Mi perdición, Mi salvación y Mi locura

Cap. 6

Autora: M. Esparza 

libro 1 Trilogia curvas Impredecibles

*** POV ANNIE***

Lluvia bajo la interminable noche me consumía en su inmensa oscuridad, ahí estaba el frente a mi ... alejándose cada vez mas de mí, diciéndome las veces que estuvimos no habían significado nada para él. Ahí está yo en contra de todo pronóstico, contra toda norma viéndolo solo a él, a la única persona capaz de hacerme sentir protegida y delicada ...

-Esto debe ser así ...- el poder ver cuán verdad demostraba su rostro sin ningún rastro de mentira carcomía las heridas de mí ya lastimado corazón.

-Por favor...

-No, Annie

-NO – gritos desgarraban la suavidad de mi garganta – POR FAVOR, YO TE AMO

Mi agonía no era la suficiente mientras veía al hombre de mi vida alejarse sin retroceder de mí, el consumir de este dolor hacían más que mis piernas fueran al llamado del suelo en su encuentro al no poder sostener más mi débil y atormentado cuerpo. Mientras la lluvia acompañaba a mis lágrimas en su camino de soledad.

-Annie, amor – esa voz llena de amor, dolor era igual a la de él, mientras mis ojos comenzaban a buscarlo más oscuro se volvía el cielo – Abre los ojos nena – entre las gotas logre ver aquellos delirantes ojos mientras todo a mi alrededor desapareció y yo también.

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Había tenido una pesadilla, pero esa voz la sentía tan real, me obligue a abrir poco a poco mis ojos aun con lágrimas en ellos hasta que pude verlo, el de verdad estaba aquí sin pensarlo lo abrace tan fuerte como mis brazos podían y llore. Llore tanto como mi alma lo quería tanto como yo podía tanto como más de lo que se permitía.

Sin embargo, el me consolaba, sus fuerte manos acariciaban frágil y protectoramente la calidez de mi espalda tratando de hacerme sentir apoyada. Pero no sabía por qué estaba aquí, quería saberlo antes de poder darle siquiera una oportunidad a lo nuestro.

- ¿Por qué estás aquí? – tal vez no fue la reacción que él esperaba, pude ver el dolor por mi pregunta en su rostro.

-Necesitamos hablar, Annie – esa simple frase me asusto o más bien me puso nerviosa.

Me despegue de su cuerpo para verlo a los ojos y asentir, mire alrededor de mi habitación y todo estaba poco iluminado la lluvia a fuera era muy estrepitosa por lo cual supongo que no debíamos salir. El me miraba tanto como si intentara descifrar cada emoción o pensamiento que pasaba por mi mente sin soltarme de los brazos, miré sus manos y decidí limpiar mi rostro y aclarar mi voz.

- ¿Tienes hambre o quieres algo de tomar? – me separe poco a poco de él, sabía que si estábamos tan cercas no podía siquiera pensar cuerdamente.

Me levante de la cama lentamente y tome unas cómodas pantuflas rosadas, mientras caminaba hacia mi tocador y tomar una liga para sujetar mi despeinado cabello.

-No, solo agua por favor – me di la vuelta y le sonreí.

-Vamos – camine fuera de la habitación, podía sentir sus pasos detrás de mí, su respirar pesado y a la vez acompasado.

Entre a la cocina y puse la cafetera, en este tipo de clima me gustaba tomar café, pero por mi embarazo no podía en cantidades normales si no que lo más recomendable que me dijo la nutricionista fue que tomara media o un ¼ de taza de café.

-Cuando llegué, me encontré con Víctor – hablo mientras estaba espaldas a él, sonreí por lo que le pudo a ver dicho mi primo.

-Sí, bueno él vive conmigo y Diana – dije mientras tomaba la leche y azúcar y sacaba una taza negra con rojo de la lacena.

-No estuvo del todo contento al verme – menciono, aunque es verdad –pero dijo que arreglara las cosas contigo – reí ante ese comentario, mientras preparaba mi café y en otro vaso servía agua para él.

-Toma – se lo pase mientras caminaba frente a él hasta llegar al cómodo sillón.

- Annie …

- ¿Y a que has venido? - miles de preguntas pasaban por mi cabeza, sabia la respuesta, pero quería que él me lo dijera y no escuchar que alguien más se lo sugiriera.

-A recuperarte, a los dos – tomo de su vaso y lo dejo en la mesita de centro –Estoy dispuesto a hacer lo que sea por recuperarlos – miro directo a mis ojos y a mi vientre.

-Entonces te escucho – lo alenté a que me dijera todo lo que había pasado.

-Semanas antes de esa noche en el gimnasio había llegado una mujer con la cual debía hacer negocios, Natasha, los que se encargaban de la imagen de la empresa por lo que corresponde a la mía también estuvieron de acuerdo en que frente a las cámaras fuéramos la pareja de negocios, semana tras semana estar saliendo pocas veces me hacía sentir una mierda por no ver lo que tú estabas sintiendo, ver como las redes sociales o las televisoras insultaban a MI mujer me dolía, el no estar presente en tu cumpleaños y solo enviarte flores en forma de disculpa fue el acto más cobarde que cualquier hombre pudiera hacer, cuando te lo dije esa noche después de la pelea fue demasiado tarde ... - de sus ojos salían lágrimas de odio y hacia mí que corazón doliera – Tan tarde porque ya te había lastimado tanto que decidiste irte sin más, esa noche no pude dormir, esa noche solo pensaba en ti ¿cómo dormir si en mis sabanas abundaba tu olor? Me mataba poder oler tu perfume y saber que no estabas ahí a un lado de mí, a la mañana siguiente fui a buscarte, pero tú ya no estabas, no contestabas mis llamadas, intentaba que tus padres o tus amigos me dijeran dónde estabas, pero nadie me lo dijo. Meses después me entere de la gran mentira de Natasha ella solo hizo porque tu ex mejor amiga te odiaba- enterarme de eso hizo que sintiera pena por Katherine – y cuando volví a verte mi mundo volvió a ser el mismo, mi corazón volvió a bombear como cuando te tenia entre mis brazos jamás deje de amarte, jamás deje de buscarte, sé que no merezco tu perdón – sus manos estaban hechas puños.



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En el texto hay: boxeo, pasion, gordita

Editado: 26.05.2021

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