Es cierto que llegas a un punto en la vida donde todo te aburre, donde no encuentras algo entretenido que hacer con ella.
Empecé mi penúltimo año de preparatoria, y simplemente no hay nada entretenido o nuevo en este año, todo parece como siempre.
Donde las populares molestan a los frikis, donde los jugadores de fútbol y basquetbol tratan de ligar con las chicas guapas, donde es mejor pasar desapercibido para que no llegues a ser molestada.
Llegas a ese punto que cuando estás en clase, hasta llegas a ponerle atención al profesor ya que no hay nada más entretenido que eso, salirte de clase o dormir, pero como yo duermo mucho simplemente no puedo dormir en clase.
También llegas al punto de que estás harta de todo, de la misma rutina, de las mismas personas, del mismo lugar... todos los días lo mismo, nada nuevo, nada interesante.
En lo dos últimos años de preparatoria "Donde todo puede pasar", eso lo repite una y otra vez mi madre, siempre con su gran entusiasmo por querer animarme la vida, pero hay cosas que no se pueden animar tan fácilmente.
Lo único que me motiva de este año, es que pronto saldré de este infierno cada vez más cerca del final, donde pronto iré a la Universidad y no volveré a ver caras que me fastidian la vida, no seré esa chica que llore el ultimo día y diga "Los extrañare a todos, espero que estemos en contacto", porque no. Simplemente gritaría algo como "Váyanse al infierno, los odio a todos", no es que los odie porque me hayan hecho algo, si no por el contrario, no han hecho nada, pero simplemente hay personas que con verlas las odio.
Suspiro fuertemente, es la semana en la que nos tenemos que inscribir a algún taller ya sea artístico o deportivo, a lo largo de mi vida he practicado varias cosas ya que mi mamá está aferrada a que debo de inscribirme a nuevas cosas ya que debo de tener créditos buenos para mi carta de universidad , yo lo único que quiero es entrar a taller de Teatro, donde puedes fingir y ser lo que tú quieras, según yo claro.
Esperare las listas en la salida a ver qué hay para mí este año, solo, solo deseo que no se llenen las artísticas rápido y que tenga que ver algún taller relacionado con deportes, aunque lo haya practicado a lo largo de los años, se que cualquier actividad física no es lo mío; pero hay veces que no hay más y me toca practicar algún taller deportivo.
—¡Alison!, ¿Sabes la respuesta? —Escucho decir al profesor.
—¿La Segunda Guerra Mundial? —Lo cierto es que también estaba la opción de perderte en tus propios pensamientos e ignorar todo tu alrededor.
—Estoy seguro que es la respuesta de algo que tenga que ver con Historia —Ríe por lo bajo el profesor—, pero estamos tratando de solucionar un problema de trigonometría. Por favor pon atención.
En eso toda la clase se ríe, y es cierto que me gustaría pasar por desapercibida, que la vida es más fácil así en la preparatoria, pero ese no es mi caso.
Estoy marcada de por vida, soy la chica que más se distrae en clase, cuando le hablas o hasta cuando intento leer.
—Alison... —Escucho la tenue voz de Adam tratando de captar mi atención, suspiro, ya se lo que viene a continuación, empezará con un sermón de porque no pongo atención.
—Ad, por favor no me des un sermón, porque al igual que lo hago con todo te ignorare, mejor dime que me vas a llevar a comprar una hamburguesa y tal vez te haga caso —Él nomas me ve y empieza a reír.
Pero no entiendo porque, me he dado cuenta que el año que llevo conociéndolo, siempre piensa que cuando hablo es en forma de broma, y mucho después se da cuenta que lo que le digo realmente va en serio.
Es como si pareciera que mi vida es una broma.
Y en serio quiero una hamburguesa.
—Es muy temprano Alison, tal vez en la tarde —Pero su tal vez, significa que no me piensa llevar, su tal vez es un no.
Suspiro, soñare que estoy comiendo una hamburguesa, a ver si así mi mente se la cree que realmente me la comí.
—¿Ad, teníamos tarea?
—Teníamos un ensayo de cinco páginas —¡Rayos! Sabía que tarde o temprano ver mucho Netflix conseguiría robar todo mi tiempo—, toma, me debes la vida.
Me pasa una carpeta con lo que me imagino que es mi ensayo hecho por Adam, si bueno, Adam es todo lo contrario a mi, es muy estudioso, organizado y siempre hace todo como se debe... de vez en cuando, cuando hay trabajos importantes me los suele hacer ya que sabe que los olvido, tan buena suerte que tengo los profesores nunca se dan cuenta de que Adam suele hacer la mayoría de mis trabajos, y me cae muy bien por eso, bueno aparte de que es mi único amigo chico. Mis demás amigas tengo clases separadas de ellas, ya que si de por sí soy distraída sin ellas, con ellas bueno... los profesores saben cómo soy, por ese motivo estoy en un salón separada de ellas.
—Te debo dos hamburguesas con mucho amor —Respondo muy agradecida—, no se que haría sin ti Adam.
—Reprobar es lo más seguro —Sonrío.
Volteo al pizarrón donde el profesor está dando la clase, y rayos... ¿Cuando llenó este por completo? Digo solo no puse atención en clases y moleste a Adam, pero... No fue mucho tiempo como para que llegara a punto de anotar un millón de problemas que no se resolver.
—Adam... —Lo vuelvo a llamar muy apenada.
—Después de que me compres mis dos hamburguesas te explico —Responde como si hubiera leído mi mente, o tal vez fue que supo leer mi cara de angustia.
—Definitivamente te debo la vida —Sonrío y este también me regresa una sonrisa.
Me acuesto en el pupitre, no tiene caso intentar resolver algo que no se hacer, mejor espero en la tarde a que Adam me explique los temas, él sabe explicar mucho mejor que el profesor.
Odio venir, pero ya casi, unos dos años más y salgo de este infierno, cuento los días por salir de aquí, los cuento realmente con ansias.