"Mi PerdiciÓn."©

Capitulo 33

Dalia.

Por fin era jueves mi cita con Diego empezaba a las 6:00 am que es a la hora que salga de la casa rumbo a la preparatoria, Laura me había cuestionado que por qué tan temprano si lo podía ver más tarde, pero el solo hecho de saber que pasaría el día entero con Diego me quitaba el sueño, me había parado más temprano de lo normal me puse una blusa blanca pegada, un pantalón azul ajustado que se podrían apreciar mis caderas y glúteos de una manera fenomenal, me planche el cabello, me puse un poco de maquillaje, perfume y eché el regalo que le había comprado a en mi bolsa una que otra libreta para que pensaran que realmente iría a la escuela.

Pasaría por mi afuera del fraccionamiento para que no vieran entrar su coche. 
Me puse mi chamarra, y Salí de mi casa, presentía que hoy sería un día maravilloso, me sentía tan nerviosa, cuando llegue al lugar que me quede de ver con Diego, el me abrió la puerta del coche y nos dirigimos directo a su departamento, ya que era muy temprano y no había ningún lugar abierto a esas horas.

Diego.- Bien hemos llegado amor, he dejado la noche anterior todo listo solo para calentar el desayuno.-

Dalia.- Amor te lo agradezco, pero no crees que es muy temprano para desayunar.- suelto una carcajada y Diego me ve fascinado.

Diego.- Creo que si verdad pero tengo tantos planes para hoy que no sé por dónde empezar.-

Dalia.- Pues podías empezar a darme un beso.- le digo en forma coqueta

Diego.- Es que eso lo tengo planeado, en cada momento que estemos juntos.-

Dalia.- Te traje esto..- después del gran beso que nos hemos dado saco de mi bolsa su regalo, le había comprado una loción, y una cartera, para que siempre me recordara y me tuviera presente.

Diego.- Amor no te hubieras molestado, mi cumpleaños es esta la otra semana.-

Dalia.- Amor pero esto es por nuestro primer mes juntos y porque me nació darte esto además el regalo de tu cumple ya sé que te voy a dar.-

Diego.- Así, que me vas a dar porque a mí me gustarías tu como regalo,.-

Me acerco a ella, pero esta vez su aroma es tan exquisito que empiezo besando su cuello, la tomo por la cintura y mientras la estoy besando la voy guiando al sillón, estamos de frente, con nuestra respiración agitada, puedo notar que se encuentra excitada pues su mirada se ha vuelto más profunda, me pide que la siga besando, vuelvo a tomar su cintura , coloco a Dalia en mi piernas el beso se ha vuelto más intenso, Dalia comienza a acariciar mi espalda con pequeños movimientos y eso me ha excitado demasiado. 
Amor no me hagas esto, que no me voy a poder contener si sigues así,.

Dalia.- Diego, no quiero que te detengas, quiero que me hagas tuya, quiero que seas tú el primer y único hombre en mi vida.-

NO había terminado de pronunciar las última palabra cuando Diego me levanto, puse mis piernas rodeándo su cintura, podía sentir su erección tan cerca de mí, que provocaba que mi cuerpo reaccionara por sí solo, quería tener más cerca a Diego, quería sentirlo, empezó a dirigirse a la habitación, me recostó en la cama, ambos nos miramos fijamente, estaba tan nerviosa sentía como mi corazón palpitaba, mi estómago estaba cubierto de miles de mariposas revoloteando, sentía como el calor se apoderaba de mi queriendo más de él.

Diego.- No tengas miedo amor solo déjate llevar por mis caricias, y por los instintos de tu cuerpo que él sabe lo que quieres.-


 


Dalia.- Te amo-

Diego empezó a bajar lentamente su boca por mi cuello, por mis pechos, quitándome mi blusa, entorpecida le quite su camisa, y así nos fuimos desasiendo de todas las prendas que nos estorban quería sentir a Diego, quería que me hiciera suya, sentir como me devoraba con tanta intensidad solo me hacían pensar, en como lo deseaba que entrara en mí, sentía sus manos recorrer mi cuerpo casi desnudo solo faltaba mi ropa interior y su bóxer, con sus manos recorriendo mi espalda desabrochó mi sostén dejándole caer, me dio vergüenza pero mis ganas eran más grandes que cualquier pudor que pudiera existir, con su boca retiro mis bragas, podía notar el gran bulto que tenia de bajo de su bóxer el cual me había encargado de quitarle con la boca como el me lo había pedido, era mi primera vez pero sentía que su cuerpo y el mío se entendía tan bien, Diego saco un preservativo del mueble de noche que tenia de lado de la cama, fue entonces cuando entro en mí.

Diego.- Que exquisito amor, relájate déjate llevar y disfruta el momento.-

Mis palabras se entre cortaban sentir a Dalia tan estrecha, era un placer tan deleitante, escuchar sus gemidos con un poco de dolor y placer al mismo tiempo me excitaba aun más.

Dalia.- oh Diego!, te amo.-

NO podía pensar en nada mi cuerpo y mi mente se dejaban llevar por lo que sentía, por un placer tan confortable, al inicio que Diego entro en mi sentí dolor, sentía que me clavaba algo y era muy incómodo, pero con sus movimientos tan lentos, sus caricias tan precisas el dolor se fue convirtiendo en placer, un placer que iba aumentando conforme aumentaba sus movimientos, mis labios estaban hinchados de tanto besarnos, con la misma sincronía en sus movimientos empezó a saborear mis pezones, pude sentir que la respiración Diego y la mía eran más agitadas, llegando así al clímax de la intimidad.



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En el texto hay: desamor, pasion y deseo, amor

Editado: 13.09.2020

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