Mi preciada flor

Capitulo 7

—No es una mala chica, solo que…

—No pasa nada, no quiero hacer nada para perjudicar a Cristian.

—Me perjudican más aislándome, quiero que ella sea mi amiga, ella me motiva hacer las cosas, ustedes estarían felices que me excluyeran.

Miro a mis padres, ellos son comprensivos sé que se equivocaron en juzgarla.

—Supongo que eres igual de necio que tu madre y si te lo prohibimos eres capaz de hacer que te atropelle el camión solo para detenerlo.

Suspiro, la charla empezar con disculpas por parte de mis padres y anécdotas por parte de Olivia, sonrió, es un alivio que todo haya sido un error o eso creo, no importa, solo importa el hecho que Olivia sigue aquí.

Después de charlar un poco más, que mis padres conozcan a Olivia, yo convivir con Arthur y darme cuenta que es un gran tipo, me he dado cuenta que tenemos los mismos gustos en música, de hecho, a ambos nos gusta Nirvana, pasamos un largo rato hablando sobre las canciones que nos gustas y sobre su letra tan profundo que tiene.

Al día siguiente fui a visitar a Arthur, prometió enseñarme sus álbumes, pasamos toda la mañana en su cuarto, ahora entiendo cuando dicen que el tiempo pasa rápido, miro el reloj, hemos estado hablando por tres horas, Arthur sale un momento por llamado de su madre, me levanto de la silla y miro su habitación “Increíble”, entra Arthur y me propone jugar un poco de video juegos, empezamos con uno de fantasía, nuestra misión es rescatar a la princesa que fue secuestrada por el malo.

—Demuéstrame de lo que estas echo — comenta altivo.

—Después de enfrentarse conmigo a este monstro ya no le quedaran ganas de ser malo — Arthur suelta una carcajada.

El tiempo pasa rápido, volteo a la ventana veo la puesta de sol, debo irme, me despido de Arthur y regreso a casa, de camino a casa miro los árboles, sus hojas están secándose, supongo que ya está entrando el otoño, cuando es de noche, las hojas se ponen naranjas con la luz de la luna estas calles se ven preciosas, me quedo por un momento admirando la belleza que tengo delante, de pronto alguien me pica las costillas y yo grito asustado.

Olivia me mira sorprendida — ¡Wow! — se tapa la boca para no reírse.

—Y-yo no grito así, solo me agarraste distraído — carraspeo.

—Claro, un grito de macho alfa espalda plateada pecho peludo — menciona sarcástica.

—Mejor dime, ¿Pasa algo? — cambio de tema.

—B-bueno, Arthur me dijo que estabas en casa y cuando llegue ys no estas, quería saludarte — me regala una sonrisa que acelera mi corazón.

—Eh…h-hola — no se me ocurre que decir y solo la saludo, Olivia ríe.

—Mañana después de la escuela, ¿qué harás?

—Y-yo tal vez regrese a casa y estudie.

—¿Quieres ir al cine conmigo? — pregunta Olivia.

—Ir…al cine? B-bueno si tal vez.

¿Por qué tengo que tartamudear?, solo es una simple salida de amigos.

—Entonces nos veremos mañana — se despide Olivia dándome un beso en la mejilla, dejándome atónito.

Al día siguiente mi día transcurre entre que voy a la escuela, voy al campo a ver a Arthur entrenar y hablar un poco con él, hubo un tiempo en el que también estuve en el equipo, pero me salí porque no era algo realmente me gustara, justamente hablamos de esos tiempos, después de salir de la escuela quede de reunirme con Olivia en la plaza, no sé qué película veremos, mientras este junto a Olivia no importa la película que sea.

—Puedo preguntar qué película veremos — miro a oliva quien tiene una sonrisa traviesa

Ella niega y yo suspiro.

—Mientras no sea una película para adultos todo está bien — comento Olivia escupe su refresco.

—Q-que n-no obviamente no — me da un poco de risa que se ha puesto roja.

Cuando ya es hora de la película pasamos a la sala, nos sentamos en los asientos de la primera fila, Olivia come las palomitas prestándole atención a los comerciales, yo intento no cerrar los ojos, después de aburridos anuncios al fin comienza la película, al principio la película me parece aburrida, conforme va pasando su trama se va poniendo interesante, de repente empezaron a parecer fantasmas o demonios no sé qué sean esas cosas, no me percato que estoy abrazado de Olivia hasta que se queja.

—Oye me siento cómoda con tu abrazo, pero me estas asfixiando — susurra y la miro asustado.

—Porque no me dijiste que era una película de terror — le reclamo y ella ríe.

—Tu dijiste que mientras no fuera una película de adultos todo está bien — imita mi voz.

Me acomodo de nuevo en mi silla, termina la película, no quiero pararme, siento que si me doy la vuelta el demonio me estará viendo fijamente, Olivia me da un zape la miro con el ceño fruncido.

—¡Ay! Perdón, es que te hable, pero no me hacías caso — se excusa.

—Ahora me llevas a mi casa, ya casi es de noche no quiero que ningún demonio se apodere de mi — me levanto y ella asiente.

Salimos de la plaza después de ir por unos helados.

—Entonces no te gusta el terror — pregunta y yo la miro furioso.

—Y hasta ahora me lo preguntas — ella ríe.

—Bueno la próxima tu elegirás la película — asiento.

La llevo a su casa y me despido, me do la vuelta para ir a mi casa, me detengo cuando ella me habla.

—Que no te iría a dejar yo — pregunta, volteo y sonrió.

—Jamás dejaría que una dama regrese sola por las oscuras calles — le digo con voz gruesa, me mira con el ceño fruncido.

Escucho una risa atrás de mí, volteo y veo a Arthur riéndose de mí, se acerca y me abraza.

—Entonces deja que yo te lleve a casa, como dejare que camines solo por las calles.

—Consíganse un cuarto, pervertidos — nos dice Olivia, ambos la miramos.

Yo avergonzado me doy la vuelta y empiezo a caminar, escucho que Arthur y Olivia pelean, poco tiempo después Arthur me alcanza.

—No necesito que me lleves a casa — menciono.

—Así, no te lo dije, hoy me quedare contigo — paro en seco y lo miro.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.