Mi primer amor

Capítulo 16. Mis errores serán mi triunfos

Si llegara a combinar el frapuccino de yogurt con el de menta. ¿Este llegaría a saber bien? Son dudas existenciales que nunca sabre, porque Starbucks jamás combina sabores entre si.  Suspiro enojada mientras termino mi frapuccino de yogurt de coco. A veces me pregunto muchas cosas como estas. Pero solo lo llego a hacer cuando estoy aburrida o no tengo nada que hacer. Y en este caso, me encontraba totalmente aburrida ante la conversación de Aranza, hasta Angi se había puesto a responder mensajes en su celular y Alexa fingía prestare atención pero tal vez estuviera como yo, cuestionándose cosas en su vida, cosas que no fueran tan tontas como mis preguntas existenciales.

─Alguien recuérdeme del porque ahora venimos a un Starbucks en lugar de la cafeteria del centro ─Reclame interrumpiendo a Aranza.

Y juraría que se sorprendieron las tres ante mi comentario, porque bueno no suelo interrumpir ninguna platica normalmente y segundo porque lo dije un tanto enojada, y me arrepiento de la manera en como lo dije.

Oh demonios. ¿Por que dije eso? Aranza siempre habla y habla y ya me había cansado. Estaba cansada de todo esto. ¿Por que ninguna había hecho nada? Había veces que Alexa quería hablar sobre cosas que necesitaba sacar porque sus papas no pasaban por una buena racha de situación sentimental y Angi también quería hablar sobre el deporte que platicaba; pero como siempre Aranza las interrumpía y todo se iba a la mierda para ellas. Pero nadie hacia nada, yo jamás decía nada, porque me la vivía en mi mundo, y tal vez eso era algo bueno en mi ya que vivía tan exiliada ahi que lo que pasaba al rededor no me era de tanta importancia.

No se si fue el hecho de que me empezó a parecer absurdo que alguien siempre hiciera lo que quisiera y nadie la detuviera o de que quería demostrarles a todos que no soy aburrida y soy mas de lo que demuestro que por eso empecé a mostrar mas atención en lo que me rodeaba y no solo en mi mundo. Y siempre parecía que yo era la aburrida, la que no le importaba nada del grupo. Siempre veía que mis amigas estaban felices , y alegres y se reían de todo. Pero viéndolo desde hace un par de semanas, ya todo parece forzado. Las risas ya no siempre son genuinas y es mas por el compromiso. Los chismes que tenia Aranza para nosotras ya no les parecían la gran cosa a ellas y no me había dado cuenta.

Como dije, vivía en mi mundo.

─Aranza dijo que seria buena idea que hiciéramos algo diferente ─Rei por lo bajo ante la respuesta de Angi, algo diferente claro─. Y nos pareció buena idea venir a Starbucks.

─Aparte todas sabíamos que si íbamos a la cafeterita del centro, donde tu trabajas, no le quitarías el ojo a tu jefesito ─Abrí la boca demasiado, no podia creer que dijera eso, ¿Acaso no se escuchaba ella?─, vamos Alison, todas sabemos que te llama la atención y no le quitarías el ojo de encima.

Alexa frunce el ceño, estoy muy segura que Aranza fue la única que llego a pensar eso.  No iba a poder con esto.

─Eso no es cierto ─Hago un puchero, debo de controlarme, todavía no podia gritarle─. Pero esta bien.

Y con ello me encojo de hombros indicando que ahi muere mi platica. No se daba cuenta de que ella solo se la pasaba hablando de sus planes futuros con Matias y a mi me acusaba de que yo "veía" mucho a mi jefe. Por lo menos no era loca. Y créeme la iba a detener, como había dicho no se saldría esta vez con la suya, tenia que descubrir que era lo que debía de hacer para detener su plan de conquista.

Mi celular vibra, alguien me ha mandado un mensaje. Frunzo el ceño, es de Alexa y me sorprende que sea e ella, porque bueno esta en la mesa junto con todas. Aun así no levanto la cabeza y abro el mensaje.

Alex: ¿Todo bien?

Sonrió.

Yo: No, solo mírala, hablando y tomando decisiones por nosotras.

Alex: Lo se, pero así es ella.

Como siempre, justificamos a las personas.

Yo: Eso no significa que este bien. Alguien deberá de ponerle un alto a su actitud.

Alex: ¿Y planeas hacerlo? ¿Que sucede contigo Alison? Nunca pareció importarte, ¿Que ha cambiado?

Yo: Simplemente me di cuenta y no pareció justo, alguien debe de mostrarle que no es lo que ella quiere siempre. Simplemente me canse.

Alex: ¿Y cual es tu plan?

Alex: ¿Alison?

Alex: ¿A donde vas?

─Se me hace tarde chicas ─Sonrió muy forzadamente─, mi mama me acaba de mandar mensaje, se me había olvidado que la ayudaría con algo de su trabajo, a ordenar papeleo.

Y con eso me levanto, no quiero voltear atrás. Adios popo. Buen meme del año pasado, Alison.

Camino y camino, y dos cuadras de llegar me doy cuenta de algo. Camine a la cafeteria de Alexander al final de todo.

Sin mas, me dedico a caminar las dos cuadras que me faltan. Abro la puerta muy animadamente.

─Creí que era tu día de descanso ─Su voz se escucha desde la puerta y se que aquella oración va dirigida hacia a mi─, o vas a esperar a alguien en especial.

─Si, bueno eso creo ─Me acerco a el─, no vengo a esperar a alguien en especial porque bueno en primera no hay nadie especial y en segunda... Curiosamente ahora no hay una respuesta para una segunda opción.

Lo veo sonreír de lado.

─¿Y a que debo de tu visita?

─Estaba caminando por los senderos de la vida ─Me rio de mi propio comentario─, y tuve una vision.

─¿Vision? ─Sin menor a duda el parece divertido con toda la situación, me coloco enfrente del mostrador.

—Así es —Asiento con la cabeza muy positivamente—. Una muy alocada y rara idea cruzó ante mi.

Se recarga en sus codos y me observa con ojos de diversión.

—A ver pues —Abre sus manos—. Ilumíname.

Y sin más me suelto mi idea del frapuccino, el cómo solemos a veces definir algunas cosas y así las dejamos y ya no combinamos mas.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.