Mi primer amor

Capítulo 32. Volvemos al inicio

—Necesito hablar con él —Le Suelto por fin en la llamada a mi amiga—. Adam tenía razón esto no estaba bien. ¿Por que tú no me lo dijste?

—Porque tarde o temprano te das cuenta de las cosas por ti misma, eres Alison la chica que vive en su mundo pero sabe realmente lo que está bien o mal —Hay una pausa de varios segundos mientras Alexa suelta un gran suspiro—, aparte de que estoy muy segura de que Adam no usolo se refería a los sentimientos de Matías.

Solo habían dos personas implicadas aquí, en teoría cuatro contando a Aranza y a Amber. Pero estoy muy segura de que a Adam no le importaba ninguna de las dos chicas anteriores. Por lo que descartando eso solo nos quedaba yo... Y por más que tratará de ignorarlo; sabía bien que mi mejor amigo se refería a mis sentimientos... pero el detalle era que no tenía sentimientos por él.

—Creo saber a quien se refería —Le Suelto a mi amiga—. Pero sabes bien la respuesta de aquello.

Lo había repetido tantas veces, una y otra vez, que hasta parecía repetitivo y cansado.

—Ese es el detalle —¿Eh?—. Te has aferrado a decirlo, que no sabemos a este punto que es verdad y que no es verdad Alison.

—Yo no...

—Claro que no lo entiendes, a veces tratas de ocultarte en tu mundo o en ciertos puntos de ellos que no que no haces es la aceptación, y en este preciso momento lo estás haciendo... No aceptar lo que está sucediendo —Mi amiga continúa hablando—. Y está bien no aceptar las cosas, por el temor al daño y por eso preferimos creer en algo más, un lugar seguro donde no nos pueden lastimar.

Trago saliva, sería muy tonta como para ahora si no comprender de lo que me hablaba. Sabía cuál era el temor y donde era el lugar seguro.

—¿Entonces por qué no siento? —Suelto la pregunta de una forma muy despacio.

—¿Por que tratas de alejarlo mucho? ¿Realmente no lo sientes?

En muchos casos debo de aceptar que no comprendería mucho una pregunta respondiendo a otra. Pero lo he hecho.

—Debo de colgar amiga —Se lo digo mientras me pongo un suéter—. Necesito hacer algo, comprobar algo.

—Claro —Suena emocionada mi amiga, porque tal vez se imagino que lo que va a pasar—. Si necesitas algo, llámame no dudes en hacerlo, LLÁMAME.

Y con ello cuelgo la llamada, bajo las escaleras y me encuentro con mi mamá.

—¿A donde vas tan deprisa? —Empiezo a mover mucho las llaves con mi mano —. Pareces nerviosa...

—No se que está pasando conmigo —Le Suelto por fin—. No se que estoy haciendo bien o mal mamá, y probablemente no lo entiendas de que te estoy hablando, no estoy muy segura de mis sentimientos y necesito buscar las respuestas de que esta sucediendo.

—¿Estas enamorada Alison? —Entrecierro los ojos, dije mucho para que lo entendiera tan rápido.

—Yo no lo llamaría enamoramiento, porque cuando estás enamorada es porque conoces a la persona y te agrada demasiado todo de él, va más allá del gustar —Demasiados libros de romance que he leído—. Más bien me gusta alguien.

—Claro tienes razón —Acepta lo primero—, oh... así que te gusta alguien...

Sigo moviendo las llaves Muy nerviosa.

—El detalle mamá —Es la primera vez que lo voy a decir en voz alta y no se si me arrepienta en decirlo—. Es que me gustan dos chicos, y me acabo de dar cuenta de eso.

—Eso si es un problema —Confiesa mi mamá sorprendida.

—Lo se, es un gran problema que no se como manejar —Me encojo de hombros—. Iré a buscar respuestas, las necesito para saber que es lo que realmente quiero.

—Eso está bien —Asiente mientras le da un trago a su vaso con agua—. Si te soy honesta, es la primera vez que te veo ansiosa de esta manera, supuse que podría ser por un chico... Pero no por dos, ¿Alison que has estado haciendo?

Su pregunta no es en son de reproche si no más bien en tono de burla. Camino hacia con ella, a la barra de la cocina y me siento frente de ella.

—No se como sucedió, yo solo tenia en mente a alguien —Suelto sin más—. Ni si quiera son chicos similares, uno es impulsivo y otro es tranquilo... Ni si quiera sé cómo sucedió esto, pero se muy bien que no puedo tener sentimientos por dos chicos.

—¿Como pasó eso?

Aquella pregunta provoca todo un resumen en mi mente en varios segundos.

Alexander me gusta por el simple hecho de su existencia, su amabilidad y su forma de escucharme y a la vez que en cierto modo todo parece acogedor, un lugar seguro.

Y Matías aunque en un inicio parecía tímido, lo cierto es que es un poco más atrevido y sabe lo que quiere, un lugar donde no se si es verdad o solo una broma, pero por más que lo odie admitir me agrada que siga insistiendo, y que es bueno en matemáticas y me ayudó.

—No lo se —Susurró sin más—. Yo no buscaba tener sentimientos por alguien, y ahora lo tengo por dos chicos.

—¿Y que planeas hacer? No puedes estar así por mucho tiempo —Mi mamá me voltea a ver con ceño fruncido—. O te pierdes, o pierdes a ambos. Aparte de que más que jugar con ellos, juegas contigo misma.

Trago saliva, tenía razón no puedo jugar conmigo misma y eso es porque no me gusta hacerlo, no me gusta saber que está sucediendo conmigo.

—Saldré, debo de tratar de resolver mis propios problemas Mamá —Le sonrió de lado mientras me levanto de la silla y me dirijo a la salida—, no tardaré mucho.

Y con ello abro la puerta, la cierro y voy caminando con paso firme a la casa. 
Pero entre más pasos doy más insegura me siento, ¿Que le dire? Matías tengo sentimientos por ti; pero no estoy muy seguros de ellos. No, eso suena realmente mal... intentemos de nuevo. Matías, creo que eso que te dije antier de que pararas era una mentira, no pares necesito saber que siento por ti. Agh, demasiado egoísta. No, definitivamente nada suena bien. Y lo más seguro es que nada sonara bien.

Subo las escaleras que dirigen la puerta de su casa. Toco un par de veces y por mientras en la espera continúo pensando.




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