Mi primer amor

Capítulo 24. Desastre

Mis amigas me observan, por alguna extraña razón no quiero acercarme a ellas. Ni si quiera sé que pensar.

Matías no es un chico normal. Pero lo estuve observando estos días. Y lo cierto es que es amable pero a la vez ignora a las chicas y a mi... No me trata de una forma normal... Y según eso se me insinúa. ¿Es en serio? ¿Y si fuera así? Yo no le correspondo, no lo conozco lo suficiente y a mi me interesa alguien más.

—¿Ese era al chico del que hablaba tú amigo la otra vez? —Su voz me regresa a la realidad y vuelvo a escuchar música electrónica.

Me volteo a verlo, ya no está tan cerca de mi como hace rato... Alexander parece un tanto relajado y por mucho que lo odie no me gusta... Porque se ha percatado de lo que mi amigo Adam le soltó el otro día.

—Solo está jugando conmigo —Suspiro mientras le respondo. ¿Era eso? ¿O no Alison?

Ya no sabía lo que estaba sucediendo. Ya no lo sabía.

—Tengo que regresas a tocar con la Banda, le prometí a Frederic que lo haría por tres horas solo estaba tomando un descanso —Asiento mientras el sonrió, el me regresa aquella sonrisa que la siento tan cálida y viva que inunda mi corazón—. Y si te soy honesto Alison... Él no parece jugar contigo.

Grite su nombre para decirle que eso no era verdad, voltea de nuevo hacia conmigo pero nada sale de mi boca. Y con ello se pierde entre la gente.

—¿Que fue lo que te dijo Matías? —Perfecto lo que me faltaba, lidiar con Aranza.

No podía con esto, ya no podía... Esto en lugar de ser una fiesta parecía un martirio para mi. Necesitaba salir de una buena vez por todas.

—No estoy para esto Aranza —Le dedico una sonrisa nerviosa a Angi y con ello empujó a las personas para llegar a la salida.

Hasta sin querer empujó a Amber, bueno no me importa haberlo hecho.

A lo lejos veo la Banda de Alexander empezar a tocar de nuevo, me pregunto si es algo estupido tener sentimientos hacia él, cuando él no los tiene hacia a mi. Suspiro, la vida así es.

Para mi sorpresa, de hecho ya no es mucho la sorpresa... Ya que siempre esta en todos lados cuando menos se le necesita.

—¿Gustas uno? —Me  la cajetilla de cigarros, ya que en efecto Frederic se encuentra fumando.

—Claro que tenías que ser tu

—¿Quien más podría ser? —Su sarcasmo no ayuda a cómo me siento en estos instantes—. ¿Entonces no quieres uno?

Gruño.

—No fumó —Ante mi respuesta espero que entienda que es un no.

—Claro que no —Lo escuchó reír mientras le da una calada a su cigarro—. Claro que no lo haces.

—¿A que te refieres con eso? —Frunzo el ceño, al igual que me cruzo de brazos.

—Eres Alison, claro que no lo haces —Ahí estaba de nuevo.

"Eres Alison" ¿Que significaba eso? ¿Que cómo soy "Alison" tenía sentido no hacer las cosas? Y me siento con aquellas ganas de demostrar que soy más que "Alison" como aquella ves en la tienda de lencería. Quiero demostrar que no tengo miedo de nada.

Así que tomo su cigarro, y le doy una calada.

—Wuuuu —Cuando termina Frederic con su coro de "U" dejó de darle una calada—. Mira que tenemos por aquí.

—Soy Alison —Respondo después de que el humo se ha ido y le regresó su cigarro, nunca ha provocado algún interés fumar—. Pero no la que todo el mundo cree.

Y con ello me voy. Frederic me llama, probablemente haya recordado la platica incompleta de hace rato, pero no me importa que me llame. Necesito llegar a mi casa, está fiesta se volvió todo un fastidio para mi.

Frederic lo descubrirá por su cuenta. 
Frederic sabe mucho para ser honesta.

Mientras abro la puerta de mi casa me detengo, Frederic sabe muchas cosas... demasiadas para ser verdad. Iba a un paso por delante. Entonces el debía de contar con bastante información y conoce a Matías, para conocer a su hermano "Tommy" el debe de ser un tanto apegado a Matías. 
Siempre estaba cuando menos lo buscaba, eso sólo significaba que sabía más de lo que aparenta, debía de tener información de Matías. Y debía de descubrirla. Necesitaba saber que tramaba o si lo que decía era verdad.

Entonces entró a mi casa, y subo las escaleras, el cuarto de mi mamá ya tenía la luz apagada, por lo menos se que estaba durmiendo y no esperándome. No porque tratará de ocultar algo, si no porque se debía de encontrar cansada, al final de todo llegar la carga sola afectaba mucho.

Entró a mi cuarto y me tumbo en mi cama, me dedico a observar mi techo.

¿Y si es verdad todo lo que dice Matías? 
Suspiro, ¿Y si lo es? 
¿Que pasaría? Me dije a mi misma que yo no le correspondería. 
Pero esta muy seguro de si mismo, aparte se lo confesé que me gustaba alguien más aunque no me prestara atención, no de la manera en la que deseaba. 
Pero aún así, seguía tan seguro de si mismo y de que lo conseguiría. ¿Por que lo hacía? 
No tenía idea, solo me quedaba esperar a ver qué iba a suceder.

Sin la menor duda, todo esto sería un desastre.




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