Mi preciada flor

Capitulo 10

Falta una semana para que sea Halloween, quisiera poder decir que ya tenemos los disfraces listos, pero lamentablemente no, estas últimas dos semanas han sido de exámenes y más exámenes, hemos estado demasiado ocupados aparte que se acerca una feria que se hace cada año en la escuela, estamos en la última clase, cuando suena el timbre salgo corriendo detrás de Olivia quien fue la primera en irse.

—O-Olivia — apenas puedo hablar, esto de correr no es lo mío.

Olivia voltea confundida, cuando me ve corre sorprendida, me extiende su mano la tomo y ambos empezamos a caminar junto al pasillo.

—Y…ya sabes que disfraz te pondrás — le pregunto y ella me mira.

—¡Eh! Bueno de hecho creí que los íbamos a escoger juntos — habla, siento la cara caliente, me volteo hacia la pared tapándome con las manos — ¿Cristian?

—¿Quieres ir hoy?

—Claro — responde, la volteo a ver y esta con una sonrisa.

Ambos nos dirigimos a la plaza, conozco solo una tienda de disfraces y eso porque mi prima cada año me obligaba a venir con ella, me alegro que este año no sea ella quien camina a mi lado.

—Puedo preguntar cómo sigue Lalo — la miro, ella levanta la cabeza y trata de sonreír.

Se encoge de hombros — Supongo que bien, no se ha quejado.

Quiero consolarla, decirle que todo saldrá bien, pero sé que esas palabras ya las abra escuchado, son las palabras más comunes y puede que sean las palabras más hirientes, aunque después de la tormenta viene el arcoíris antes de que llegue el arcoíris está el desastre.

—Olivia…

—Tranquilo, él es fuerte, yo estaré a su lado mientras el siga aquí — trata de sonar fuerte, pero su voz se quiebra.

Ambos seguimos caminando, tal vez ella se quedó en silencio para que el nudo en su garganta se fuera, yo me quede en silencio porque no quiero decir algo que sea peor, cuando llegamos a la tienda ambos vemos disfraces, oliva tiene la grandiosa idea de probarnos cada uno y así ver cual se nos ve mejor. Comenzamos con un disfraz de piratas ambos nos vemos al espejo y hacemos una mueca de desagrado, así pasamos unos diez disfraces hasta que encontramos el disfraz perfecto.

Nuestro disfraz es del tío cosa, ambos salimos de la tienda con nuestro disfraz, le invito un helado, decidimos ir al parqué a comer nuestro helado, mientras caminamos al parque empezamos hablar sobre cómo nos fue en los exámenes, al parecer no fui al único que le fue mal.

—Bueno realmente lo tuyo es entendible, has estado ausente debido a que tienes que ir al hospital — le comento y ella me mira con nostalgia.

—Estoy fallando y no quiero eso, quiero que la madre abril se sienta orgullosa — la miro, le tomo la mano, ambos paramos mirándonos.

—No estas fallando, de hecho, la estas apoyando, no te presiones todo a su tiempo — le acaricio la mejilla, una lagrima amenaza con Salir.

—Consíganse un cuarto pervertidos — gritan al otro lado de la carretera, ambos volteamos y vemos a Arthur saludarnos con una sonrisa.

Cruza la carretera yendo a nuestra dirección, nos mira con una sonrisa pícara.

—Ves Olí, te dije que el té de calzón serviría — golpea su hombro suavemente.

—¡Arthur! — oliva se tapa su rostro rojo, Arthur suelta una carcajada.

—Así que…hablan de mi — le sigo el juego a Arthur.

—Olivia no para de hablar de…

No termina de hablar porque Olivia le tapa la boca. Decidimos seguir caminando, llegamos al parque, Arthur se acuesta en el pasto y se queda dormido, miro a Olivia quien me mira con una sonrisa.

—Tápale la nariz — susurra Olivia.

Le hago caso y le tapo la nariz a Arthur que unos segundos después se levanta molesto, se sienta en medio de los dos.

—Así como ustedes no me dejan dormir a mí, yo no los dejare tener su romance — se cruza de brazos, Olivia y yo empezamos a reír.

Se nos va la tarde hablando, le presumimos a Arthur nuestros disfraces, él nos presume que ha conseguido una linda chica que lo acompañara a la fiesta de Halloween, realmente nunca he ido a una de esas fiestas, no porque no me inviten si no que nunca me han interesado, miro la puesta de sol, siento una persona que se recarga en mi hombro, volteo a ver que no sea el imbécil de Arthur, me topo con la cabellera de Olivia, miró a Arthur quien me guiña el ojo. Después de que el sol se oculta volvemos a casa, este día lo sentí diferente a otros, sentí que Olivia y yo nos acercamos más y eso de alguna manera me alegra.

Solo espero nuestra felicidad dure por mucho.




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