Capítulo 18.
Miró con desconfianza a la persona que tengo frente a mis ojos. Solo puedo pensar en cómo mierda ha logrado entrar acá.
—¿Qué mierda haces? —le pregunto tratando de soltarme de su agarre—. Andate, Brad. No te quiero cerca.
Volteo a ver a Derek, pero este solo me mira con una ceja alzada, con extrañeza. Derek no conoce a Brad, ni tampoco sabe la historia y de cómo pasó de ser mi mejor amigo a un ser que por alguna extraña razón solo quiere hacerme daño.
—Derek... —Lo llamo, pero ya es tarde.
Mi corazón se acelera cuando siento como soy llevada a rastras por el gran salón. Comienza a sonar música clásica y Brad me tomó de la cintura, siento asco, pero por mi mente solo pasa el pensamiento de como carajo a logrado entrar.
Mi padre —Pienso.
No le he comentado a mi padre sobre lo vivido con Brad, nadie sabe que es un vampiro...
Olfateo el aire y alzó una ceja. No huele a vampiro, incluso no hay ningún vampiro cerca.
¿Como lo ha hecho? ¿Que clase de brujería está utilizando? ¿Quién es realmente Brad Gilles?
—Tú olor —Susurra Brad y vuelvo a la realidad, trato de alejarme de él, forcejeando su agarre en mi cintura, pero el maldito tiene mucha, pero mucha más fuerza que yo. Es tanta que siento como si sus dedos se estuvieran enterrando en mi piel, traspasando todas mis capas de piel y llegando a mi carne—. Hueles mucho más a ese chucho que la última vez que te visite. Dime, Jadelyn. ¿Has visto a tu mate últimamente?
No contestó a su pregunta y debido al dolor que está provocando sobre mi piel dejó de forcejear, pero no me voy a rendir. Miro a la multitud y a lo lejos veo a Jacob, pero no hay rastro de Derek y mucho menos de Jared.
Vamos cariño, no me defraudes. No otra vez.
—¿Por qué razón no hueles a putrefacción? —Le pregunto a Brad tratando de llevar un tema de conversación.
Algunos lobos se encuentran bailando con algunas lobas que han comenzado a llegar, todas son de la manada, ya que conozco a todas. Con calma comienzo a mover mi cuerpo al compás de el de Brad y con sigilo comienzo a guiarlo por la pista de baile, cada vez más cerca de donde se encuentra Jacob.
—Cariño —Cierro los ojos para no mostrar mi cara de asco cuando siento su mano acariciando mi mejilla. Solo debo llegar donde Jacob—. Por la misma razón que nunca antes de salir de la manada habías olido mi olor a vampiro, Ventajas de ser un híbrido.
La gente a nuestro alrededor comienza a dar vueltas y vueltas, la música clásica tiene muchas vueltas por alguna razón. No me gusta dar vueltas, me mareo muy rapido, pero como la situación lo amerita comienzo a dar vueltas como loca.
Mi espalda choca con la de alguien, esta persona toma mi mano. Alzó la vista y hago una mueca de asco al ver a ese tal Sydney.
—¿Me permite esta pieza? —niego con la cabeza.
—Ella está conmigo —La voz de Brad me saca otra cara de asco.
Una tercera voz se escucha.
—¿Vamos a bailar, o no? —Miro a una chica pelinegra tocando el hombro de Sydney.
Sydney la mira y le sonríe de lado.
—Por supuesto, pero considero que primero un cambio de parejas seria lo mas conveniente —Sydney me toma de la cintura con su mano izquierda, mientras que con su mano derecha toma la mano de la pelinegra y se la tiende a Brad—. Nos vemos cuando termine la canción.
No logró responder nada cuando Sydney me lleva lejos de Brad, pero mucho más cerca de mi hermano.
Con rabia piso el pie de Sydney. Agradezco mucho haberle obedecido a mi madre y traer estos tacones, la cara de dolor de Sydney no la voy a olvidar nunca.
Camino hacia donde se encuentra Jacob con rapidez, ¿A quién más puedo pedirle ayuda? ¿A estos lobos que quieren mi mano? primero muerta antes de rebajarme tanto, solo buscarían beneficiarse ante tal situación. Derek no se ve por ninguna parte, así que tampoco es opción. Mi madre, ni siquiera debo pensar en ella esta vez. Mi padre está brillando por su ausencia. Mi hermano es la única persona que tengo en estos momentos.
—¿Haz visto a Derek? —Pregunto desesperada—. Tenemos que salir de acá.
Tomó la mano de Jacob, pero este no se mueve, solo me mira extrañado.
—¿Que pasa?
—Brad... él.
—Si lo vi, incluso viene hacia acá.
Abro mis ojos asombrada, después de mi madre, otra persona que ha logrado provocar miedo en mi es Brad. Es duro como una persona a la cual le puedes confesar todos tus secretos, con la cual podías reír hasta llorar, una persona que casi nunca te juzgo. Es curioso como esa persona sea la misma a la cual le tengas terror.
—Escúchame bien, busca a Jared Williams.
—¿Tu mate? —me pregunta y asiento con la cabeza—. ¿Lo voy a conocer al fin?
Una respiración en mi cuello detiene mi corazón.
—¿De qué hablan? —la voz de Brad se escucha risueña, pero al mismo tiempo con algo de tensión.
Al girar mi rostro veo como tiene una sonrisa en el rostro, pero al mismo tiempo tiene las facciones tensas.
—Jade...
—Nada... Jacob tu solo ve, ya sabes donde estoy y con quien... Dile con quien estoy.
—¿A quién? —Brad vuelve a meterse en nuestra conversación. Esta vez toma mi cintura y la aprieta con fuerza. Nuevamente siento como si enterrara sus dedos dentro de mi, pero no es así. Se que no es así—. Creo debemos volver a bailar, ¿Verdad, Jade?
Muerdo mi labio al sentir su dolor.
—Buscalo, ¡Ahora! —Le grito a mi hermano, aprovechó el grito para desquitar mi dolor de igual modo.
Tengo muchas ganas de gritar, duele con cojones lo que sea que me esté haciendo.
Brad mira fijamente a mi hermano y este también lo ve fijamente.
—No buscaras...
Con rapidez abofeteó a Brad e impido que haga con mi hermano lo mismo que hizo conmigo.
—Ahora, ve y buscalo debe estar por acá en algún lado, por favor.
Mi hermano me mira asustado.
—¿Como lo busco? ¿Como es?
—Alto, musculoso, cabello...