Autora: M. Esparza
libro 1 Trilogia curvas Impredecibles
*4 años después *
¿Han sentido como si en un momento de tu vida todo pasara en retroceso o incluso como tomas cinematográficas? Bueno la verdad es que es justo como me siento en este preciso momento, han pasado tres años desde que me case con Connor no diré que nuestro matrimonio es todo color de rosa porque a veces tenemos debate de ideas por no decir que discutimos, pero aun así ¿que sería una vida perfecta sino hubiera un poco de gris?
Mikael cada día está más grande, es todo un niño mimado, pero sabe reconocer cuando hace algo mal por no decir que es algo engreído en base a su atractivo para ser un niño de tres años sabe y dice más que un niño de su edad, pero la verdad es que estoy contenta con mi familia, y justo ahora todo va bien, es decir, me gradué a hace un año de la universidad y mi estadía en el hospital de Georgia fue muy bien de hecho estoy en el mismo donde trabaja Zack y Emily, ellos hace dos años que tienen una relación al principio solo eran malos entendidos ya que no se decían lo que sienten y pues Zack se había vuelto posesivo con ella sin darse cuenta pero ahora son una pareja muy unida y cariñosa. En cuanto a Amely y Víctor que puedo decirles ellos viven su reciente matrimonio muy felices y a la espera de su primer hijo, así es, ella me confeso esta semana que llevaba un mes de retraso; Jefferson había sido inocentemente cazado por aquella señorita de tez morena que lo volvía irrevocablemente loco y podría seguir contando sobre lo que paso con los demás, pero la verdad es que todo salió para bien.
O al menos eso pensaba en ese momento en que vine a recoger los exámenes al laboratorio, ¿Estoy enferma? Pues la verdad que gracias a Dios no, pero me sentido algo mareada y mi periodo la última vez duro un día, he estado con mucho sueño en mis guardias y no he podido administrar bien mi equipo de residentes en efermeria, con mi esfuerzo había logrado ser jefa de enfermeras y Amely un Médico cirujano. Pero lo que decían estos exámenes me hacían revolver el estómago.
Prueba de embarazo, sanguínea: positivo
Meses de gestación: 2 meses
La prueba casera que me había hecho en el baño del hospital también decía lo mismo, joder, esto no puede estar pasando, no es que no quiera más hijos, pero ¿Cómo no me di cuenta? Dos meses, ¿Dos meses? Si hago cuentas en ese lapso fue mi último periodo, mierda, no, no. Me niego a creer que tal vez pude haber perdido a mi hijo, en estos momentos las lágrimas ya habían abastecido mi rostro, no sé por cuánto tiempo estuve así pero no me di cuenta de quien había entrado al baño hasta que sentí una mano en mi hombro.
-Annie ¿Estas bien? – Amely estaba agachada a lado de mí, es mi amiga así que tengo que decirle.
-No, tengo miedo – ella me vio confundida y le tendí los exámenes que me había hecho, su mirada era sorprendida pero después sonrió.
-Estas – afirme no queriendo hablar – pero ¿Por qué tienes miedo? – me ayudo a pararme del suelo.
-Tuve un sangrado en ese lapso Amely, pensé que era mi periodo, pero cuando note que el flujo era poco común me mande hacer exámenes al laboratorio, tengo miedo ¿Qué tal si lo perdí? ¿Y si está muerto? – y de nuevo no pude evitar el llanto, me estaba hiperventilando no me sentía nada bien, mis oídos estaban aturdidos.
-Annie …
Fue lo último que escuche de ella y todo se volvió oscuridad, ese tipo de oscuridad que te da miedo, ese tipo del que quieres despertar y no volver jamás, tenía miedo, quería ver a mi hijo, saber que estaba bien.
*** POV CONNOR***
Había regresado a casa después de un día de trabajo duro y lo que necesitaba en estos momentos era a mi pequeña, tres años de casados han sido lo mejor que me pudiera pasar, pero antes de poder entrar a mi hogar mi móvil sonó, en la pantalla mostraba el nombre de Amely.
-Diga – conteste mientras empezaba a caminar hasta la puerta.
-Connor, necesito que vengas al hospital – en cuanto pronuncio eso se me hizo raro – es Annie – no necesite otro motivo para girar sobre mis talones y colgar la llamada.
Tenía el presentimiento de que algo ocurría con mi pequeña mujer, pero me repetía que tal vez no sea malo o ¿sí? No, solo a lo mejor su auto se averió y no quiso dar más detalles, porque vamos es médico y siempre están ocupados en su turno, así que solo encendí el auto lo más rápido que pude y me dirigí al hospital sabía que Mikael estaba bien ella lo deja en la guardería del hospital por lo que siempre regresaban a casa juntos, mi camino no tardo más de 20 minutos por lo que ya estaba entrando al estacionamiento y en cuanto bajé del auto corrí hasta la recepción del hospital.
-Señorita en que piso se encuentra la jefa de enfermeras - lo dije a modo de grito que la señora solo frunció el ceño.
-Connor – la voz de Amely sonó detrás de mí por lo que giré y la encontré con su bata medica –acompáñame, por favor – dijo a lo que le sonrió a la recepcionista.
- ¿Qué está pasando? – dije muy nervioso dentro del elevador, había puesto el piso 10.
-Tranquilo, necesitaba que llegaras para ver lo que pasa – piso cinco, ¿esta cosa no puede ir más rápido?
- No me jodas – ella me frunció el ceño, la verdad es que no le gustan las malas palabras – lo siento, es que no me gusta para nada saber que posiblemente mi esposa está mal – suspire frustrado mientras de fondo se escuchó el sonido del elevador indicando que ya habíamos llegado a nuestro destino.
-Sígueme, por favor – caminamos por un pasillo blanco como el interior del hospital, dos consultorios más hasta llegar al último – adelante – me dejo pasar antes que ella.
En una camilla estaba mi pequeña con su uniforme de enfermera acostada con los ojos cerrados y aun lado de ella yacía Víctor con un algodón en sus manos poniendo en la nariz de mi Annie.