Mi pequeño sortilegio (ezarel x Erika)(eldarya)

5: Arrepentimiento

En aquel pasillo sordo pasos rápidos resonaban en el piso haciendo eco entre las paredes del cuartel, Erika caminaba rápidamente en dirección hacia la sala de cristal, su cara mostraba preocupación, parecía que iba a rodar su cabeza en la guillotina, pero no tenía otra más que avanzar y dar cara, esto era porque como lo había presentido aquella vez en la orilla de la playa, el pequeño elfo empezó a dar rienda suelta a su carácter travieso y burlón, haciendo pequeñas diabluras a sus compañeros de QG. Al llegar justo a la entrada de lugar donde la habían citado, un grupo estaba aglomerado, caras conocidas de ella, pero las cuales manifestaban, enojo, desconcierto, ira, desesperación y muchas otras emociones para variar.

—Erika...hola—el primero en saludar fue Valkyon.

Nuestro gran líder de la obsidiana ahora mostraba en todo su esplendor un nuevo look, cambio del cual fue objetivo sin su consentimiento por su amigo y camarada líder de la absenta.

—Val... ¡Valkyon! ¡tu cabello! —no sabía que decir la joven.

—bonito ¿no?... no se mucho de moda pero el cabello violeta siento que no combina con mis ojos

La joven no supo que contestar, estaba muda de la impresión, Valkyon mostraba más desconcierto que molestia, y como era su costumbre no dijo más palabras, enseguida ella movió un poco su vista a la derecha viendo a Kero modelando para la pasarela de infortunados su nuevo cuerno de color fosforescente.

—¡santos Beriflores! Tu cuer...

—¡NO! No digas una palabra más si no juro que llorare...esta vez Ezarel ha tomado medidas desmesuradas ¡me va a escuchar! eso lo prometo

El unicornio estaba realmente indignado, casi al borde de la desesperación, mirándolo compasiva por un momento después desvió sus ojos un poco mas abajo viendo a Ykhar situada en posición fetal en una esquina meciéndose.

—¡¿PERO QUE TE PASA YKHAR?!—rápidamente se acuclilló delante de la brownie preocupada.

—ayer quedó encerrada en la biblioteca...con Amaya dentro—explicó Kero

La joven se puso pálida nada mas de imaginarse la situación, trataba de reconfortar a la coneja que parecía traumada, paranoica y muchas cosas más, aun lado se encontraba Chrome, este si apenas le pudo explicar, ya que no podía hablar bien, que se le había quebrado un diente a causa de un supuesto salchichón falso mas duro que una roca, específicamente uno de sus colmillos de los que estaba muy orgulloso de poseer, ahora le dolía la boca, después le hablo a Karen que estaba recargada en la pared, al principio no le contestaba, después se enteró que la vampiresa había quedado parcialmente sorda, consecuencia que al estar escuchando una conversación furtivamente como era su costumbre, del otro lado abrieron la puerta sin darle tiempo a reaccionar y le sonaron una especie de corneta o bocina en el oído derecho, su hermano tampoco se salvó ya que por el incidente del supuesto abuso al menor la reputación del gran casanova había estado decayendo, muchas de sus conquistas lo habían rechazado y otras se mostraban frías con el líder.

—a este paso moriré de hambre—se quejó caminando de un lado a otro de manera nerviosa.

Todos estaban conmocionados por algún incidente causado por el pequeño de la absenta; Erika se sentía responsable por ello puesto que no pudo detenerlo, muchas veces trató de razonar con el menor, pero este solo la ignoraba, tal vez era hora de actuar. Después de que le explicaran los accidentes de los que fueron victimas la castaña preguntó por Miko para ver si ya estaba dentro de la sala, imaginaba que la había convocado por los incidentes causados por su jefe del cual ella estaba a cargo; le iban a responder, pero un grito los sacó de su conversación.

—¡¡¡AAAAHHHHH!!!

—¿quién grita de esa manera? —preguntó saliendo un poco de su paranoia Ykhar

Todos se empezaron a alarmar pensando que era un ataque al cuartel, pero a los pocos minutos llego al primer pasillo la sirena.

—¡¡¡ese maldito duende me las va a pagar!!!

La chica estaba enfurecida ya que ahora estaba calva, todos la miraron con estupor, Chrome por mas que quiso contenerse soltó una carcajada a pesar de su dolor y Nevra ahogaba la suya. Enseguida unos golpes llamaron ahora la atención del grupo, se escuchaban de un pequeño cuarto que era donde guardaban los utensilios de limpieza; Valkyon se acercó tomando la perilla extrañado mientras todos miraban también curiosos, con sorpresa al abrir vieron a Leiftan atado a una silla amordazado, Erika rápidamente se precipitó a ayudarlo desatándolo, haciendo que este suspirara de alivio.

—pensé...pensé que me iba a quedar ahí para siempre—dijo con una sonrisa gentil pero triste, después explicó que llevaba horas ahí encerrado.

—creo que por esta vez Ezarel ya sobrepasó los limites—comentó tan indiferente como siempre el de la obsidiana.

Karen abrazó a su amiga que se puso a llorar con ella por su cabellera y los demás hicieron revuelo, pero un sonido sordo los calló, eran las puertas de la sala de cristal que se habían abierto de golpe mostrando a Miko enfurecida con su llama ardiendo.



#7140 en Fanfic
#17997 en Fantasía
#3801 en Magia

En el texto hay: bruja, elfos, eldarya

Editado: 13.10.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.