lo que no estaba roto y sucio en el suelo estaba alborotado en los cajones. Adiós a mi hermosa ropa y cosas que guardaba de recuerdos por cariño
A decir verdad cualquiera diría que me estaba volviendo loca al arriesgar mi vida y abandonar el estilo que esta sólo por Oliver. Lo que ellos no entenderían es que él ahora era mi vida... Y ya no podía alejarme
No me imaginaba ahora el despertar sin él a mi lado abarcando toda la cama aún así siendo tan pequeño. Extrañaría como nunca su risa contagiosa que resonaba por todos lados en cualquier lugar al que entraba. Y nunca podría superar sus palmaditas en mi espalda cuando nos abrazabamos
Simplemente ya era imposible para mi corazón abandonarlo
—Bueno, ya terminé, podemos irnos—Le avisé a Víctor mientras cerraba el último bolso. Era una maleta y dos bolsos con cosas que conseguí que no estaban rotas y un poco más de ropa mía o de Oliver, aunque claramente esta había disminuido considerablemente
Salí de la habitación con los dos bolsos sobre mis hombros y capté a Víctor balanceando a Oliver de un lado a otro con delicadeza y arullandolo en murmuros. Aquello me hizo sonreír con ternura y sólo me provocó quedarme ahí viéndolo por siempre
Otra cosa que ahora necesitaba en mi vida para seguir sintiendome bien, claramente era él
"Y pensar que antes te caía de la patada y se conocieron dando una escena de propuesta de matrimonio falsa"
Solté una risa nasal disimulada. Definitivamente los necesitaba a los dos para siempre
—Oye, ya terminé, podemos irnos—Avisé en un susurro cuando ya me deshice de su encanto y pide avanzar hasta su lado
—Oh, claro, está bien—Aceptó pasándome a Oliver—Había despertado y decidí que era mejor que siguiera durmiendo, tenemos muchas cosas que hacer ahora—Suspiró pasando una mano por su cabello,
No pude evitar no sentir algo de vergüenza por ponerle otra carga encima. Él tenía trabajo, una vida atareada y problemas personales y yo venia y le traía otros más, y aparte, nuevas responsabilidades
—Hey, lo resolveremos juntos, sí? Yo sé que podemos—Murmuré acariciando su mejilla para darle algo de ánimos. Lo menos que quería era que se desmotivada, yo solo lo tenia a él para ayudarme en estos momentos
—Sí, claro que arreglaremos todo, tú no te preocupes—Dijo él después de un rato de silencio pensativo—Vamos, debemos arreglar sus cosas, poner una denuncia en la policía, aumentar la seguridad, hacer unas compras—Suspiró—Sí, la noche será largo—Rió un poco
—Hey, una cosa a la vez—Pedí pinchando su mejilla—Y será mejor que empecemos ya—Recomendé mientras caminaba hacia afuera —Trae todas las cosas!—Pedí aacelerando el paso por el pasillo, reí bajito al escuchar su quejido malhumorado. Digamos que esos bolsos si estaban algo pesados
(...)
—Bueno, ya pusimos la denuncia e interrogarán a todo el edificio y revisarán las cámaras, pagamos la última renta y compramos lo más necesario para mi estadía aquí. Sin embargo, mi cuerpo está tan cansado que siento que hemos pasado días resolviendo cosas—Me quejé tumbándome en la cama junto a él. De seguro eran alrededor de las doce de la medianoche y nosotros aún vagabamos de un lado a otro
Al menos ya nos habíamos dado una merecida ducha y se supone podríamos relajarnos próximamente
—Al menos por hoy, no quiero resolver más problemas, sólo quiero esto—Me jaló de la cintura y sin ninguna ceremonia se aferró a mi pequeño cuerpo en comparación al suyo, abrazándolo y aprisionándolo por completo
—Bien, si me dejas respirar prometo no quejarme por nada más —Mencioné riendo un poco mientras me removía en sus brazos. Dejé de darle la espalda dando una vuelta en el mismo lugar y me acurruqué en su cuello—Me gusta tu perfume...—Susurré atontada disfrutando del calor y la seguridad que me proveía, además de ese olor tan atrayente
—Pero, no traigo perfume...
—Entonces tan sólo me gustas tú, todo de ti —Me encogí de hombros y me separé para verlo, no fue tan difícil, pero estábamos bastante cerca
—Andas como media empalagosa, no crees?—Alzó una ceja con diversión, rodé los ojos
—Me pongo romántica y te pones de idiota—Refunfuñé suspirando —No tienes remedio, de verdad—Le miré cual caso perdido
—Oh, prometo que sé compensarlo bastante bien—Movió las cejas de arriba a abajo con picardía, esta vez fui yo la que alzó una ceja
—Ah, sí? Y cómo lo compensaras?—Cuestioné interesada, quería ver que tal iba su creatividad y cuanto podía sorprenderme
Y vaya que lo hizo
—Nos vemos en un rato, amada mía —Se despidió antes de dejarme un pequeño pico en los labios y hundirse entre las sábanas mientras acariciaba mi cuerpo
—Ey, ey, qué haces? —Cuestioné riendo y mirando el techo con una sonrisa
—Pronto no reirás —Decretó antes de arrancarme los shorts y las bragas de un tirón
Ay madre santa
—¡Víctor Derricks!—Chillé sorojandome por completo y luego cubriendo mi boca
—Vaya, ya andas gritando mi nombre y todavía ni empiezo —Se burló colocando una de mis piernas sobre sus hombros y empezando a besarla desde la rodilla para bajar con lentitud por mi muslo
—No, no, no, esto e-es una locura, no estoy preparada, yo..—Balbuceaba aferrándome a las sábanas y sintiendo mi pecho subir y bajar erráticamente —¿¡Por qué no me avisaste!?
—Porque ese es el punto, mujer, era una sorpresa; ahora, gime, o cierra la boca —Ordenó antes de hundirse en mi intimidad haciéndome casi gritar las barbaridades que tenía en mente a los cuatro vientos, gracias a Dios que alcancé a morder mi mano
—V-Víctor..!—Jadeé cerrando los ojos y pasando mis manos a el cuero cabelludo de su nuca para guiarlo en movimientos circulares mientras el hacia su trabajo en esa zona tan sensible que me volvía loca—Sigue así... No te detengas por favor.. —Susurraba retorciéndome con suavidad
—Igual no me dejarías detenerme—Alcanzó a decir en un descanso que tomó, solté un gruñido