Mi pequeño sortilegio (ezarel x Erika)(eldarya)

2: Responsable

Algo había salido mal, Miko se fue con los líderes a la sala de cristal ya que había muchas cosas que dejar en claro. Erika no daba crédito, ver a Ezarel de esa manera era algo que no lograba asimilar en totalidad. ¿Cómo fue posible que se convirtiera en un niño? Ansiosa y preocupada se dispuso a regresar a su habitación esperando saber noticias después, pero en el camino se encontró con sus dos confidentes las cuales se aproximaron, Karen mostraba picardía en su sonrisa.

—¡Erika! no nos podemos quedar así nada más sin enterarnos de lo que sucedió—la vampiresa estaba emocionada.

—yo tengo miedo, si Miko nos descubre de nuevo nos mata—reprochó la sirena.

Erika solo asintió dando razón a Alajea haciendo que su curiosa compañera resoplara con molestia.

—que cobardes ¿dónde está el espíritu de aventura? —Les recriminó cruzando los brazos, durante unos instantes no les quitó los ojos de encima.

—lo siento Karen, pero yo no quiero problemas—Erika trató de seguir su camino.

—¡que crueles! van a dejar que me pierda el chisme del momento—hizo ojitos tiernos

La castaña y la sirena se miraron unos segundos, finalmente las dos sucumbieron ante la carita de gatito abandonado por lo que suspiraron mientras la vampiresa celebraba, ya tenía medidas a las chicas y sabía que con algo de presión las convencería.

Se dirigieron a la sala de cristal, al llegar se pegaron a la puerta para tratar de enterarse, afortunadamente los que estaban dentro se encontraban cerca de la salida permitiendo escuchar su conversación. Dentro la discusión estaba en su clímax.

—¡¿porque Ezarel tiene la apariencia de un niño?! —Miko estaba furiosa y desesperada.

—no lo sabemos, solo lo tocó y ¡puff! cuando vimos era un niño —excusaba Nevra.

—Lo único que dijo era que los niños siempre eran sinceros con sus sentimientos y con lo que querían y después desapareció —agregó Valkyon con su calma característica.

—¡sí!... esa bruja nos abandonó en medio de esa oscura cueva —finalizó el azabache irritado, al parecer las cosas habían sucedido de una manera tan inexplicable que ni ellos lo entendían.

Justo a un lado estaba Ezarel sentado con aspecto tranquilo, sus pies ya no podían tocar el suelo, colgaban al vacío, pequeños al igual que sus brazos y cuerpo que ocupaban poco espacio en aquella silla grande. Tal vez esto lo hacía sentir de la misma manera, ¡pequeño! conformándose con solo mirar la charla de adultos, no decía nada puesto que también no le apetecía. Miko se dio un golpe en la frente tratando de encontrar calma, mas no pudo, empezando a andar de un lado para otro desesperada. Finalmente optó por preguntar directamente al afectado.

—Ezarel ¿qué fue lo que pediste? ¿porque te convirtió esa bruja en un niño?

—evidentemente le pedí que me convirtiera en un crío ¿acaso estas ciega? —esa dulce voz salió de su boca una vez más, llevando su toque característico de ironía, Miko bajó las cejas de forma frustrada.

—ni porque ahora eres un niño eres más agradable ¡por una vez en tu vida! ¡déjate de tus comentarios irónicos! —recriminó harta.

El pequeño rodó los ojos cruzándose de brazos, estaba tan frustrado como la kitsune, no tenía ganas de hablar y menos responder preguntas tontas.

—no lo sé, esa tonta bruja me hizo esto sin mi consentimiento —reprimiendo su sarcasmo dejó ver que no había pedido aquello, Miko sin tener alternativa se giró a Nevra y a Valkyon.

—los hago responsables de él

—¡QUEEEEE! —se queja el vampiro y Valkyon solo suspiró cruzando sus brazos.

Del otro lado de las puertas las chicas escuchaban todo, sin hacer el mínimo ruido para no ser descubiertas.

—pobre de mi hermano, va a tener que soportar a Ezarel —Karen se compadecía de Nevra

—¡cállate que nos van a escuchar! —murmuró asustada la sirena.

—¿quién las va a escuchar?

—pues Miko y los... ¡waaaa Nevra! —pego un grito Alajea al ver al vampiro justo frente a ellas.

Este las hizo pasar, ya habían escuchado todo así que no tenía caso regresarlas por donde habían venido. Cuando vio a Karen la kitsune resopló con enfado, no era de extrañarse.

—¿porque siempre se tiene que tratar de ti?

—me creerás si te digo que lo siento —fingía arrepentimiento la vampiresa ante la mirada iracunda de la azabache.

—de ti me encargaré después —Nevra tomó el relevo para reprender a su hermana a lo que esta solo se abrazó a sí misma, un escalofrío le recorrió la columna, el vampiro era muy estricto cuando quería.

—den gracias a que ahora no tengo tiempo de lidiar con ustedes, de todas formas, esto se va a saber tarde o temprano ya que no sabemos cómo regresar a Ezarel a la normalidad.

Miko observó en dirección al que permanecía sentado sin decir nada, Erika hizo lo mismo. Entonces lo inspeccionó a conciencia quedando totalmente embelesada. Unos grandes ojos color esmeralda que emitían una tierna inocencia, su linda y suave cabellera que caía por sobre uno de sus hombros la cual estaba amarrada por una cinta, sus pequeñas orejas puntiagudas, blancas y delicadas, estas sobresalían de sus hebras azules, aquellas manos y pies a juego con su ahora reducido cuerpo.



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En el texto hay: bruja, elfos, eldarya

Editado: 13.10.2019

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