Diego.
Mi avión había aterrizado con ello, mis nervios ver a Sandra sería difícil como explicarle que me estaba enamorando de alguien más y que ese alguien era 10 años más chica que yo y por ende que ella.
Al llegar al aeropuerto ahí estaba ella esperándome, debo confesar que se veía muy bien siempre había tenido muy buen cuerpo y eso fue lo que más me había atraído de ella en un principio.
Sandra.- Diego mi amor, como estuvo tu viaje, debes de venir súper cansado y más que mañana debes de estar en la oficina, ven vamos que tengo en la casa la comida lista, para que podemos comer tú y yo solitos.-
Diego.- si la verdad vengo cansado pero necesitamos hablar Sandra.-
Necesitaba terminar con esto cuanto antes, pero me extraño la serenidad con la que veía a Sandra.
Sandra se había encargado de manejar, ya que mi coche lo había dejado en la cuidad de México para mi regreso, todo el camino nos habíamos dirigido en silencio y para ser honesto era incómodo no sabía cómo tomaría Sandra lo del divorcio, y lo peor es que no sabía cómo decirle.
Al entrar lo primero que hice fue mandarle mensaje a Dalia, para informarle que había llegado con bien y que no tenia de que preocuparse.
*amor he llegado a Morelia, espero el tiempo pase rápido para poder verte de nuevo, apenas hoy por la mañana te he hecho el amor y ya extraño tu cuerpo.*
Después de unos minutos Dalia respondió el mensaje.
*Que bien amor, me da gusto recuerda que te amo y que eres lo mejor que me ha pasado espero verte pronto. Te amo.*
En lo que Sandra calentaba la comida, me puse a mensajear con Dalia, le había dicho que estaba en casa de un amigo, no podía decirle que Sandra había ido por mí al aeropuerto y sobre todo que tenía pensado quedarme en la casa en lo que hablaba con ella.
Sandra.- Amor, ya está la comida.- Me pongo encima de la mesa con un baby doll para provocar a Diego, sabía bien que jamás había podido resistirse a una buena hembra y más si de sexo se trataba así que haría lo que estuviese en mis manos para recuperar a mi esposo.
Diego
voy camino al comedor para poder comer e irme a descansar, pero me encuentro con Sandra recostada en la mesa, en señal de seducción incitándome a acercarme a ella.
.
-Sandra, por dios no te puede poner algo más serio y comer en verdad vengo muy cansado del viaje.-
Sandra.- Lo se amor y lo que quiero es quitarte ese estrés, y cansancio, vamos Diego que no te excito ni tantito.-
Me acerco a Diego, y comienzo a seducirlo, pero no funciona, maldita estúpida sea quien sea con lo que me esté engañando no le dejare el camino tan fácil, Diego es más débil y tarde o temprano terminara cayendo en la tentación.
Diego.- Sandra, creo que tenemos que hablar, mira sabes en este tiempo me he dado cuenta que, solo existe costumbre y deseo en nosotros las cosas no pueden seguir así, yo te quiero… pero.-
Sandra me interrumpe poniendo un beso en mis labios un beso, como es de esperarse son apasionados sincronizados y muy calientes, pone sus manos en miembro y comienza hacer fricción en el haciendo que me ponga caliente y me invada el deseo.
Sandra.- vamos Diego, se bien que te gusta lo que te hago deja de ser tan centrado por un momento, hazme el amor, tengamos relaciones cuentas veces queramos en lo que te vas de nuevo y si después de esto decides que ya no sientes nada por mí, te daré tu libertad, pero si me doy cuenta que aun sientes el mínimo deseo en mí, haré todo lo que este en mi manos para que me vuelvas amar, me encargaré de hacerte jadear y perder los estribos con mis caricias.-

Me acerco a Diego y le arrebato la camisa comienzo a besarlo, y recorrer con mi boca su cuerpo llegando a si a su hombría, lo tomo con las manos le hago sexo oral, podía ver como lo disfrutaba, Diego me levanta y me pone en la mesa y entra en mi siento como los movimientos de Diego van aumentando y con ellos su respiración antes de que eyacule, hago que salga de mí, colgándome de su cuello, lo beso y pido que nos dirijimos a la habitación, en el pequeño trayecto voy haciendo fricción en su miembro, al llegar a la habitación Diego me pone de espaldas, entrando nuevamente en mi, estábamos llegando al orgasmo cuando menciona otro nombre que no era el mío, Dalia, con que así se llama la maldita zorra, deje que terminara.
Se recuesta en la cama y queda dormido, le tomo una foto con mi celular, guardándola en la memoria, Su celular suena en tono de mensaje y veo que es de Dalia.
No podía hacer nada cualquier movimiento en falso y el plan que mi hermana Itzel había ideado se vendría abajo, y las cosas iban tal como ella lo había dicho, me recuesto en la cama y una lágrima rodó por mis mejillas, después de llorar me vence el sueño y logro quedarme dormida.
Al despertar Diego no estaba en la cama, me paro rápidamente y escucho que está en el baño pero no es lo único que escucho, él hablaba por teléfono y alcance a escuchar que se disculpaba con alguien y decirle que le amaba.
Esto era ya era suficiente, así que solo me dirigí al baño de visitas me di un largo baño cuando Salí Diego se había marchado, no podía más sentía como perdía a mi esposo, estaba luchando contra corriente, pero lucharé hasta donde pueda me jugaría mi última carta y si después de ello no lograba nada por difícil y duro que sonará dejaría a Diego en libertad