17: Confesión

Después de que Ezarel saliera de la sala de cristal, Miko se quedó charlando con Ewe, Nevra y Valkyon, aliviados de que al fin hubiera reaccionado; sabían que tenían que darse prisa con el asunto de su hechizo, pues cada vez quedaba menos tiempo. Pasaron unos minutos discutiendo sobre las prioridades en los casos que tenían que resolver, cuando Leiftan llegó acompañado de Huang Hua, recién llegada al cuartel.

—¡Miko adorada!¡como estas! —la fénix se lanzó a abrazar a la kitsune.

—Huang Hua te aprecio mucho, pero creo que no es momento de abrazos.

La morena entendió separándose, preguntando enseguida por el caso de Ezarel siendo Nevra el que le explicara que el alquimista ya había reaccionado, era la única buena noticia que tenían; luego preguntó por la castaña, entonces la llevaron a la habitación de esta.

Al verla dormida la líder de los fénix entristeció su semblante, pues la humana había logrado ganarse su afecto en tan poco tiempo; comprendió que no era hora de lamentos, por lo tanto, se acercó y sujetó a Erika de una mano para hacer un pequeño examen espiritual, dándose cuenta de algo muy insólito.

—no entiendo, como es posible que su espíritu no se encuentre—Huang Hua quedó perturbada al igual que los demás

Leiftan endureció su rostro pues sospechaba de una persona, pero como no tenía pruebas, silenciaba su ira, odiaba que hubieran involucrado a la faelinne.

Huang Hua pidió los detalles de cómo Erika había terminado postrada en la cama, ya que la carta que le habían mandado no decía mucho. Valkyon comenzó a darle el informe de lo que había estado haciendo la chica ese día, llegando a la parte sobre el diccionario.

—Ykhar dijo que después de unos minutos de revisarlo empezó a temblar, al preguntarle que le sucedía, ella no contestó, después llego Heks y al verla tan extraña la llevó a la enfermería y...

—¿quién es Heks? ¿Algún miembro del refugio? —interrumpió la fénix, esto desconcertó a la kitsune, Eweleïn y los dos líderes, Leiftan sonrió de manera casi imperceptible.

—¿cómo que quien es Heks?... tú la mandaste— expresó Nevra

—¿Yo?

—sí Huang Hua, hace aproximadamente un mes llegó una valkiria diciendo que tú la habías enviado como apoyo al cuartel—alegó Miko

—yo no he mandado a nadie

Enseguida la morena le pidió a la kitsune le entregara con qué documento se había avalado la supuesta valkiria, pues como protocolo tenían que, si se mandaba a algún miembro de un lugar a otro, tendría que llegar con un pergamino firmado energéticamente por el líder del lugar, era un procedimiento casi imposible de falsificar, pues cada ser tenía una firma de maná única.

Esto los llevó a la biblioteca pidiendo a Kero el papel que había entregado Heks en su llegada; la fénix revisó el documento, llenándola de sorpresa pues su firma energética estaba ahí.

—no sé cómo logro falsificar mi esencia

—eso nos da a entender que alguien poderoso la pudo haber mandado—dijo el de la obsidiana

—o ella es esa persona poderosa—incluyó Leiftan.

—Tenemos que investigar quien es, o quien mandó a esta chica—propuso Ewe.

La puerta se azotó por Ykhar que entraba a toda prisa casi sin aire, en un brazo llevaba lo que parecía un diccionario.

—¡Miko!¡ Miko! —casi gritó.

—cálmate Ykhar, dime que pasa

La brownie se acercó a ella y le mostró el grueso ejemplar.

—acaba de llegar otro envió de libros desde el templo de Huang Hua, llegó un diccionario de idiomas idéntico como el que Erika tomó, este viene completo ¡observa! —abrió el tomo en el número de página faltante del otro y señaló una palabra la cual era el nombre de la chica de la que estaban discutiendo.

—chicos, ya sabemos la identidad de Heks—volteó el libro a ellos— ¡es la bruja!

Con esto dicho los demás se acercaron viendo de lo que hablaba Miko, rápido sin dar tiempo a más asombro, Leiftan salió de la biblioteca a toda prisa, los demás no pudieron hacer otra cosa más que seguirlo, inclusive Kero e Ykhar salieron detrás.

Mas adelante en el pasillo de los arcos, el rubio alcanzó a ver a la azabache que se levantaba de una banca, también estaba Ezarel; rápido improvisó un ataque a la hechicera lanzándole una patada en el aire. La llamada Heks logró cubrirse al mismo tiempo de que lo atrapó de la pierna con que la había atacado, lanzándolo contra el muro del cuartel, el golpe fue muy fuerte.

—lo siento Ezarel, tú no eres el único que miente—le dijo la azabache al elfo mostrando ahora una sonrisa con aire tétrico.

—¡Ezarel aléjate de ella! ¡esa mujer es la bruja que te hechizó! —se escuchó de lejos la voz de Miko que llegaba junto con los demás.