Mi preciada flor de loto

Kaiser

PRESENTE

 

SIANG

 

Me encontraba tendida en el suelo, seguía un poco mareada y desorientada pero cuando abrí mis ojos y miré al frente ví a Heesung cerca del lago.

 

Lo podía recordar todo, las cosas que vivimos juntos en el Reino de las Hadas, todos los días que salíamos a pasear y cuánto nos amábamos.

 

Enseguida, si pensarlo dos veces me levanté y corrí hacia él.

 

Siang: ¡Heesung! _ tomé su cuerpo inconciente y lo puse sobre mis piernas, con un suave toque sostuve su cara y lágrimas brotaron de mis ojos_.

 

Heesung: ¿Si..Siang..? _ dijo con dificultad, y abriendo los ojos lentamente _.

 

Siang: oh, Heesung, recuerdo todo , cada detalle. Lo logramos Heesung, lo logramos _lo abracé fuertemente contra mi pecho _.

 

Heesung: ¡Siang! _ el lloro como un niño pequeño _ te extrañe tanto...

 

Siang: yo igual _ luego de eso le arrebate un beso_.

 

Heesung: Siang, debemos ir a derrotar a kaiser.

 

Siang: _ yo le sonreí_ sí, eso debemos hacer, para poder estar en paz y proteger a nuestra gente.

 

Heesung: iré con Andrew a Mishu para ver a kaiser.

 

El se levantó del suelo y antes que pudiera decir otra cosa monto un caballo de luz y junto a Andrew y Shadow fueron a derrotar a kaiser.

 

Heesung: ¡te amo Siang! ¡espérame a salvo!

 

Siang: ¡También te amo!

 

Mientras pasaba todo eso me había olvidado que había venido con mi familia y amigos.

 

Yin: ¿y bueno? ¿vamos a dejarlos ir o iremos escondidos a protegerlos?

 

Siang: sin duda alguna los vamos a perseguir, necesitaran nuestro apoyo.

 

HEESUNG

 

Andrew, Shadow y yo cabalgamos incesantemente hasta el bosque prohibido, el cual al sentir mi presencia parecía obedercerme y guiarme hasta mi Reino.

 

Andrew: debemos seguir el camino que nos muestra el bosque.

 

Shadow: mi señor, el bosque lo reconoce como su Amo y Señor, así que lo está guiando a la entrada del Reino.

 

Heesung: eso parece ser de gran ayuda, sigamos el camino _ dije mientras intentaba mantener quiero a mi caballo, aún era nuevo en montar caballos hechos de solo luz_.

 

Shadow: sí, mi señor.

 

Luego de un rato llegamos al corazón del bosque. Me bajé del caballo y al pisar sentí una gran onda de magia salir de mi cuerpo; enseguida, del suelo brotó una gran puerta de oro, la atravesamos y por fin pude llegar a mi hogar.

 

Shadow: es aquí, mi Señor.

 

Heesung: ya es hora.

 

Andrew: me quedaré aquí, pelearé contra los aliados de Kaiser.

 

Heesung: iré a buscarlo al palacio , lo haré pagar por todos sus crímenes.

 

Shadow: mí ejército y yo le cubriremos la espalda, vaya sin miedo.

 

Heesung: gracias.. a los dos _ luego de decir eso subí a mi caballo y monté rumbo al castillo_.

 

Mientras más avanzada por las calles que antes estaban repletas de alegría y prosperidad por parte del pueblo. Pude presenciar lo miserables que eran, la sangre de la gente de Mishu chorreaba por los techos, cuerpos sin vida alguna estaban en medio de los caminos; Parecía más una pesadilla que un sueño.

 

Miré a mi alrededor en busca de algún ciudadano pero era en vano, todo estaba quemado y lleno de cenizas. Era igual que un pueblo fantasma.

 

Cuando mis esperanzas estaban decayendo escuché a lo lejos la voz de infante.

 

X: ¿e-es... usted el señor que nos va a salvar? _ preguntó en un tono tembloroso_.

 

Con alegría, di la vuelta a mí caballo y ahí estaba, una niña de unos 7 años, poco a poco gente salía de las casas.

 

Me acerqué lentamente y le dije con una enorme sonrisa en mi cara:

 

Heesung: así es _ asentí _ ¡desde hoy me voy a asegurar que el pueblo de Mishu no sea más nunca un lugar al que temer. Ese Tirano que está sentado en el Trono y se hace llamar "su Rey" hoy perecerá!

 

¡Más nunca los atormentara ya que el verdadero heredero está hoy presente ante ustedes! _ dije con entusiasmo_.

 

Luego de eso puse mi rumbo al castillo y la gente atrás mío celebraba y me apoyaba.

 

Heesung: es bueno estar en casa _ susurré _ ¡ muestrame de lo que estas hecho, Kaiser! _ desmonté mi caballo y empuñando mi espada de luz abrí la puerta.

 

Todo olía horrible, habían huesos humanos y de animales esparcidos por todo el salón. La carne putrefacta parecía haber sido comida de sus cuerpos, sin duda alguna una bestia era la responsable de esta catástrofe.

 

Mientras más me acercaba a la Sala del trono más fuerte se escuchaba el crujir de los huesos.

 

Estaba frente a frente en el lugar donde antes estaban mis padres.

 

Con ayuda de mi espada hice picadillo la gran puerta de Plata, cuando esta cayó pude apreciar la horrorosa apariencia de la persona que se hacía llamar "Monarca"

 

Heesung: ¡Estoy aquí... Kaiser!

 

Kaiser: tardaste bastante, niño.

 

Heesung: ¿de qué hablas? en términos espirituales tenemos la misma edad.

 

Kaiser: pero esto es el mundo real, y ante mí solo veo un devil niño de 17 años.

 

Heesung: podré ser joven aquí, pero soy más poderoso que tú y tu ejército.

 

Kaiser: no te confundas pequeño, todo esto lo hice yo solo _ dijo mirándome con sus feos ojos color carmesí y pasando su asquerosa lengua por su labio superior lleno de sangre fresca_ los huesos de tus ciudadanos son exquisitos.

 

Heesung: pues ya no podrás disfrutar de nada más, porque hoy te voy a sellar en lo más profundo del inframundo.




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