Mi perdición, Mi salvación y Mi locura

Capitulo 10

Autora: M. Esparza

Libro 1 Trilogia Curvas Impredecibles

Maldito sol, me pegaba en toda la cara, intente moverme para que el sol no pegara en mi cara, pero una fuerza externa no me lo permitía, hice un intento de abrir mis ojos, pero la luz me cegó por completo obligándome a cerrarlos de nuevo parpadee y por fin los pude abrir di vuelta en mi lugar para ver quien no me dejaba salir.

El, ¿Que mierdas hago con él? No, no, no esto no me puede estar pasando ¿qué paso? ahg mi cabeza duele lo observe, su rostro lucio más relajado, sus bonitas pestañas adornaban sus mejillas, sus labios estaban entre abiertos dejando escapar el aire y pequeños ronquidos mientras que su respiración era pesada y calmada, es verdaderamente guapo, su barba de días le quedaba como anillo al dedo, de pronto ahí mirando a tal dios griego me llegaron los recuerdos de la noche anterior.

Alcohol, chico, golpes, besos y miedo.

Mierda, me salvo de un tipo que quiso sobrepasarse conmigo y me trajo aquí a su casa, me tape la boca reprimiendo un jadeo, ¡¡Dios!! ¿que hice? de seguro debe estar muy enojado conmigo. No ¿enserio? mi estómago acaba de gruñir, tome su brazo y lo quite de mi cintura y salí muy despacio de la cama sin hacer ningún ruido. Se movió, no, no, no, se volteo y quedo boca abajo, puf que bueno, salí y fui al baño, hice mis necesidades y me vi en el espejo.

Dios que horrible estoy, cepille con mis dedos lo mejor que pude mi cabello y lave mi rostro, busque un cepillo para poder lavar mis dientes, no encontré y aparte no sé dónde están las cosas aquí, así que utilice el suyo, salí rápido del baño y el aún seguía dormido.

Camine por el departamento todo aquí era más grande que mi casa, camine por lo que al parecer era la sala, camine entre el televisor y lo sillones todo daba con su personalidad, solo podía ver colores sofisticados, camine hasta la cocina y busque algo que pudiera ayudar para preparar el desayuno, abrí unos cajones de la cocina hasta hallarlos.

Mmm ¿Que le gustaría? Huevos fritos, desayuno mexicano, oh a lo mejor no come grasas, ahg no sé qué hacer ¿Omelette? a todo mundo le gustan, Si Omelette será, busqué los ingredientes en el refrigerador, puse la cafetera e hice jugo de naranja natural.

Esta muy silencioso, busque algo para escuchar y vi un reproductor de música en la cómoda, busque en la lista y me decidí por los " The Rolling Stones" una de mis bandas favoritas beast of burden se empezó a escuchar, puse la sarten en la estufa y empecé a hacer la mezcla y corte unos ingredientes, no era tan tedioso eran fáciles y rápidos, estaba poniendo el último en el plato mientras bailaba al ritmo de la música.

Me di la vuelta y me asuste casi haciendo que el plato cayera de mis manos, pero lo sostuve fuerte, Connor se hallaba ah mirándome apoyado en la barra con su mirada intensa en mi cuerpo, mis mejillas estaban ardiendo había olvidado que solo estoy en su camisa y despeinada ... qué vergüenza.

- Buenos días ¿Feliz? -dijo con su sonrisa pícara, diablos.

- Ho-hola, buenos días - dije mientras caminaba y dejaba el plato frente a él y me daba la vuelta para serví su café.

- ¿Dormiste bien? - pregunte de regreso mientras me sentaba y dejaba el café frente a él.

- Si ... pero no estabas cuando desperté - dijo mientras tomaba de su café.

- Lo siento no quería despertarte - dije agachando la cabeza, mierda me pone tan nerviosa.

- Esto se mira delicioso ¿Lo hiciste tú? - pregunta haciendo que levante mi cabeza y lo mire a los ojos.

- Eh sí, es una forma de agradecer - dije haciendo una mueca, me sentía tan avergonzada por lo de ayer.

- ¿Qué cosa? -pregunto, mierda como si no lo supieras.

- Eh es-esto lo del bar - dije mirando sus ojos los cuales se oscurecieron y su rostro se tornó serio, mierda.

- No lo hagas más ... no quiero que vayas a lugares como esos ¿entendido? -dijo apretando su sexy mandíbula, no quería hacerlo enojar más y eso me daba miedo.

- S-si l-lo siento - dije agachando la cabeza.

- No quiero hablar de eso pequeña - que me dijera así me reconfortaba a que me llamara por mi nombre - come ... -dijo mientras tomaba un cubierto y comía, hizo un sonido indicándome que le había gustado.

Empecé a comer, no puedo creer que este frente a este sexy hombre tomando un desayuno y haber dormido en la misma cama, un bocado, aparte de que ayer me beso, otro más, me dijo lo que siente, otro más, basta no puedo me estoy hiperventilando, deje mi omelette a medias y termine mi vaso de jugo, la verdad el hambre ya se había ido.

- Annie no has acabado - dijo serio.

- Estoy llena - dije, algo que no me gusta es que controlen mi comida.

- Pero no has comido casi nada - dijo mirándome con sus ojos penetrantes.

- No creo que pueda probar un solo bocado - dije de manera no grosera.

- Esta bien ... lo dejare pasar, anoche llame a tu hermano diciéndole que te quedarías conmigo - dijo tomando su café.

- Oh - mierda, Ayden se enfadará conmigo tengo que irme.



#102 en Joven Adulto
#2106 en Novela romántica

En el texto hay: boxeo, pasion, gordita

Editado: 26.05.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.