Capítulo 127

Rápidamente busque mi ropa, me decidí por un jean negro, un buso suelto gris y unas zapatilla blancas, alice mi cabello y bajé.

-Hola ma!-digo al ver a Irene en la sala.

-Buenos días pequeña-se levanta y viene hasta mi-Suerte-me besa en la mejilla.

-Gracias ma-me acerco y le abrazo-gracias por todo lo que hiciste por nosotros hasta hoy, tú y Marcelo siempre han sido los padres que soñé tener, pasamos muchas cosas pero aquí están siempre dándome su apoyo, su amor y cariño...-me separo y veo sus ojos llenos de lágrimas.

-Mi pequeña-susurra-siempre estaremos aquí para ti y para tu hermano, quizás la vida no dejo que tuviéramos hijos de nuestra propia sangre pero si nos regalo dos preciosos niños que cambiaron nuestras vidas y hace que nuestro día a día sean inmensamente feliz-le vuelvo a abrazar justo cuando escucho de nuevo a Alex llamarme.

-Me voy-digo y deposito un pequeño beso en su mejilla, la vida a sido generosa conmigo a pesar de tanta tragedias me ha dado una madre y un padre que cualquiera en el mundo hubiese querido tener.

Horas después...

El camino era un silencio sepulcral, nadie hablaba y por mas que iba tarareando una canción me estaba agobiando que todos estén sumergidos en sus pensamientos sin decir nada, miro a mi papá que iba concentrado en la carretera, Matt iba recostado por la ventanilla con los ojos cerrados y Alex parecía estar contando cada árbol que íbamos cruzando, el camino parecía no terminar nunca, ya estábamos muy alejado de la ciudad-¡Papito!-digo llamando la atención de Mauricio-¿Por qué decidieron vivir tan lejos de la ciudad?-pregunto mirándolo por el retrovisor .

-A tú mamá le encantaba la naturaleza y quería que sus hijos se criasen en medio de la tranquilidad del campo que en una ciudad barullenta y lleno de peligro.

-Pero...al final no sirvió de nada-susurro Alex. -Nunca pensamos que pasaría aquello... Jamás imagine que esos malnacidos iban a dar con mi familia, si yo tenía una casa en la ciudad cerca de la comisaria pero ellos fueron más inteligente que yo, le tendieron una trampa a tú madre, a la cual ella fácilmente cayó.