Mi preciosa Bailarina

#4

Al pasar los días, Daysi seguía contactándose con la familia flores; sinceramente eso le gustaba a Susan, podía notar a su madre un poco más feliz, con respecto a sus ensayos, cada vez eran mas exigentes pero aun así, ella no se detendría; cuando llego a su trabajo se pudo relajar de la ardua mañana que había pasado, su jefe le pidió que limpiara las vidrieras del local, como es de costumbre busco aquella pequeña escalera roja y fue así que comenzó su tarde laboral. Por otra parte Patrick y su madre decidieron tomar un café en el centro comercial que se encontraba cerca de la empresa, al estar en dicho lugar, ambos se colocaron a hablar sobre las nuevas empresas que se asociaban a ellos y en la capital que ingresaba, pero su conversación se ve interrumpida por una llamada de james, a Daysi le encantaba ver a su esposo, lo extrañaba pero se conformaba con observarlo a través de una pantalla, después de culminar la llamada, Patrick le propone a su madre caminar un poco, ningunos querían regresar a la empresa, mientras iban caminando Patrick frunce su ceño al notar a una chica montada encima de una escalera, el tenia muy malas experiencias con estas, así que sabia el dolor que causaba una caída de ellas.

__Se caera –señalo a la chica- y estoy seguro que le dolerá.

__Tienes razón –dijo Daysi agudizando su vista- acércate y prevenla –buscaba en su bolso, los anteojos-

__Bien, mamá –comento y se dirigió hasta la joven-

Patrick apresura su paso, cada vez la pequeña escalera se tambaleaba aun más, pero estando ya cerca, la chica pierde el equilibrio y este logra atraparla en sus brazos, iba a hacer una caída segura; Susan tenia sus ojos apretados y el corazón a mil.

__ ¿estas bien? –pregunto-

Susan simplemente podía asentir, no podía ni quería abrir sus ojos, estaba avergonzaba, cuando este pudo colocarla en el piso, suspiro cabizbaja.

__Gracias…

__Me acercaba para prevenirte pero…

Daysi quien había encontrado sus anteojos, se acerco rápidamente preocupada.

__¿estas bien? –pregunto al igual que su hijo-

Fue entonces cuando Susan sube su rostro y puede verla.

__¿señora Daysi?

__ ¡Susan! –exclamo llevando ambas manos a su boca- cariño, si Patrick no llega a tiempo, de seguro hubieses tenido una caída fuerte.

__Lo sé –admitió la chica y se giro para ver a aquel hombre que la había salvado- gracias nuevamente.

Patrick al saber que era ella, todo lo que quería decir se quedaba atascado en su garganta, era algo absurdo.

__De… Nada, debes –aclaro su garganta- debes tener mas cuidado, ellas –señalo la escalera- no son de confiar-

__Lo tendré en cuenta –comento la chica cabizbaja-

__Me alegra saber que no te ha sucedido nada –dijo- nosotros debemos regresar a la empresa, por favor, busca algo mas seguro, ¿si?

__Prometo hacerlo, señora Daysi –sonrió- nuevamente, muchas gracias, Patrick.

__No tienes porque agradecerme –sonrió embobado-

__Bueno, yo debo seguir trabajando, hasta pronto.

__Igualmente hija, saludos a tu madre…

Los dos se despidieron de la chica y se dispusieron a regresar a la empresa, pero Daysi había notado lo extraño que actuó su hijo, es por eso que no dudo en preguntar.

__ ¿Qué fue todo eso?

__ ¿a que te refieres? –pregunto el hombre confundido-

A lo que su madre se carcajeo con ganas y negó para seguir su camino, el resto de la tarde estuvo tranquilo pero Patrick estaba inquieto es por eso que cuando regresaban solo dejo a su madre.

__¿a donde vas?

__Se me quedo algo en la oficina, regreso ahora.

Daysi conocía a su hijo y estaba segura que se dirigía a otro lugar.

__Esta bien, te esperare.

Patrick al asegurarse que su madre entro, encendió el auto y se dirigió al centro comercial, el no sabia porque razón lo hacia o mejor dicho, si lo sabia, regreso por Susan; hace unos días cuando hablaba con su madre, ella dejo su teléfono en el sofá, así que con mucho sigilo, tomo el atrevimiento de encenderlo y sacar el numero de la chica, para tenerlo en el de él, así que ahora se encontraba en el estacionamiento del centro comercial esperando un no-se-que, chequeo la hora en su teléfono, ya casi daban las 19:30h, pero no sabia si escribirle o no, se hacia tantas preguntas como ¿pensara que soy un acosador?, ¿Qué me gusta?, pero rápidamente descartaba la ultima pregunta, ella no podía gustarle o, ¿si?.... Luego de esperar un poco mas, decidió enviarle un mensaje; sin embargo Susan estaba contenta porque su jefe decidió dejarlos ir media hora antes, estaba agotada, sus pies dolían y quería descansar, cuando arreglaba sus cosas para irse, su teléfono suena, es por eso que lo toma y abre el mensaje, quedándose sorprendida al acto.




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