Mi primer amor

Capitulo 9. No tiene sentido

La ventaja de ser el chico nuevo de la escuela es que tienes mucha atención los primeros días. Pero ya después si no haces gran esfuerzo en muchas cosas como tratar de entrar a algún grupo deportivo, salir con las chicas guapas o ser popular por no más. Dejas de desatacar y ese chico nuevo, se convierte en más que uno de los normales.

Eso significa que a estas alturas del año, los de nuevo ingreso ya están catalogados. Pero está ese chico nuevo, ese que se encuentra a seis casilleros del mío y que mi amiga no deja de ver, ni otras niñas por más tiempo que haya pasado. Que dos Semanas es mucho para mi. Pero para las demás no. Y eso me tiene consternada.

Bien veámoslo de este modo, para estas alturas podría salir con cualquier chica que quisiera el, ya que se sonrisa es genial y las chicas mueren por ella, bueno es una exageración si hablo de chicas en general, porque no, no todas mueren por él. Bueno mi punto, es que Matías a estas alturas (Por promedio) podría salir con cualquier chica, y las otras se apartarían, pero a veces es muy reservado, pero a la vez buena onda. Y eso me agrada de simple vista de él, porque aunque sea mi vecino no pasa más de un saludo, y me agrada que no porque sea guapo se aprovecha de eso.

Entonces caigo en la cuenta de algo, si no está nunca prestando la atención en las chicas, simplemente se porta amable con ellas será porque...

—¿Estará saliendo con alguien? —Le pregunto a Aranza que se encuentra junto a mi casillero.

Si, su excusa fue que quería preguntarme algo, pero desde que llego lo único que ha hecho es saludar y quedárseme viendo al vecino. Y fue ahí cuando me le quede viendo cuestionándome porque demonios las chicas no lo dejaban ver.

Y con aquella pregunta la atención de mi amiga regresa a mi.

—¿A que te refieres? —Mi culpa, hice la pregunta muy general.

Cierro mi casillero y me recargo en este junto a ella.

—Si, mira todas las chicas mueren por él, pero él no les hace caso a ninguna y debo de aceptar que varias son guapas o lindas como para poder salir con él o él escoger alguna para salir —Me dio asco lo último que dije, ya que sonó como si nosotras fuéramos un objeto y me odie por eso—. A lo que me refiero es que como es el chico nuevo puede intentar salir con alguna chica. Pero si te pones a pensar, no lo ha intentado.

—Así que...

—A lo que voy es... —No se como reaccione, a veces se pone media rara—. ¿Que tal si ya tiene a alguien?

Aranza se queda callada unos cuantos segundos más.

—Pero bueno, me tengo que ir —Continuo hablando—. Tengo que llegar al trabajo, Hablando de eso ¿Si van a poder ir?

Les comenté sobre el concierto que ibas estar en la cafetería, bueno yo no lo llamaría concierto como tal ya que simplemente tocará la Banda de Alexander, mi jefe. Les dije a las chicas y a Adam, ya que Alexander me pidió de favor que tratara de conseguir gente. Supongo que está nervioso de que llegue a estar muy solo o simplemente nadie se presente.

—Mmm... —Su atención está de nuevo en Matías, Perfecto lo que me faltaba que me ignorara, pase mi mano enfrente de ella y reaccionó—. Si, ahí estaremos.

Y con eso sacudí mi mano en tono de despedida. Que frustrante es cuando alguien está embobada por un chico. Y sin más pasó a lado de Matías que se encuentra platicando con un par de chicas, son de un grado menor pero eso no les impide que puedan tener oportunidad con él.

Voy a un metro después de ellas, y escucho su voz.

—Adiós vecina —Sigo caminado pero me giro un poco para verlo, me está observando mientras sonríe.

La situación se ve cómica, porque al fondo está Aranza con su ceño fruncido y las otras dos chicas junto a él con cara de confusión.

—Adiós vecino —Le sonrió mientras levantó la mano en son de despedida y me voy.

Cómo iba diciendo, el chico es agradable.

Salgo al estacionamiento y me encuentro a Adam arriba de su carro. Levanta su mano para comprobar que lo haya visto.

Y me acerco deprisa a este.

Me dijo que antes de entrar a mi hora de trabajo deberíamos ir a comer. Y se me ocurrió preguntarle a donde.

Y adivinen a donde, a la bendita cafetería donde trabajo para comer.

—Entonces estaba escuchando esta estación de radio —Me agrada Adam ya que sus conversaciones empiezan algo así—. Y que suena esta canción llamada... llamada... mmmm no recuerdo su nombre.

—¿Y qué pasó? —Me abrochó mi cinturón de seguridad, y con ello Adam arranca.

—No me acuerdo del nombre de la canción —Río ante eso—. Pero el punto es que estaba muy buena, aunque entendí lo que decía la mitad... pero me parecía muy buena el ritmo. Y cuando se acabó estaba feliz, en eso habla el... el...

Frunzo un poco el ceño, Adam está distraído, está aquí pero a la vez en otro mundo, y llevo ya un buen rato notando eso.

—¿Todo bien? —Se muy bien que él también lo ha notado—. No se te suelen olvidar las cosas nada fácil.

—Si, supongo que son los trabajos que ya me tienen cansados —No quiere insistir en ello, así que hablará cuando sienta que lo deba hacer.

—El presentador, me imagino que era lo que tratabas de decir.

—¡Si! —Y con ello continúa hablando—. El presentador hizo un comentario, y fue de lo mejor, resulta que el grupo se presentará el un mes en el gran evento "Lovely sick" el que te había comentado, y sin más lo supe.

—¿Que sabias? —Es un tanto Adam lo que me está diciendo y a la vez no.

—Debemos de ir —Asiente muchas veces con la cabeza.

La ventaja de la cafetería es que se encuentra cerca del instituto por lo que Adam está buscando estacionamiento, encuentra uno a una cuadra, y Perfecto.

—¿Te sientes bien? —Le preguntó riendo.

Bajamos del auto y nos acercamos a la acera.

—Si de hecho, te digo esa canción me puso de buenas —Sigo sorprendida ante eso, ese no es Adam—. Y sin más los supe, en un mes tú y yo mi querida amiga iremos al consiento masivo de todo un día de "Lovely sick".




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