Mi perdición, Mi salvación y Mi locura

Cap. 16

Autora: M. Esparza

libro 1 Trilogia curvas Impredecibles

 

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***POV ANNIE***

¿Qué rayos me estaba pasando? Antes no creía que algún hombre fuera capaz de amarme tal cual soy y ahora heme aquí llorando una vez más, porque no puedo corresponderle a un hombre más la vida te pone en aprietos amorosos que te hacen pensar que si tu estas bien o quizás ellos son los que han equivocado de una manera errática.

No negare que amo a Connor con todo lo que soy porque me ha visto en los momentos que no me sentía plena como mujer pero, Jefferson y Trenton por ellos siento un amor diferente, el primero porque siempre estuvo para mi aun cuando no se lo haya pedido está dispuesto a aceptar un hijo que no era de él y por otro lado esta este hombre cuyo fin es cuidar mi seguridad y que daría su vida por que sea feliz y este a salvo aun cuando mi felicidad depende de otro hombre del cual estoy total e irrevocablemente enamorada.

-Así que, no eres más que una muchachita que se aprovecha de los hombres– aun lado de donde me encontraba aun sollozando se abrió la puerta para revelarme a mi vecina.

-Discúlpeme señora, pero ese es un asunto de cual a usted no le corresponde- me limpie las lágrimas que tenía para ver cómo es que ella fruncía su ceño y me miraba despectivamente.

-No entiendo ¿Cómo es que un buen muchacho como el señor Maxwell puedo haberse fijado en alguien tan descarada como tú? –sus palabras llenas de desprecio por mi persona.

-Y yo no entiendo cómo es que usted es una señora tan entrometida y grosera puede hacer llamar una buena cristiana – me plante sobre ella escupiendo ese enojo que me hacía sentir en todo el cuerpo.

Cuando creí que estaba a punto de tirar sus venenosas palabras o golpearme por la forma en que su rostro se puso de un tono rojizo no fue más que confuso cuando su rostro cambio de facción en una fracción de segundos cuando sonrió descaradamente.

-Al menos una señora como yo no anda por ahí besando a hombres desconocidos que se meten en mi departamento cuando mi esposo no se encuentra – cuando estaba a punto de refutar por una información errónea una voz a mi lado me hizo palidecer.

- ¿Qué es lo que ha dicho señora? –un Connor totalmente desconcertado y cabreado estaba detrás de mi mirándome fijamente y también a la señora.

-Lo que has escuchado hijo, ella mete tantos hombres en tu casa cuando te vas y hoy precisamente se besaba con uno de ellos frente a mi puerta –ella se mofaba en mi cara cuando eso no era verdad, bueno si, pero no de esa manera.

-Annie ¿Eso es cierto? – me miro y en sus ojos no había más que enojo y decepción.

-Yo, sí, pero ...

- Entiendo- no me dejo terminar cuando sus pasos se alejaban de mí, no me importo mi presuntuosa vecina y corrí tras él.

- ¡Connor! - grite y aun así no paraba su andar, tomo el ascensor – Tienes que escucharme por favor, deja que te lo explique – mis lágrimas y dolor no podían conmigo el solo bajo su mirada cuando las puertas de este se cerraron.

Con un incesante dolor en mi pecho tome las escaleras más rápidas a la recepción del hotel, en cuanto llegue a este miraba como su coche pasaba frente a la entrada del hotel, me apresure lo más que pude pero él se había marchado dejándome ahí, grite todo lo que pude y llore implorando que regresara que sabía que él no me escucharía toda la gente que pasaba por la calle me miraba con pena y dolor ya que una chica embarazada estaba en medio de la calle llamando a un hombre mientras parecía desconsolada. Me encamine hacia el estacionamiento no sabía porque solo quería irme a un lugar lejos de todo, me sentía desprotegida.

Termine frente a una de las camionetas que a veces usaba para ir al súper cuando estaba por abrir la puerta, un ruido extraño hizo que volteara hacia a todos lados, pero no me encontré a nadie solo autos y más autos cuando estaba por abrir la puerta nuevamente un mano cubrió mi boca y el filo de una navaja se sentía al redor de mi cuello, inmediatamente me asuste y puse mis manos en mi vientre mientras intentaba gritar para que alguien viniera y me ayudara.

- ¡CALLATE! - su ruido en una espesa voz hizo que me asustara, pero no dejara de gritar, no sabía que estaba pasando, pero tenía mucho miedo – Que te calles maldita perra, hazlo si no quieres que te mate a ti y a tu maldito bastardo – dijo una vez más mientras sentía como la navaja poco a poco rasgaba la capa superficial de mi piel.

Quito la navaja de mi cuello, sacando un pañuelo de su bolso y en cuanto lo vi el pánico se apodero de mi tanto que le mordí uno de los dedos debajo de sus guantes negros y el grito de dolor y me solté, no me detuve a ver como estaba, sino que corrí lo más que pude, pero un estirón de cabello hizo que casi tocara el suelo, pero el muy maldito me coloco el pañuelo en mi nariz, olía a una sustancia química y eso me dificultaba respirar.

-Eres una perra inútil – escupió las palabras en mi cara aun sosteniendo mi cabello y el pañuelo en mi nariz, evitando que respirar.

Tenía mucho miedo, no quería cerrar los ojos, no quería dormir, tenía miedo por mi hijo, no quería que nada le llegara a pasar el apenas es muy pequeño y sé que si le llega a pasar algo no me lo perdonaría jamás y siempre me reprocharía por ello, pero la oscuridad pudo más conmigo que no recuerdo nada más que ver absolutamente todo negro.

 

*** NARRADOR UNIVERSAL***

Aquel hombre blanco de complexión fuerte y calvo, pero nada sano mentalmente conducía hacia las afueras de Georgia rumbo hacia un pueblito abandonado a la suerte de Dios donde la joven elegante que lo contrato se encontraba ahí junto a los otros jóvenes que era menores de edad, ninguno de ellos estaba en sus cincos sentidos.

Mientras conducía se aseguraba de que la chica a la cual tenía que secuestrar no despertara por el momento, al acercarse a una bodega abandonada se estaciono bajo del coche con la mujer embarazada en brazos, no es como si le importara la mujer pero no quería ser una vez más culpable por la muerte de una vida de un ser diminuto, era culpable por matar a más de 20 mujeres, era un asesino serial pero ahora no le veía importancia a eso sino que cuando salió de la cárcel se veía enfocado en su vieja madre que sufría de cáncer pulmonar y por eso es que está haciendo todo eso, por dinero para una cirugía para su madre.



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En el texto hay: boxeo, pasion, gordita

Editado: 26.05.2021

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