Mi Perdida De Tiempo

POR MIA:

Mi mundo se paralizo al verlo entrar por esa puerta, con un porte y personalidad como si el lugar fuera suyo, desprendía intensidad y peligro de esos hermosos ojos que no se apartaban ni un segundo de mí.

Me olvide de todo lo que me rodeaba a medida que avanzaba hacia aquí, mi corazón se desbocaba queriendo saltar del pecho a sus brazos.

Es irónico como en cuestión de unos segundos, me invadieron tantas inseguridades y dudas, escuchar las palabras de Samanta hacia él, me lleno de pavor y como una cobarde salí huyendo. Después de meditarlo en la tranquilidad de mi cama, me di cuenta que mis inseguridades y miedos eran injustificados, el pasado por más reciente que fuera, era solo eso, pasado.

No podía dejar que eso influyera en mis sentimientos y en mi relación con Jeremy, aunque si el se daba cuenta que quizás sus sentimientos hacia mi eran solo una obsesión o capricho y quería salir detrás de aquella mujer, no podría detenerlo, pero deseaba en el alma que no fuera así.

Al levantarme esta mañana con mucha más claridad en mi mente, después de haber caído en un profundo sueño desde muy temprano, decidí ir a nuestro Café de siempre, tenía el presentimiento de que Jeremy me iría a buscar allí. Me maravillaba el no haberme equivocado, el tenerlo aquí enfrente mirándome con esa intensidad y deseo, me hacía respirar con dificultad, unos nervios atroces me atacaron, pero nuestra burbuja se rompió cuando Will el chico con el que había compartido una noche no hace mucho tiempo, me tomo del brazo sacándome de mis pensamientos y mirando de una manera extraña a Jeremy, de quien se llevo una mirada llena de ira y enfado.

Si las miradas matasen, Will estaría enterrado tres metros bajo tierra en este preciso instante y creo que, sin sus brazos, Jeremy miraba su mano posada en mi con ganas de arrancársela del cuerpo, yo hubiese temido en su lugar, pero el chico que tenia a mi lado claramente no tenía sentido de autopreservación, no me soltaba y desafiaba a Jeremy con la mirada. Era como una lucha de titanes, llamaban mucho la atención de la gente que estaba en el lugar y me estaba sintiendo muy incómoda.

-No te han enseñado a no tocar lo que no es tuyo chiquillo.

Dijo con mucho enfado mientras se acercaba aún más a el intimidándolo.

-¿Disculpa?...hasta donde yo sé Mia no tiene dueño.

Contesto Will irritando más si es eso posible a Jeremy, quien tenso su mandíbula y apretó sus puños de forma brusca.

Me molestaba que hicieran como que no estaba presente en el lugar, me ignoraban a conciencia y eso me enfadaba muchísimo.

Me interpuse entre los dos mientras miraba con enfado esta estúpida escena digna de una obra teatral o una novela de televisión.

-Me sabrán disculpar ambos, si no me quedo a presenciar su estúpido comportamiento, no necesito que estén hociqueándome y orinándome como perros que marcan su territorio.

Dije de forma cortante esta vez mirando a Jeremy a los ojos. No podía comprender este repentino ataque de celos, después de todo Will solo se acerco a saludar, tan sorprendido como yo de vernos en este lugar, pero en el fondo de mi ser podía entender a la perfección a Jeremy, después de todo yo tenia celos de una persona que no estaba físicamente en el mismo país que nosotros.

Di la vuelta mirando a Will para despedirme con un asentamiento de cabeza mientras agarraba mi abrigo y bolso.

-Adiós Will, ha sido un gusto volver a verte, espero que tengas una lida vida.

Dije para que entendiera de forma indirecta que no pensaba volver a verlo bajo ninguna circunstancia, sin darle tiempo de contestar y dejándolo estupefacto en el lugar, mis ojos se dirigieron a Jeremy quien tenía una sonrisa de satisfacción en su estúpido pero perfecto rostro.

Salí del lugar con Jeremy pisándome los talones, una vez fuera me gire sobre mis pies para quedar frente a él que freno de repente para no chocar conmigo, pero quedando muy cerca de mi cuerpo.

Me permití detallarlo deliberadamente, recorriéndolo con la mirada de los pies a la cabeza, y déjenme decirles que estaba para comérselo enterito.

-Hola bella Mia.

Dijo mientras se acercaba más, tomándome de la cintura y rosando su nariz con la mía de forma tierna y lenta sin separar sus ojos de los míos.

-Hola… no se que halla sido eso de ahí dentro, pero no puedes andar por la vida intimidando a todo el que se me acerque neandertal.

Dije tratando de sonar enojada y golpeé suavemente su pecho con mi puño.

-Ohh así que neandertal eh?...yo que pensaba que era tu príncipe en su brillante armadura de plata.

Su aliento chocaba en mi rostro haciéndome temblar como gelatina entre sus brazos, agradecía que estuviera tomándome de la cintura, a estas alturas no confiaba en mis piernas para sostener mi cuerpo.

-Queras decir, un idiota envuelto en aluminio ¿no?

Trate de no reír mientras el me veía con cara de falso asombro y se llevaba una mano al pecho queriendo parecer indignado y ofendido.

-No puedo creer que pienses eso de mí, aunque déjame decirte que por ti soy cualquier cosa, me vuelves un completo idiota pequeña MIA…

Dijo mientras rosaba mis labios con los suyos para luego profundizar el beso descaradamente, me obligue a separarnos para no protagonizar en la acera una escena no apta para todo público.




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