Capítulo cuatro.

Lo que más me sorprendía a veces de mi personalidad era la forma en la que podía mantenerme serena en ocasiones cuales tenés que estar a punto de explotar de los nervios. Y ahora, creo, parecía ser una de la más calmada cuando la policía detuvo la camioneta de Sebastián por conducir más rápido de lo que debe. Sus nervios no eran precisamente porque la policía los haya parado, si no, que querían hacer un chequeo de la camioneta ya que cuadraba con la descripción de una que fue robada hace unos días y está contenía marihuana. 

—¿Qué haremos?—susurró Jack completamente inquieto. 

Sebastián y Jennifer estaban hablando con los oficiales intentando explicarles que la camioneta la compraron hace dos años. Anna estaba junto a ellos apoyando lo que decían. Mientras tanto, Jack, Benelope, Liam y yo nos encontrábamos parados contra la puerta corrediza de la camioneta pensando que hacer. 

—No es posible que Sebastián tenga marihuana en su camioneta—sisea Liam, mirando hacia el cielo. 

—¿Y si la sacamos?—dije tratando de dar una idea. Si la policía los llegara a descubrir, obviamente me tomarían de cómplice por estar con ellos y eso no me apetecía en lo absoluto. 

Me miraron sin entender. 

—La marihuana—les aclaré. Hice un ademán apuntando a los policías—. Si la sacamos antes de que los policías quieran revisar la camioneta no encontrarán nada. Ahora están distraídos hablando con los chicos, podríamos intentarlo. 

Benelope hizo una mueca pero asintió, dando su aprobación. Jack de igual manera. Liam solamente me miró fijamente con algo de sorpresa en su rostro.

—Yo iré a ayudarlos a distraer—dijo Benelope—. Que Jack este atento a los movimientos de los policías, y tú y Liam vayan a buscar esa porquería. 

Joder. Esto iba a ser más complicado de lo que creí. Benelope comenzó a caminar hacia donde estaban los demás con los policías, en esto, Jack se colocó más al frente y nos hizo una seña con la mano para que empecemos. 

Deslicé la puerta de la camioneta tratando de no hacer ningún ruido que pueda llamar la atención y me subí. Luego se subió Liam. Me agaché para que mi cabeza no chocara contra el techo de la camioneta y comencé a buscar de bajo de los asientos, entre algunas bolsas que habían también. Me escondía de vez en cuando para que no puedieran verme através de las ventanas. Liam fue al fondo a buscar. 

—Ésto es obra del hermano de Sebastián y Jeniffer—murmuró Liam apareciendo con una bolsa en su mano donde supongo que debe estar la droga. Elevé una ceja y él rodó los ojos—. Ninguno de nosotros consumimos está porquería. La camioneta le pertenece al hermano de Sebas, no quiero que pienses mal de ellos—aclaró al final. 

—Tranquilo. Esto es divertido—intente hacer un comentario gracioso, pero es sonó más estúpido de lo que creí. 

En parte era verdad. Pura adrenalina, pero ya no pensaría lo mismo si un policía nos atrapa.  

—Si, muy divertido—fue fácil notar el sarcasmo en su voz e incluso el desagrado. Bueno, creo que no podré llevarme bien con él. 

—¿Prefieres qué altere más a todos armando un drama y no ayudando?—bajé el tono de mi voz al final cuando me di cuenta que lo estaba elevando más de lo que debía. 

Liam apretó su mandíbula. 

—Me importa una mierda lo que hagas. Total, seguramente eres una falsa—dicho esto, bajo de la camioneta escondiendo la bolsa en la parte de su espalda. 

¿¡Qué diablos le sucede a éste tipo!? ¡Es un completo idiota! 

Tratando de mantener la ira en su lugar para no armar ningún escena, bajo de la camioneta y cierro la puerta con sigilo detrás de mi. Jack mira hacia mi dirección y asiento, confirmando que ya está hecho. 

»Me siento como una narco« pensé con gracia, ignorando mis ganas de querer pegarle un puñetazo a Liam por lo dicho. 

Comienzo a caminar hacia Anna, quien al verme acercar me sonríe levemente. Paso por enfrente de Liam quien me observa por unos segundos, sin embargo yo le ignoro. Benelope me mira con una ceja alzada y yo asiento en su dirección. 

—Si quieren revisar, háganlo de una vez—interrumpe la conversación de Sebastián y el policía, esté al escucharla abre lo ojos como platos. ¿No les dijo el plan? 

La pasarán mal, definitivamente. 

Los policías se miran entre sí sin entender el repentino cambio de decisión. 

—Lo que dijo ella—esta vez habla Jack, acercándose—. Revisen, no encontrarán nada. 

Sebastián parece querer matar a Jack y Benelope en estos momentos, en cambio Jennifer y Anna están pálidas como la harina. Yo intentando calmar a Anna, tomo su mano y le doy un apretón; me mira y le sonío. 

—Está todo controlado—susurro muy bajo, pero lo suficiente para que ella me escuche.Y quizá si Jennifer está atenta a lo que dije, también lo escucho. 

Ella me observa sin comprender, aún así asintió. 

Los policías tardaron unos segundos pero terminaron accediendo a revisar la camioneta aunque Sebas haya intentado impedirlo nuevamente. Liam al ver los policías acercarse, dió unos pasos hacia atrás con discreción. El primer policía, que parecía ser el que está al mando, deslizó la puerta de la camioneta y se subió. Su compañero espero afuera, observando con atención al grupo. Un minutos más tarde, el primer policía salió de la camioneta y le hizo una seña a su compañero para acercarse a nosotros. 

—No encontramos nada—dijo e hizo una mueca con sus labios—. Le recomendaría que manejara con cuidado y sin sobre pasar los límites, porque la próxima seguramente puede recibir una multa—se dirigió a Sebastián al hablar—. Disculpen el pequeño disturbio, buenas tardes—tras decir esto ambos policías subieron a la patrulla y arrancaron. 

Liam se acercó al grupo, quienes estábamos reunidos casi en un círculo. Quienes no sabían que pasaba, Sebastián, Jennifer y Anna tienen una expresión entre alivio y confusión, mientras tanto los demás compartimos una de triunfo. Soy una maldita genia.