Mi primer amor 2: Entre los dos

Ángel

Ya habiendo pasado todo lo de la feria de independencia, entre otras cosas, Nebu y Nohemí habían vuelto a pasar el tiempo juntos y el poder divertirse era más probable que el de estar aburridos. Pero, sin siquiera logra comprender los motivos del porqué terminaron distanciándose mucho no siquiera el poder comprender la verdad tras la confesión de Nebu hacia Nohemí y la respuesta que ella no le había dado aún, era todo lo que mantenía todo como era antes, o eso era lo que parecía.

En cierto punto, aunque Nebu aún recordaba lo que dijo aquel día, no podía quedarse sin saber la respuesta pero, el simple hecho de pensar en que ella lo rechace o volver al mismo punto que habían estado durante un buen tiempo, le daba demasiado terror como el mantenerlo sin tratar de hacer algo más para salir de este callejón sin salida en la que había entrado. La verdad era que, a pesar de que él intentara buscar un momento adecuado para poder preguntarse lo de nuevo, ese momento nunca llegaba y no lo haría si él nunca daba el primer paso para que esto ocurriese.

Nebu, siendo que estos eran los últimos días que les quedaba de clases, ya no era posible el seguir dudando más, para ello era necesario armarse de valor decírselo de una vez y no dejar que el tiempo siguiera pasando así sin lograr conseguir la respuesta tan esperada, no podría decir que realmente lograría su cometido ni mucho menos el poder comprender que era ese sentimiento que se había apoderado de él hace ya bastante tiempo.

Así que, mientras estaban en hora de recreo y durante algunos momentos en que tuvieron tiempo libre entre las clases, trato una y otra vez de preguntar pero, justo cuando estaba por preguntar cuál era la respuesta acerca de su confesión a Nohemí, ella lo evitaba yendo con aluna de sus amigas, poniendo alguna excusa como que estaba buscando un cuaderno o que se le había olvidado algo y debía de buscarlo.

Nebu, aunque intento preguntarle mientras iban de regreso a casa, ella cambiaba rápidamente de conversación. Esto siguió siendo así una y otra vez hasta que ya había pasado casi semanas y ya sólo les quedaban unos días antes de que terminasen las clases y, con ello, ya no se verían más hasta el próximo año.

Nebu, ya harto de todo esto, se dijo a sí mismo – esta vez no dejaré que te escapes y me vuelvas a evitar de esta manera – y, una vez terminada la clase, Nebu se acercó a Nohemí y espero pacientemente en que ella platicara con sus amigas y que no sintiera la menor probabilidad de que él llegase a ser un obstáculo en lo más mínimo.

Pero, una vez que ya había terminado las clases y se estaban dirigiendo hacia sus casas, Nebu dijo – Nohemí... esté... ¿Qué tal si hacemos algo? – Nohemí, un poco extrañada al escuchar a Nebu sugerir el hacer algo mientras caminaban de regreso a casa, pero, como una ocasión especial al ser que ya estaban por terminar las clases, lo que Nebu estaba sugiriendo no parecía nada fuera de lo normal, más bien, Nohemí pensaba – quizás quiera que nos divirtamos un poco más antes de que inicien las vacaciones. Bueno, después de todo, no nos podremos ver hasta el próximo año – dio un pequeño suspiro y, en voz baja, dijo – sí, ya sólo será hasta el próximo año ¿No? – Nebu, que no había escuchado muy bien lo que ella había susurrado, preguntó – ¿Sí? – Nohemí, con una sonrisa, respondió – ¡Ah!, no es nada, así que no te preocupes, sino, más bien, me interesa más en lo que estabas diciendo hace un momento – Nebu – de acuerdo. Bueno – miró hacia el campo – lo que quiero que hagamos en esta ocasión es ir corriendo hacia aquel árbol y, el primero en llegar gana. ¿Qué te parece? – Nohemí – no es muy mala idea... Sí, me parece muy buena la idea, así que hemos de hacer la carrera pero, déjame decirte que, sin importar cuanto hagas por ganar, yo seré la vencedora de esta carrera – Nebu, con una sonrisa en el rostro – bueno, entonces, ¡Vamos! – Nohemí – ¡Sí! – y con ello se colocaron justo desde donde estaban como punto de partida para poder dirigirse hacia el árbol como la meta.

Una vez que los dos estaban preparados, Nohemí empezó a decir – muy bien. Entonces ¡En sus marcas! ¡Listos! Y ¡¡¡FUERA!!! – y con estas palabras los dos empezaron a correr. Nohemí, que tenía una mejor condición atlética que Nebu, no tardó mucho en dejarlo y estar en la delantera. Pero Nebu, que la miraba como se alejaba y lo dejaba cada vez más y más atrás, pensó – no... no... no... no, no, no ¡NO! Si no soy capaz de seguirle el paso, no podré nunca alcanzarla y poder conocer lo que ella realmente piensa sobre lo que le dije. Y, si no soy capaz de alcanzarla, nunca podré hacer nada – así que, utilizando todas sus fuerzas, empezó a correr cada vez más rápido hasta alcanzar a Nohemí.

Nebu, con una meta en mente, pensaba – a partir de este momento, no puedo dejar que todo siga de la misma forma. Puede que sea alguien inexperto y que no entiende en lo más mínimo todo lo que está sucediendo en mente, pero... pero... ¡pero no dejaré que esto sea una excusa que me haga echarme para atrás y no tratar de conseguirlo! ¡No soy alguien débil! ¡No dejaré que todo siga siendo tan confuso! Se lo diré, se lo diré... se lo diré – miró el árbol que ya estaba a unos cuantos pasos – ¡se lo diré! – y, siendo que Nohemí había logrado acortar la distancia al tomarse la carrera más en serio, el tocar el árbol sería lo que determinaría quien era el ganador.

En el momento de llegar a tocar el árbol, Nebu logró hacerlo por unos pocos segundos antes que Nohemí. Nohemí, al ver que había perdido, dijo – bueno, al parecer no debí subestimarte. En esta ocasión me he confiado. Pero, si lo volvemos hacer, veras que no me volverás a ganar – y se dio la vuelta para dirigirse al punto de partida.

Justo en ese momento en que ella estaba empezando a dirigirse al punto de partida, Nebu dijo – espera – mientras jadeaba y trataba de recuperar el aliento. Nohemí, al escuchar como él estaba tratando de recuperar el aliento, dijo – bueno, creo que un descanso antes de hacerlo otra vez, no es una mala idea. Además, no creo que sea bueno que digas que no te doy la oportunidad de poder descansar antes de otra carrera y que luego digas "por culpa de la carrera anterior es qué no tengo las suficientes fuerzas para ganarte" o algo como "me has ganado sólo porque estaba cansado" jaja, ja, jajajajajaja, jaja, ja – se rió.



#19098 en Novela romántica

En el texto hay: primer amor

Editado: 01.09.2021

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