Diego.
Dalia, se ha ido las únicas personas que sabían de su paradero era su familia y amigas pero era obvio que jamás me lo dirían, han pasado 4 meses desde la última vez que vi a Dalia para ser sincero ese día se veía desbastada, dijo palabras que jamás pensé que fuese capaz de pronunciar.
Soy un maldito cobarde no fui capaz de retenerla a mi lado.
Estaba por salir de la casa rumbo a la iglesia, ya que era mi boda religiosa sonó mi teléfono y al ver que era Dalia un nudo se formó en mi garganta será que una podía salvar nuestra relación.
Amor quiero que sepas que jamás me arrepentí ni me arrepentiré de todos los bellos momentos que viví a tu lado, te amo y siempre te amare, aunque no estés conmigo….
Sus palabras retumbaban mi mente tarde en reaccionar, pero decidí marcarle de nuevo no podía callar en esta ocasión, necesita que Dalia supiera lo mucho que le amo y si ella en este mismo momento me pidiera que fuera por ella, dejara todo no podía más le marque solo escuchaba que sonaba y después me mandaba a buzón.
Sali derrotado estaba con la mujer que no quería por estúpido por cobarde pero no podía seguir lastimando a la gente, asi que aquí estoy, escucho las palabras del sacerdote y Sandra responde con un si acepto.
Ahora Diego Velazquez prometes amar,querer y respetar a Sandra Laguna todos los días de tu vida hasta que la muerte los separé...
Dos años después….
Estoy afuera de la que fue mi casa por mucho tiempo es extraño estar aquí después de dos años, abre la puesta Elena emocionada me saluda, solo dos días Dalia dos días para el mejor día de mi vida. Dejo escapar una sonrisa me alegra después de todo lo que paso con Erick, conoció a un gran hombre y se casan el Sábado.
Estaba a punto de entrar a la casa cuando una camioneta se estaciona delante de la casa, miro de reojo e identificó al conductor y sus acompañantes, así que sin pensarlo entro a la casa cerrando de inmediato la puerta.
Han pasado dos años, y aun no sé si este lista para poder verlo de nuevo, tenerlo frente mío.
El no está invitado a la boda no te preocupes…. Escucho decir a Elena como si pudiera leer mis pensamientos.
Diego.
Voy manejando camino a casa de mis padres nos han invitado a comer y más a fuerza que de ganas asisto, después de que Dalia se fuera iba todos los días solo para ver si la veía salir de su casa por casualidad, por un año estuve en espera de su regreso pero me canse es obvio que no quiera saber nada de mí.
Estaciono la camioneta enfrente la casa de la Familia Monzalvo, no creo que allá problemas después de todo casi no hay nadie que llegue a que quiera ocupar esa parte, ellos tienen su cochera para los únicos dos carros que entran y salen.
Freno la camioneta y la veo… después de dos años Dalia está de regreso como ha cambiado se ve más madura, pero sobretodo más hermosa…..
Nunca te olvide amor…. Digo en un pequeño susurro…
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.-Aléjate de ella, no permitiré que te le acerques, ni que la lastimes….
“habré de levantar la vasta vida
Que aun ahora es tu espejo:
Cada mañana habré de reconstruirla,
Desde que te alejaste,
Cuantos lugares se han tornado vanos
Y sin sentido, a iguales a luces en el día.
Tardes que fueron nicho de tu imagen,
Música en que siempre me guardabas,
Palabras de aquel tiempo – yo tendré que quebrarlas con mis manos.
¿En que hondonada esconderé mi alma, para que no vea tu ausencia
Que como un sol terrible, sin ocaso, brilla definitiva y despiadada?
Tu ausencia me rodea como cuerda a la garganta,
El mar al que se hunde.”
AUSENCIA- JORGE LUIS BORGES.