Dalia.
Mis vacaciones han empezado y le había pedido a mis tíos que me dejaran ir con mi papa. Sola a pasar unos días a Guadalajara, Elena desde aquel pleito me hablaba solo lo indispensable para no levantar sospechas con mis tíos, pero al menos no había dicho nada y eso me dejaba más tranquila.
Diego estaba en Guadalajara desde hace ya una semana, le comente que yo también iría, así que quedo de pasar por mí al aeropuerto, motivo por el cual le tuve que decir a mi papá que no se preocupara de ir por mí que yo llegaría a la cosa sola, había ido antes con mis tíos y Elena así que ya sabía dónde estaba su casa.
Al llegar al aeropuerto de Guadalajara Diego ya estaba esperándome, me saludo con un cálido y apasionado beso y tomo mi maleta para guardarla en su coche.
Diego.-Es una pena que no puedas quedarte conmigo preciosa, sería como nuestra luna de miel y la ciudad está hermosa que me hubiera gustado pasar las noches a tu lado-
Dalia.- Ya habrá oportunidad amor, además me voy a dar mis escapadas para poder vernos, me inventara cualquier pretexto para poder verte -
Diego.- Nada me haría más feliz amor.-
Le doy un beso a Dalia, pero esta vez no puedo dejar a un lado mi culpa por lo de Sandra, así que mi beso es desesperado, como si mi miedo estuviera hablando por mí.
Dalia.- Te amo, y jamás me cansaré de repetirlo Diego Velázquez TE AMO.-
Solo he podido estar una hora con Diego, para que mi papá no se diera cuenta que llegue tarde por estar con el amor de mi vida.
Alberto.- Me pudiste ver hablado Dalia, para ir por ti.-
Dalia.. NO te quise molestar a demás para que para que me regañaras por haberme perdido.- Le dije a mi papa que me perdí, obvio mentí pero al menos me creyó
Los días transcurrían y se me habían ido demasiado rápido llevaba casi 8 días en Guadalajara,, la cuidad era muy bonita, todos los días salía con el pretexto que quería caminar, tomar aire fresco y poder meditar que haría con mi vida, cuando la verdad salía para ver a Diego, unos días nos íbamos al cine y otros bueno me quedaba en su hotel y no a dormir precisamente.
Lo malo de todo esto es que Diego tenía que regresar a la Ciudad, y después viajar de nuevo a Morelia porque le habían surgido unos problemas con un caso que tenía a su cargo. Así que mis paseos ahora si serían sola.
Era viernes estaba viendo la televisión muerta del aburrimiento ya que mi papa tenía una cena con uno de sus socios en la casa y mis hermanos estaban en casa de la mamá de Maylin, me habían comprado un vestido y zapatos para la ocasión ya que pues como era de esperase yo no traía nada acorde para el evento.
Diego.
Manejando de regreso a la Ciudad pude meditar muchas cosas, es un viaje largo 8 horas de camino para ser exactos, no podía de dejar de pensar en Dalia y que debía contarle lo de Sandra no tenía las palabras y menos el valor.
Como decirle que sería padre de una mujer que a estas alturas ya no sé si amo o solo es costumbre cariño o lastima, me sentía culpable de que hubiese perdido a nuestro primer hijo, y que no fui lo suficientemente responsable y atento con ella.