Capitulo 60 "Palabras del corazón"

Dalia.

Eran las tres de las mañana y mi celular comenzó a sonar me percate que provenía de un numero desconocido, lo cual me alarmo y conteste,

_Bueno_

Diego. _ Amor, no sabes cómo me haces falta, te extraño de mesiado te necesito a mi lado.

Dalia.

Diego comienza a cantar en voz baja.

Otra vez camino sin dirección acompañado por la inmensidad de una noche fría y gris ...

Y la luna que llena el crepúsculo me baña en matices de nostalgia a recordar tu rostro....

Me siento tan triste amor tan infeliz tan lleno de ansiedad,
no sé qué nos separó y como indicarle a mi corazón que aun te amo, que un te extraño los días sin ti son como morir. ....

Aun… te amo

Donde estas no quiero perderte, 
no sé si piensas en mi como yo en ti o me haces tanta falta...  

Dejar el orgullo si me siento así si eres gran parte de mi donde sopones que debo ocultar el dolor que llevo en mi....

si aún te amo si aún te extraño, los días sin ti son como morir

Aun….. te extraño.

No sé qué nos separó y que pude hacer este abismo entre los dos no quiero esta soledad te quiero solo a ti te quiero solo a ti,...

Dalia.

Mientras Diego seguía cantando, no pude evitar comenzar a llorar lo cierta es que yo me sentía de la misma forma, pero ambos teníamos una relación el con Sandra y su hijo y yo con Jesús que ha sabido cuidar de mí y darme el apoyo que he necesitado.

Diego me pide que me asome por la ventana pero al llegar al balcón veo que este se encuentra afuera, de inmediato lo dejo entrar y me apresuro a cerrar la puesta con seguro no ponía arriesgarme a que alguien fuera entrar y vieran a Diego.

Diego.-Necesitaba verte, tenerte a mi lado, sentirte, no puedo imaginarte a lado de otro hombre que no sea yo, eres mía Dalia, solo mía.-

Dalia. Baja la voz por favor te van escuchar.-   
   
Diego me mira fijamente mientras se va acercando me tomo por la cintura y comienza a devorar mis labios con gran intensidad abriendo paso con su lengua, respondo el besos con el mismo deseo sin pensarlo ambos comenzamos a desvestirnos, en mi mente no había espacio para las dudas amaba a Diego y mi cuerpo me reclamaba por sus caricias, sentía sus manos recorrer mi piel, su aliento ahora caliente en mi cuello haciendo que mi cuerpo temblara de deseo, deslizaba suavemente mis manos sobre su abdomen, estábamos completamente desnudos, Diego me miro con deseo y fascinación en medio de la oscuridad de la habitación podía ver su mirada profunda y excitada.

Quería sentirlo más cerca quería tenerlo en mí, me aferre a su cuello mientras él me besaba entrando por fin  era tan placentero que no si no fuera porque estábamos en mi casa hubiera gritado del exquisito placer que sentía, sus movimientos eran más acelerado que en otras ocasiones podía percibir el deseos y al hambre que teníamos el uno por el otro, llegando por fin al orgasmo aferrándome con mis uñas a su espalda.

Diego.- NO sabes las ganas que tenia de hacerte el amor, de recorrer tu cuerpo, de sentirte mía.-

Dalia.- Te amo Diego por más que he intentado olvidarte no logro hacerlo, mi cuerpo me reclama por tus caricias, mis labios por tus besos, y mi corazón por tu amor.-

Diego me envuelve entre sus brazos, y devora mis labios con pasión eran las 5 de la mañana y debía irse antes de que amaneciera tenía que salir como entro, entonces le ayude a salir por el balcón.

Me recosté en la cama con una enorme sonrisa, acababa de hacer el amor con el hombre que realmente amaba, y los únicos testigos de este gran amor eran estas cuatro paredes de mi habitación y mis sabanas aun con el aroma de Diego.

Estaba tan cansada que no tuve tiempo de pensar con claridad, no me importaba nada en este momento talvez al rato me pueda arrepentir, pero mientras recordare esta noche y dormiré pensando lo que acaba de suceder.

Al despertar pensé que había sido un sueño, pero el dulce aroma de Diego sobre salía de entre las sabanas.  

Me sentía tan feliz, quise mostrar un poco de arrepentimiento por lo que había sucedido pero no puede estaba enamorada de Diego, pero las cosas no podían seguir así debía hablar con el dejar en claro que no estaba a su disposición eran tan jodidamente débil a lado de el estaba convencida que no quería estar toda la vida con un hombre que solo me quiere a ratos, pero cuando estaba con el perdia el sentido, la cordura y antes que perdiera la poca dignidad que me quedaba le envie un mensaje para poder vernos, y ponerle punto final a aesta situación. Pero la respuesta no fue la que esperaba

“Que no aprendes niña entiende ya olvídalo.”

Este mensaje habia sido el colmo de mi pacienecia por lo que llegue a la conclusión de no cerrar el ciclo, dejar de buscar a Diego y enfocarme en mi relación con Jesus, en esta ocasión no lastimaría a alguin como con Javi, Porque después de casi un año puedo entender el gran dolor que le habia provocado. 
 


 

Un mes después….

Dalia.

Estaba en casa terminando de ponerme mi disfraz  era tardísimo, mi padre me había pedido que Jesús viniera más temprano para poder hablar con y ponerle las cartas sobre la mesa, era obvio que o sabía que mi relación con el había empezado de la manera menos esperada.

Desde aquel mensaje que me enviaron del celular de Diego, no he vuelto a buscarlo el me marcaba una vez por día, pero no le respondía estaba cansada de que jugara conmigo que solo me ilusionara y que no hiciera nada por realmente estar a mi lado, sus llamadas y mensajes iban disminuyendo conforme pasaba el tiempo y me daba cuenta que el mente no me amaba como decía. Salgo de mis pensamientos cuando oigo que tocan la puesta de mi habitación, pude notar que me veía muy bien a juzgar por la cara de Jesús. 
Jesús.- Te vez hermosa princesa, si no fuera porque abajo esta mi suegro esperándonos, te haría el amor en este momento.-