No puedo creer que todo haya sido un sueño, después que el Dr. Engel me explico algunas que otras cosas, me hicieron varios estudios de la cabeza, y determinaron que todo está bien, la tragedia se convirtió en suerte. Mis padres están en camino al igual que Joel, no sé cómo reaccionare al verlos, todo me parece muy confuso, siento una mezcla de sentimientos... No si Álex es de verdad mi hermano y si Mauricio es mi verdadero padre, no sé si Joel estuvo de verdad con otra mujer, no sé si Yeyo existe, no sé si Matt está con Gabriela o si está bien, o si de verdad tuvo un accidente, ¡no sé nada! ¿Cómo pudo pasarme esto? ¿Cómo puede vivir en un sueño durante 3 años? Esto es un fastidió.
Pasados unos minutos la puerta se abre y detrás aparece la figura que creí que era un fantasma, o también una imaginación mía, me sorprendí al verlo entrar con una bata de doctor-Hola Como estás? Yo me llamo...
-Yeyo-interrumpí, está vez es él quien me queda mirando un poco atónito.
-¿Cómo sabes mi nombre?-pregunta.
-Te...he visto en mi sueño-digo poco convencida, esto es realmente extraño-Pero...¿Tú no eras contador?.
Sonríe y se acerca.
-No... soy Doctor, bueno medio doctor, soy el ayudante de Engel y también sigo estudiando.
-Entiendo... perdón es todo raro para mí esto-bajo la mirada.
-Tranquila... suele ocurrir, haz dormido tres años, es algo lógico... pero haz como si nunca paso, que todo eso fue solo una simple pesadilla.
-No es tan fácil.
-Lo sé-se acerca a una máquina y comienza a checar-Emily si todo va bien como hasta ahora ya mañana te podremos sacar el respirador para probar si puedes respirar tú sola, y ya te pasaremos a una habitación normal, para luego darte de alta-le sonrió levemente como aceptación a lo que dijo-Me encantaría seguir platicando contigo...pero tengo unos pacientes más-dice apenado.
-No importa... ya habrá momento.
-Buenos nos vemos Emi-se despide y desaparece por detrás de la puerta.(Me gusta más el Yeyo de mi sueño ) Me quedé allí no sé cuántos minutos cuando mis párpados comenzaba a pesar, mis padres aún no venían... de apoco Morfeo se fue apoderando de mi y quedé rendida en sus brazos.
Desperté por qué siento unas…