Capitulo 24

Diego.

Seguí hablando sin meditar las palabras adecuadas para la ocasión Dalia era madura, pero cualquier persona reaccionaría de esta manera si le plantearán las cosas de esa manera.

Diego.- Me case por lo civil, solo para darle gusto a nuestras familias, ella tenía apenas 6 semanas de embarazo cuando nos casamos, al cumplir la semana 14 Sandra se empezaba a sentir mal, pero ella decía que era normal, ya que su embarazo era de alto riesgo.-  Dalia me interrumpe muy molesta.

Dalia.- ¿A qué quieres llegar con esto Diego? 

ve al grano quieres decirme que ahora eres padre.-

Diego.- No Dalia, déjame terminar de hablar, por favor no saques conclusiones antes de tiempo.-

Dalia.- Crees que soy estúpida, me acabas de decir que te casaste porque estaba embarazada.-

Diego.- Si Dalia, pero Sandra perdió al bebe.-    Después de estas palabras Dalia se queda asombrada lo puedo ver en su cara,     - Eso te iba a contar pero no me dejaste terminar.-

Dalia.- Pues que quieres Diego, no es fácil para mi procesar toda esta información, me gustas y en verdad quiero estar a tu lado, pero todo esto es muy complicado.-

Diego.- Si pequeña, pero te quiero y creo que te mereces la verdad, no quiero que allá secretos entre nosotros.- Me acerco a ella y le doy un beso en los labios ella me corresponde el beso y me pide le cuente que paso, se ha tranquilizado después de todo se dio cuenta que no puede precipitar y sacar conclusiones antes de que la gente termine de hablar.

Dalia.- y luego que paso?

Diego,- Después su malestar empeoro pero esta vez con un sangrado que nos alarmo demasiado, la lleve al doctor pero ya era demasiado tarde él bebe había muerto, le tuvieron que hacer un legrado y Sandra se culpaba por no haber acudido desde un inicio, se deprimió demasiado y no puede evitar que se me partiera el corazón al verla así, el motivo por el que me había casado ya no existía pero ahora no tenía el valor de dejarla se veía tan mal, poco a poco fue recuperándose y entro a unos cursos manualidades y esas cosas y yo me vine para acá.-

Dalia.-. En verdad lo siento mucho Diego, Pero entonces sigues casado?-

Diego.- Si, pero precisamente vine con el propósito de que Sandra se fuera haciendo a la idea de que lo nuestro ya no tiene futuro, antes no había tenido el valor de dejarla con todo lo que ha pasado, no sé cómo decirle que quiero el divorcio, pero como puedes ver  ya no vivo con ella por eso me atreví a confesarte lo que siento y me gustaría que lo intentáramos, que tengamos una relación hace tiempo te lo pedí y hoy me acerco de nuevo para darnos una oportunidad de vivir esto juntos, se que sientes lo mismo que yo Dalia tu mirada, labios y tu cuerpo no pueden mentir.-

Dalia.- Yo, no sé qué decir, todo esto es muy confuso Diego como sé que no vas a regresas con ella después de todo siguen casados, además tengo novio, y para ser sincera no sé cómo decirle que no puedo seguir con el porque te quiero a ti.-

Diego.- Pero entonces si quieres intentarlo, Dalia?-

Dalia.- Si, nada me Haría más feliz que estar a tu lado es algo loco pero contigo me siento tan diferente, haces que pierda la noción del tiempo, perder mis valores  mis sentidos en verdad provocas tantas cosas en mi, y en efecto es una locura pero estoy dispuesta a vivirla hace dos años deje la oportunidad por el temor ahora solo se que quiero intentarlo amor.-

Diego.- Entonces amor, dejemos que las cosas se vallan dando, y cuando llegue el momento indicado encontraremos las palabras para dejar atrás a todo lo que nos atormenta, vivamos el presente que es lo único que me importa quiero estar a tu lado-

Me acerco a Dalia, como si tuviese un imán que cada vez que la tengo cerca me atrae hacia ella. La beso voy guiándola, tomo el control de la situación siento a Dalia en mis piernas y puedo sentir mi cuerpo reaccionar a la cercanía del cuerpo de ella, voy bajando mis manos sobre sus pechos, deslizándolas lentamente hasta su abdomen, la recuesto sobre el sillón, le quito el suéter que traía puesto y debo admirar que se ve increíble esa blusa se le entalla de una manera perfecta, bajo mi boca por su cuello, mientras ella con sus manos agarra mi cabello, siento como tiembla pero al mismo tiempo puedo ver que disfruta mis caricias, eso solo eleva mi ego, me detengo y ella abre los ojos, y se me queda viendo fijamente.

Dalia.- Diego yo, no sé si este bien esto, te quiero pero no me siento lista aun ha sido una mañana muy extraña, me acabas de confesar que estas casado, y no quiero adelantar las cosas solo quiero que vallamos pasa a paso, si espero y me puedas entender-

Diego me interrumpe con un beso y me dice que no tengo nada de qué preocuparme,

Diego.- No te preocupes amor, yo esperare el tiempo que sea necesario, pero entiéndeme no soy de acero y mi cuerpo también reacciona a tu cercanía y me es difícil poder contener este deseo de hacerte mía.-