Elena.- Dalia, necesito que me hagas un favor, Erick tiene una licitación el viernes de la siguiente semana pero la tiene fuera de la ciudad, me pidió que lo acompañara y tengo pensado decirle ahí crees que me pudieras cubrir, sé que te he pedido muchos favores y que no me he portado muy bien contigo, pero de verdad necesito ir,.-
Dalia.
Me habían asustado un poco las palabras de Elena, pero después de una extensa plática había aceptado ayudarla, hasta cierto punto yo también resultaría favorecida, porque así podría pasar un fin de semana con Diego, y ni hablar de que Elena me había dado dinero por si no podía quedarme con Laura las dos noches que me había pedido que la cubriera pudiera quedarme en un hotel o con otra amiga.
Mi alarma sonaba y no me quería levantar, me dolía todo mi cuerpo, pero si no fuera por la estúpida clase de Economía y que hablaría con los maestros para poder faltar el siguiente viernes no me habría levantado.
Estábamos en inglés y no podía concentrarme, entre los mensajes de Diego y mi mente vagando recordando lo que había pasado ayer, ni cuenta me había dado cuando la maestra salió del salón.
Laura.- No, te creo amiga no inventes, cuéntame que paso, solo te pido que no entres tanto en detalles.-
Dalia.
Suelto una carcajada por el comentario de Laura, ya que estábamos en break y le estaba contando lo que había pasado con Diego y también lo de mi prima Elena, así ella me cubriera.
El día había transcurrido como casi todos, solo con la diferencia de los mensajes que me mandaba Diego que hacían que me sintiera en la gloria.
*Me encantas muñeca, no he podido dejar de pensar en ti, hasta en mis sueños estas presente, TE AMO*
*Yo también te amo, y no he hecho más que pensar en lo que sucedió ayer, fue tan mágico*
Hoy no podría ver a Diego ya que iría a su oficina para poder atender algunos pendientes y ponerse al corriente ya que solo le faltaba lo poco que queda de esta semana y la otra para entrar de vacaciones.
También me aterraba esa idea porque sabía que debía regresar a Morelia, él decía que era por una o dos semanas pero no quería que viera a Sandra, me llenaba de celos y miedo, miedo a perderlo, lo amo demasiado y no sabría que hacer nuevamente sin él.
Sé que debe regresar ya que su trabajo lo amerita.
Diego era Subdirector del área de inteligencia y logística de la PGJ y estaba a cargo tanto de la policía cibernética y en campo y pues también se encargaba de elaborar algún plan o estrategia para poder capturar a los delincuentes asegurándose que sea el lugar seguro y eficaz para disminuir riesgos de fugas etc.
Así que me sentía súper alagada de tener un novio tan inteligente y trabajador, del cual cada vez estoy más enamorada.
Diego.
Estaba en la oficina cuando suena el teléfono, otra vez era Sandra, no he querido ser grosero ni decirle nada acerca del divorcio para que no le diera tiempo de elaborar un plan de encontrar la forma de retenerme, si bien era cierto que ya no quería estar con ella también estaba consciente de lo mucho que ella significa para mi desde los 18 años éramos novios llevamos demasiado tiempo juntos y para ser verdad ya me había resignado a vivir con ella estábamos casados, y el que ella hubiera perdido a nuestro hijo había sido algo muy duro, pero estaba dispuesto a fingir por un tiempo más para que no se le hiciera extraño mi comportamiento y ya estando en Morelia le pediría el divorcio, estoy dispuesto a darle lo que me pida con tal de darme mi libertad. Así que había quedado de ir por mí al Aeropuerto de Morelia cuando llegara de nuevo.
Por otro lado estaba contento Dalia por fin era mía en cuerpo y alma y para ser sinceros elevaba mi ego como hombre, además me acaba de decir que podríamos pasar el viernes la noche juntos, y posiblemente la noche del sábado también.