Mi pícaro Mate.

16•¿Y ahora qué?

•Jade's Pov•

Corto la llamada en cuanto escuchó lo que Derek me ha comentado, suspiro frustrada y tocó mi rostro.

—¿Qué fue eso? —Pregunta Jared.

—Mi madre haciendo de las suyas como siempre —Sonrío y lo miró, sus ojos color miel me miran con dulzura y quiero llorar, no se que como pude reprimir y evitar estos sentimientos por tanto tiempo.—No te preocupes, ya estoy acostumbrada.

Jared asiente y toca mi mejilla, al sentir su mano cálida cierro los ojos.

—Esta bien, pero no entiendo por que te pones asi, como si te molestara.

—Cuando tienes una madre que te trata como puta por haber perdido la virginidad con el primer tipo que se me cruzó —Suspiro—. Creo que es un poco normal que me moleste.

Jared frunce el ceño y aleja su mano de mi mejilla, cierra los ojos y veo como empuña sus manos, río.

—Por lo visto hasta a tí te molesta eso, lo siento.

—No... no te disculpes —Jared abre sus ojos y estos están rojos—. No puedo reclamarte por eso, yo tampoco soy virgen. No me molesta como a muchos otros alfas les molesta, y considero que si a mí que soy tu compañero no me molesta, a nadie debería molestarle, o eso creo.

Siento como algo cálido recorre mi cuerpo, siento felicidad y vuelvo a pensar en porqué no deje que mis sentimientos me dominen mucho antes, quizás si no hubiese negado a Jared, si lo hubiese aceptado nada de esto estaría pasando, quizas estariamos en su manada con los chicos, quizás esta felicidad que siento ahora la hubiese sentido desde hace más tiempo.

—Eres tan lindo —Susurro—. Fui una tonta al no quererte antes.

Una lágrima recorre mi mejilla derecha, últimamente ando muy sensible.

—Yo no ¿Sabes porque? —Niego con la cabeza ante su pregunta—. Porque si no me hubiese negado, si no hubieses sido tan borde y arisca conmigo no me habría ido, y no me habría dado cuenta que realmente quiero jugármela por tí —Ríe—. Hasta tenía un plan para enamorarte cuando volví a casa, pero no al no verte y al no sentir tu olor ese plan se fue a la mierda, asique solo actué por instinto.

—Vaya instinto de mierda que tienes —Jared suelta una carcajada y siento que es la carcajada más hermosa que he escucha, ¿Esto es amor? ¿Así es como debe ser? por que si es asi, me encanta.

Jared se sienta al lado mío en el sillón y me abraza, nadie habla, solo se escucha nuestras respiraciones, apoyo mi cabeza en su hombro y mi mirada está fija en la llama de el fuego. Me siento en paz, me siento bien, me siento feliz.

Mi móvil vuelve a sonar, lo busco con la mirada y veo al lado de Jared, se estiró y frunzo el ceño al ver que es mi madre. Tengo una lucha interna sobre si contestarle o no y por un momento pienso en colgarle, pero no quiero que recurra a Derek para saber sobre mi paradero y trate de manipularlo, asique opto por contestarle.

—¿Qué pasa? —Pregunto sin animo y vuelvo a recostarme contra Jared.

—¡Hija! ¿Donde estas? Tengo algo muy importante que decirte y se que te va a encantar...

Me quejo al escuchar su voz tan emocionada.

—No me interesa —susurro.

—¿Qué? De seguro es porque aun no sabes ¿Donde estas?

—Por ahí, por acá... no importa.

—Jadelyn —trata de regañarme pero no interesa—. ¿Andas de puta, verdad? ¿Cuando vas a aprender niña? no puedes andar de puta, no puedes tener relaciones con el primer estúpido que se te pase por delante, no puedes. No quiero que mi hija se vuelva una prostituta...

Dejo de escuchar porque Jared me quita el celular y corta la llamada, lo veo y tiene aún los ojos rojos, al igual que la respiración agitada y la manos en puño, se ve exaltado, enojado.

—¿Jared? —lo llamo pero este no me toma en cuenta, mira a la nada y su respiración sigue siendo acelerada, trato de llevar mi mano a su rostro, pero se aleja.

Sus facciones comienzan a cambiar y quiero asustarme, pero no lo hago. Veo como su ropa se rompe y se transforma en un gran lobo negro, como era de esperarse su tamaño es más grande de el promedio, siendo digno de una alfa, al igual que yo y mi familia donde todos tenemos sangre de alfa, o por lo menos antes yo era grande, no tanto como él, pero era grande.

Jared me mira con sus ojos rojos inyectados en sangre, cuando un lobo tiene los ojos rojos, sea tanto en su forma humana o en su forma animal solo quiere decir que tiene rabia, mientras que si los tiene de su color natural, sean cafes, azules, verdes, dorados etc, quiere decir que está en su estado natural, en su estado sereno, por el contrario de el negro que es su estado de excitación

—Jared —el lobo me gruñe y trato de acercar mi mano a su pelaje, no tengo miedo, no tengo razón alguna para asustarme, después de todo hace unos años yo era igual a Jared, tambíen me podía transformar en un lobo—. Jared, soy yo Jade... estoy aquí.

Jared vuelve a gruñir pero después de eso baja las orejas y mueve la cola, me acerco a el y acaricio su pelaje, poco a poco Jared vuelve a ser un humano y se encuentra desnudo, admiro su torso lleno de músculos y después veo sus ojos, los cuales se encuentran algo idos.

—¿Qué sucede? —Pregunto.

—¿Porque tu madre es tan perra? —suelto una carcajada ante sus palabras.

—No lo se, supongo que es por mi abuela, mis tías dicen que mi madre tiene el mismo carácter que mi abuela de joven —susurro y toco el cabello alborotado de mi compañero.

Jared se acerca a mi y recuesta su cabeza en mi hombro, no me incomoda que este desnudo, para nada, es mas... me agrada, si por mi fuera lo tendría todo el tiempo desnudo.

Observó la cabaña sin dejar de acariciar el cabello de Jared, me gusta que sea todo tan rústico, el calefactor electrico con figura y llamas aparentan una chimenea que ahora me doy cuenta, las paredes de madera pintadas color barniz, cuadros de caballos en las paredes, ¿Como logro conseguir este lugar?

—Creo que debería irme, ya es muy tarde —murmuro mirando el reloj que hay colgado en la pared.




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