"Mi PerdiciÓn."©

Capitulo 35


 

 

Dalia.

Me estaba duchando, cuando escucho que se abre la puerta y entra Diego, ha sido muy lindo conmigo y sabe cómo darme aliento y ánimos cuando más lo necesito, desde la primera vez que empezamos a platicar supo cómo ganarse mi confianza y esta vez no fue la excepción.

Diego.- Amor, ya está el desayuno listo, veras que te gustara el club es algo muy privado, pero también debo darme una ducha, si no te molesta podríamos ahorrar tiempo.-

Abro el cancel del baño y dejo caer mi toalla al  piso me acerco a Dalia, quien me mira apenada.

Dalia.- Que haces, es ridículo que me ponga así pero me da pena.- Me cubro con mis manos lo que puedo y Diego solo me mira divertido, ver lo desnudo era algo a lo que aún no me acostumbraba.

Diego.- No te preocupes amor, que ya te he visto todo hace unos momentos. Y es algo a lo que te iras acostumbrando.-

Me acerco y comienzo a besar los labios de Dalia que aún siguen hinchados, es imposible no besarla con pasión después de haberle hecho el amor solo podía recordar lo mucho que la había disfrutado y lo que me faltaba por  enseñarle a disfrutar, pone sus manos frías en mi espalda y empieza a marcar camino con sus manos, la levanto y la recargo en la pared, rodeándo mi cintura con sus piernas ahora desnudas, bajo mi boca por su cuello y ella se sostiene con sus manos del mío, empieza a gemir de placer, lo que provoca que me excite ocasionando una erección bastante pronunciada, Dalia arquea sus caderas abriendo camino para que la penetre y sin dudarlo entro en ella, entierra sus uñas en mi espalda y con su dientes muerde mi oreja, lo que provoca que mis movimientos sean más rápidos por la excitación y el deseo.

.- No sabes cómo me fascinas, muñeca.-

Dalia.- Bésame, no te detengas.- Carajo Diego se ha vuelto una adicción imposible de controlar, hace que me olvidé de todo sus besos son mi adicción.

Sus movimientos eran tan precisos que en cada uno de ellos me hacía gemir, con su boca seguía besando mis labios, en otros momentos besaba mi cuello, y chupaba mis pechos, con una mano se aferraba a mis glúteos y con la otra a mi cintura estrujándome de una manera tan fascinante que combinada entre sus movimientos y con lo bien que me hacía sentir no tarde en llegar al orgasmo.

.- Oh!! Diego, Diego, si sigue así, no te detengas por favor.-

Diego.

Esta niña están maravillosa que con solo escuchar sus gemidos diciendo mi nombre, lograba excitarme más de lo que ya estaba, estaba a punto de llegar al orgasmo junto a ella pero recordé que no me había puesto preservativo, por lo que la deje terminar a ella sola, conteniendo el deseo  Salí de ella, y la puse de espaldas corriéndome fuera de ella.

Diego.- Eres increíble amor.- Me encantaba esta niña pero necesitaba tener  más cuidado, sería un placer que ella fuera la madre de mis hijos, pero en este momento ella tiene muchos planes como para que yo los frustrara con un embarazo.

Dalia.- Te amo.-

Diego.- Y yo a ti, ahora si terminemos de bañarnos, porque, ya viste que no nos hacemos responsables de lo que pasa.-

Los dos soltamos una carcajada, aun temblando por éxtasis de lo que acababa de suceder, le doy un ligero beso y nos comenzamos a bañar.

______________💖💞

¡Hola, hola¡ Por favor no se les ha olvide votar por la historia, seguir leyendo, y sobretodo recomendarla.

Se que aún le falta mucho en cuestión ortográfica, pero pronto podré editarla.



#4806 en Novela romántica
#1306 en Chick lit

En el texto hay: desamor, pasion y deseo, amor

Editado: 13.09.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.