Autora: M. Esparza
Libro 1 trilogia Curvas Impredecibles
POV ANNIE
Después de haber dormido por no sé cuánto tiempo, desperté al lado de un Connor tranquilamente dormido, lo cual no duro mucho ya que sintió que lo miraba por mucho tiempo, pero es que la verdad ¿Quién no querría ver a un dios griego?
Después de hablar y unos cuantos besos que me dejaban más que tonta y embriagada, salimos a que me hicieran esos exámenes, me traían de allá para acá y la verdad me mareaban tantas vueltas de un laboratorio a otro, después de unas 3 horas que parecieran como si nunca se fueran acabar, salimos de allí y ahora estamos de nuevo en la habitación en donde estaba cuando me trajeron aquí.
- Nena iré a recepción a pedir que te den de alta - dijo Connor mientras se acercaba y depositaba un beso en mi frente.
- Esta bien - dije sonriendo.
Vi como salía de la habitación y solo observe cada cosa en ella, tantas cosas han pasado desde que conocí a Connor lo cual me deja sorprendida de mis cambios tanto físicos como emocionales, porque justo ahora que analizo bien las cosas jamás me atrevería a besar a un chico, ¿Por qué? Fácil no SABIA besar, pero ahora parece tan fácil de hacerlo que cada vez me asusta más y más.
Es medianamente increíble como tu perspectiva de ver la vida va cambiando a base de que vas conociendo la gente aun sean buenas o malas, pero al fin de cuentas son personas de las cuales me gusta ayudar, aunque no reciba lo mismo de ellas.
Porque ¿Cómo ser mala persona cuando no está en ti ser de esa manera? No puedo ser así pero tampoco quiere decir que no lo seré algún día ... Porque sé que algún día lo seré por tanto dolor e ira guardada dentro de mí, sentimientos oscuros y ocultos que cada vez son extraños de sentir, ¿Por qué lo siento? O ¿Cómo se siente despreciar tanto a alguien que lástima tu propia alma? La verdad no lo sé, algo dentro de mi como si se tratará de una alarma sentimental me dice que algún día lo experimentare tal vez no ahora, pero sé que pasara.
- Un dólar por tus pensamientos - hablo una voz, ni siquiera me había percatado de que Connor ya se encontraba ahí.
- No llegarías al dólar, porque no estaba pensando en nada - dije alzando los hombros y sonreía de lado.
- No diría lo mismo, pero ... solo lo dejare estar, por ahora - dijo no muy convencido, pero o sea como decirle las bobadas que pienso, así que solo asentí para que no dijera nada más.
- Y ¿Ya podre irme de aquí? - pregunte ya que su mirada me incomodaba, aun no me acostumbro a eso.
- Esta todo listo, voy a llamar a Jessie para que deje tus cosas en casa - dijo mientras se acercaba a mi lado, me miro a los ojos y a mis labios, su cercanía me dejaba más que tonta y solo se acercó, pero ... no me beso, y se fue no sin antes decir - tu ropa está en el baño, no tardo - dijo para salir de aquella habitación.
Suspire por lo que acaba de pasar, ya que ... quería que me besara, pero algo a él lo detuvo, a lo mejor no deseaba besarme, con un sentimiento de culpa ... camine hasta el baño, era un lugar muy ... no sé, limpio era todo blanco, con una regadera dentro de este, un inodoro y lavado, lo cual me acerque al lavado y mire mi cara, estaba más que hecha un espanto, no me había visto así desde que ... me cortaba. Me alejé del espejo y comencé a quitar mi ropa hasta quedar sin ella, entre a la ducha y abrí la regadera, no me gustaba mucho el agua caliente así que abrí la del agua fría, el agua comenzaba a caer por mi cuerpo, estaba más fría de lo que pensé, pero es agradable a veces sentir algo de frio.
No me gustaba sentirme cálida al tacto, es como si mi corazón lo estuviera, pero... es increíble como yo misma me contradigo, pero eso no importa en este momento, busque un shampoo dentro de este, había un bote blanco en él, no decía nada en el solo decía menta supongo que es el olor de este.
Había terminado y salí para comenzar a cambiarme, cepillé mi cabello con mis dedos, no tenía cepillo por lo tanto no podía hacerlo, por suerte había paquetes de cepillos de dientes, así que en ese momento me sentí aliviada, una vez lista o más bien presentable, salí del baño.
La habitación estaba muy fría, yo solo llevaba una blusa básica blanca y por suerte unos jeans negros, mis pies estaban cubiertos por las botas de esta mañana, mire por toda la habitación, en ella se encontraba Connor al final de ella dando la espalda.
- ... No, ella está bien ... se quedará conmigo ... si, Gracias lo mantendré al tanto - hablaba con alguien por el teléfono, supongo que ha de ser Jessie.
Camine hasta quedar a un lado de la cama, la cual ya hacia hecha y limpia, había perdido la noción del tiempo que quizá ya habían venido a arreglar la habitación. Una milésima de segundos sentí unos brazos rodearme eran grandes y cálidos se podría decir que todo lo contrario a mí, su cabeza estaba escondida entre mi cuello y mi hombro.
- ¿Estas bien? Connor - pregunte, extrañada por su reacción.