Mi preciada flor

Capitulo 1

La lluvia cae empapando todo lo que toca, llegó al campo donde se encuentra aquella iglesia, camino sobre el lodo, al llegar toco la puerta, miro el cielo nublado, parece que seguirá lloviendo un buen rato, la madre abril es quien abre, le hago una pequeña reverencia, ella me dedica una sonrisa, tengo tres años viniendo a este lugar, ya no es un lugar desconocido para mí.

Entro al pequeño salón que me otorgaron hace dos años, descubrí que me gusta enseñarle un poco de arte a los niños huérfanos que habitan en la iglesia “Primavera”, los pequeños corren a sentarse, veo el desastre que tiene por todo el lugar, comida esparcida por los escritorios, pintura en la pared, papeles en el piso.

—Me retraso por 15 minutos y ustedes están hechos un desastre — los regaño y ellos solo se ven entre sí, me río — creí que me recibieran con más amor.

Digo indignado, me cruzo de brazos y me voy a mi escritorio a sacar las hojas para que sigan pintando, la pequeña Natalia corre a mí, como soy más alto solo alcanza a abrazar mi pierna, sonrió, amo a los niños de este lugar, aunque me apachurra el corazón que no tengan a alguien quien le de amor, claro está la madre abril y las otras chicas, pero no es lo mismo a una mamá.

Estos dos años les he enseñado a leer, escribir, entre otras cosas, a veces contamos cuentos, “aunque a estos niños adoran las historias de terror” me alegra que siempre estén entusiasmados, cuando llegue se sentía una tristeza inmensa, en realidad no sabía si era yo o era el lugar, ahora mismo me he adaptado a ellos.

—Señor Christian —me habla julio.

—¿Sí? — digo separando las hojas.

—Hoy nos contara la historia — pregunta y yo frunzo el ceño

—Si…la historia que se llama “Mi preciada flor” — menciona Natalia entusiasmada.

—Ya veo que les ha encantado esa historia — digo con una sonrisa, miro mi reloj — Se las conté ayer, hoy necesitamos pintar.

Tochos me abuchean, sonrió, me acomodo, los niños igual se ponen cómodos, esta historia esta disfrazada como u cuento, pero si es mejor, me es más fácil hablar de ella.

Era un día lluvioso como hoy, las gotas de agua caían sobre los cristales del aula y se perseguían entre sí, ver las gotas era de alguna manera reconfortante, ese día se me había olvidado mi paraguas y tenía que esperar a que mi madre me recogiera, preferí esperar en el aula, quería leer, pero por venir de prisa en la mañana olvide mi libro, así que tocaba esperar pacientemente, la paciencia era algo que me caracterizaba.

Seguía mirando por la ventana, de pronto vi a alguien salir corriendo como naruto, se estaba mojando “que idiota” pensé, cuando vi que era una chica y aún peor se había tropezado al querer bajar los escalones para llegar al portón, una sonrisa apareció por mi rostro, la chica naruto se levantó y camino lentamente, mamá llego por mí, subí al carro y unas cuadras más adelante volví a ver a la chica corriendo como naruto “acaso están grabando otra temporada y yo ni enterado” me pregunté.

Al día siguiente, el día era soleado, ese día mi humor estaba por los suelos pues estaba asándome y aparte el profesor ni siquiera estaba explicando nada, mis compañeros solo estaban molestando como de costumbre, de pronto alguien empezó hacer tanto ruido que por un momento me dieron ganas de tomar mi cuaderno y aventárselo a esa persona.

Me volteo furioso a enfrentar a la persona que está irrumpiendo mi paz, me llevo la sorpresa que es la chica torpe de ayer, está intentando ¿quitarse una grapa del dedo? Es enserio, no puedo creer que compartiéramos aula y yo ni en cuenta ¿abra la posibilidad de que me cambien?

—Olivia que demonios hiciste — le grita el pelirrojo “Arthur”

Camina hacia ella con gesto de precaución, ella sonrió tal cual niña acaba deshacer una travesura.

—Quería ver cuáles eran las posibilidades de que se me engrapara el dedo — dice asustada “ya perdió hasta el color”

La detallo, es delegada “en extremo” me pregunto si comerá bien, es demasiado delgada, su cabello negro es corto, un poco mal cortado “como si ella se lo hubiera cortado”, tiene ojos verdes, su piel es un tono claro, sus labios son rojos claro y nariz pequeña, tiene pecas y es alta.

La mire tan fijo que supongo que noto mi mirada que me volteo a ver y me regalo una sonrisa, me volteo rápidamente “maldición” mamá siempre ha dicho que no vea a las personas tan fijamente, ese era uno de mis defectos.

—Señor Christian — levanta la mano Susy.

—Susy has interrumpido al señor Christian, ya no nos va a contar nada — empiezan a pelear, sonrió.

—Tranquilos… dime Susy que pasa — me dirijo a la pequeña.

—Arthur y Christian, quien es el más guapo — su pregunta me toma por sorpresa.

—Pues mira Arthur era pelirrojo, alto, ojos cafés, piel blanca, pecas, buen físico, jugador de futbol americano y popular, mientras que Christian era castaño, ojos verdes, alto, un poco flaco, piel morena claro y realmente no le llama la atención ningún deporte, ahí ustedes decidan quién es el más guapo — les digo — Mas les vale que digan que Christian.

Todos empiezan a reír y decir que yo soy el único guapo de todo el mundo “me suben el ego estos niños”, después de esto me piden que siga contando y yo obedezco.

***

Holaaaa, no se si recuerdan que en algun punto subi esta historia, bueno ha vuelto y espero y les encante tanto como a mi.

Nos vemos en el proximo cap, cuidense y no olviden tomar awita :)




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