Me quedé allí no sé cuántos minutos cuando mis párpados comenzaba a pesar, mis padres aún no venían... de apoco Morfeo se fue apoderando de mi y quedé rendida en sus brazos.
Desperté por qué siento unas cosquillitas en mi rostro, al abrir mis ojos me encuentro con otros par de ojos cafés-¡MAMÁ!-digo incorporándome, ella sonríe.
-Hija-sus ojos se llenan de lágrimas-Haz despertado al fin mi amor-hice un esfuerzo y la abrace, necesitaba sentir que era real y si lo era, esto ya no es un sueño, mi papá se unió a nosotras y nos rodeó con sus brazos.
-No sabes lo mucho que te echamos de menos princesa.
-Yo también papá-digo con dificultad, al parecer estaba apretando el tubo de mi respirador y sentía que me ahogaba, me hecho para atrás de golpe como de un impulso.
-Hija! hija estás bien?-pregunta mi madre desesperada, señalo con mi mano el respirador y mi padre al ver lo que ocurría se apresuró a ponerlo bien.
-Ya está mi amor...ya puedes respirar?-pregunta preocupado.
-Es... jodido esto-digo respirando nuevamente-es horrible.
-Lo se hija pero ya pronto estarás bien-dice mi madre, después seguimos hablando unos diez minutos, solo diez ya que no se admitía más de eso y según ellos me tenían una sorpresa por lo que no quisieron hablarme de Matt, ojalá no sea lo de mi sueño.