Diego
Es sábado por fin me podre relajar un poco, he estado bajo muchas presiones el trabajo, Sandra, mis padres no cabe duda que me acostumbre a vivir solo y a mi independencia en estos años. Me pongo un pantalón y mis tenis, ya que había quedado con Eduardo de salir e ir al GYM a las 10:00 am, voy con Eduardo caminando cuando la veo salir de su casa tan linda, tan sencilla, tan perfecta para una niña de su edad.
Eduardo.- Si que se ha cambiado mucho verdad?.-
Diego.- De que hablas Lalo, no entiendo tu comentario.-
Eduardo era mi amigo desde que tengo razón nos cantábamos todo, era como un hermano para mí.
Eduardo.- No te hagas Diego, me refiero a Dalia o me equivoco?-
Diego.-Bueno es que me sorprendió la última vez que vi a esta niña tenía si no mal recuerdo 15 años y valla si que ha cambiado.-
Eduardo.- Si, carajo nada más por ti no me he acercado a ella porque la quisiera en mi cama todas las mañanas, y que fuera la madre de mis hijos.-
Diego.- No digas pendejadas Lalo, es un niña.-
Sonara un poco egoísta pero quería a Dalia solo para mi desde aquel día que probé sus labios tan adictivos, ese beso tan lleno de pasión, ternura, miedo, pude ver que a lo igual que yo sentía una fuerte atracción.
Eduardo.- No aguantas nada, pero no me vas a negar que se ve bastante bien, y de niña ya no tiene nada Diego.-
Diego.-Creo que en eso tienes toda la razón.-
Eduardo.- Y porque no te acercas a ella, bueno si aún la quieres claro esta.-
Diego.-Crees que sea una buena idea después de que yo fui con quien diera su primer beso, y después me aleje de ella sin darle una explicación, con qué cara Lalo sabiendo mi situación.-
Todavía recuerdo cuando Elena, su prima me dijo que si me volvía a ver cerca de ella haría que se la llevara su papa lejos y que jamás lo volvería a ver.
Eduardo.- Podrías contarle como estuvieron las cosas decirle lo que Elena te dijo, y que parte de eso también influyo en que disidieras irte a Michoacán a trabajar.-
Diego.- No sé, por el momento así dejare las cosas, además que le podría decir que fui un cobarde que, dejo escapar la oportunidad de estar a su lado pero que tenía 14 años y yo 24 nadie lo habría visto bien.-
Eduardo.- creo que eso es lo de menos Diego si en verdad la quieres.-
Diego.- Por eso mismo, porque la quiero me aleje al menos así la podre ver de lejos, además es muy apegada a Elena no me va a creer.- Mi Dalia, Mi niña, no sabes como he tratado de olvidarte este tiempo.
Eduardo.- Te lo dejo de tarea, piensa las cosas y deja de ser un cobarde y enfrenta las cosas de una vez por todas.-
Diego
Mientras nos dirigimos al GYM voy pensado en la plática que he tenido con Lalo y las posibilidades que hay de que Dalia se acuerde de mí y de aquel beso, además es una niña muy linda y no dudaría que allá tenido más novios y si como si nada se olvidara de todo, pero Lalo quedo de conseguirme su número de celular por si me animaba a buscarla.
Me sentía ridículo, como era posible que una niña me hiciera sentir tantas cosas, como era posible a pensar de las circunstancias aun pensara en ella.