➡Maratón1/7⬅
quisiera odiarlo pero no puedo, desde que hable con él no puedo dejar de pensar en lo que le dije, soné muy dura pero quisiera olvidarlo y que me olvide, quisiera empezar de nuevo pero mi corazón es tan egoísta que no quiere dejarlo ir...-¿Cómo amaneció la mujer más guapa del universo?-pregunta Yeyo entrando en la oficina con su sonrisa divina.
-Buenos días señor alegría, si no tiene apuro buscare a esa mujer y cuando sepa como amaneció te informaré-conteste sonriendo, se acerca hasta dónde estoy y me da un beso en la mejilla-Yo creo que esa mujer esta justo en frente de mi.
-Pues yo creo que necesitas ir al oculista urgente por que yo no soy la más bella del universo.
-Pero para mi sí, eres la más bella de todas-contesta mirándome fijamente, me removí inquieta su mirada me hace sentir incómoda, al notar mi nerviosismo cambia de tema-¿Que harás ésta noche?-pregunta sentándose frente a mi.
-Creería que dormir.
-Uuh que aburrido!! Quiero que me acompañes a un lugar que estoy seguro que te va a encantar.
-Pues..
-No acepto un No por respuesta-me interrumpe. -Lo que pasa es que como no salgo hace mucho, no tengo ropa de fiesta-respondo un poco avergonzada-Y no tengo con quien ir de compras.
-Eso no es ningún problema, paso por ti a las tres e iremos de compras-le miro sorprendida.
-Tú iras conmigo de compras? Ni en sueño.
-¿Qué? ¿Crees que no se de ropa de chicas? Me ofendes mujer-lleva la mano en el pecho fingiendo estar ofendido.
-No no es eso, es que..
-Es que nada... Paso por ti a las tres-me guiña un ojo y se levanta-te demostrare que se más de moda que tú-sale y cierra la puerta tras él, efectivamente Yeyo seria el hombre perfecto para cualquier mujer es alegre, comprensivo, detallista, y además es guapo.