Mi primer amor

Capítulo 36. ¡Abajo!

Alexa me llamo un par de veces en el camino, no le conteste si hablaría con ella seria en la noche o hasta mañana... No necesitaba pensar en problemas innecesarios por el momento... Sin duda era lo ultimo que necesitaba.

Las veces que deje sonar el celular, Matías me preguntaba si todo estaba bien, yo simplemente asentía... No era necesario que el conociera cuales eran mis problemas, aun así cuando el detonante de todo era él mismo. De por si el chico ya parecía la mayoría de las veces incomodo conmigo, o bueno no exactamente conmigo si no a mis actitudes y gestos que a veces adoptaba, al chico sin duda lo traía hecho un desastre y me sentía mal por eso.

De regreso a la ciudad había un poco de trafico, por lo que ahora mismo a llegaré a tiempo a mi trabajo, llegare a mi otro lio.

Alexander... El chico que me presta atención y cree que mis ideas son buenas, el chico con el que rio cuando el trabajo esta aburrido, el chico que me prepara bebidas nuevas para después aprobarlas o rechazarlas... O que acepta mis ideas de bebidas y él las lleva a cabo, el chico con el que tuve un momento hace algunos días, el chico que ha insistido a que vaya a su concierto que se llevara en su misma cafeteria y no como alguien que trabaja ahi si no como espectador.

Muchos sentimientos, simplemente se que es alguien que no puedo dejar de ver por las que lo he intentado.

Y no se que es lo que signifique la palabra amor para ser honesta, no se si eso es lo que siento por el chico de las bebidas, solo se que me gusta estar cerca de él, su presencia y todo lo que tenga que ver con mi jefe.

─¿Vas a ir al baile de Otoño? ─Sin mas la voz de Matías me saca de mi mundo, sin mas el otro chico─, ¿Son divertidos los de aquí?

Me pongo a pensar que clase de definición de diversion espera, así que le doy la más honesta.

—No mucho a decir verdad —Empiezo a quitarme el cinturón de seguridad ya que estamos a una cuadra de la cafetería—. Las bandas no suelen ser muy geniales por lo que no ponen un ambiente que se pueda bailar de manera divertida.

Él nada más asiente.

—Aunque los bocados son buenos la bebida no tanto... A no más que alguno de ultimo semestre ponga alcohol en este —Agregó mientras agarro mi mochila.

—Claro —Sonríe de lado, Matías se estaciona del otro lado de la acera de la cafetería y un poco más adelante—. Así que hemos llegado.

Lo escucho suspirar, fue un viaje tranquilo... Al igual que muy inesperado. No sabría descifrar del todo si me gustó o no mucho.

—Alison —Volteo hacía con él y está muy cerca, demasiado cerca, su cara está a unos cuantos centímetros de la mía, trago saliva—. Me divertí hoy.

Lo dice como si esto hubiera sido una cita, y eso me pone un poco de malas... Ya que claramente esto no fue una cita y solo fue más que un secuestro instantáneo.

Hay algo en el contraste de su mandíbula, lo perfecta que está con su hueso sobresaliendo que provoca que solo vea a ese punto, y no le preste atención a la poca distancia que hay entre nosotros. 

─A decir verdad yo igual, pero no estuvo bien mi secuestro express ─Me separo de él apoyando mi dedo índice en su cachete Matias frunce el ceño de una manera divertida por lo que rodeo los ojos─, gracias vecino, por todo, espero que consigas la tarea de matemáticas y me la pases... Ya resuelta de preferencia. 

Abro la puerta y la cierro al instante en que salgo del carro de él... No se si sería huir o no, lo único que se es que el ambiente provocó que me pusiera nerviosa... 

No voltees, no voltees, no lo hagas.

Sostengo bien mi mochila mientras avanzo por la calle, en cuanto llego a la puerta de la cafeteria él sigue estacionado ahi observándome a detalle, levanta la mano, supongo que es su manera de despedirse ya que no lo deje hablar... Vuelvo a voltear a la puerta, donde lo primero que veo es a Alexander sonriéndome desde la barra de bebidas sentado ahi ya que no hay nadie en la cafeteria, no tardaran en llegar las personas ya que empieza la hora de la comida.

─Estuve hablando con unos amigos ─Empieza a hablar Alexander mientras me dirijo al almacén para dejar mi mochila y ponerme el mandil, escucho como me sigue por detrás─, y lo mas seguro es que me presten luces con efectos de humo...

─Oh no ─Me volteo en el instante que paso el mandil por mi cuello─, efectos de humo buena idea en una fiesta, mala idea en una cafeteria, y si piensas poner luces... Que están sean de colores rojos oscuros, azules oscuros y blancas... Mas por tu tipo de banda.

Le pongo una mano en el hombro mientras sonrió de lado con la boca cerrada. La retiro al instante en que mi jefe voltea a ese lugar. Carraspeo algo apenada.

─Esto es una cafeteria Alex, no un bar ─Le recuerdo mientras sigo intentando amarrarme el nudo del mandil, pero no puedo hoy por alguna extraña razón, esto me frustra mientras me resigno colocando mis brazos en ambos lados.

─Deja que te ayude ─Señala con la cabeza hacia un lado, tratando de decirme que me voltee y eso hago y le doy el permiso de ayudarme─, tienes razón por cierto, me había mocionado ya que la ultima vez si hubo un buen éxito entre las personas y que tal vez eso ayudaría a que nuevas personas vinieran... Pero tienes razón es una cafeteria, no un bar. Lo bueno es que no les dije a la banda primero si no ellos hubieran aceptado al momento. Listo. 

Me volteo de nuevo hacia con el mientras observo un punto en la ventana. Hago una mueca de lado.

─Hubiera contrastado a la perfección con la banda ─Acepto─, pero no es el lugar y también debes de cuidar la imagen de la cafeteria. Tal vez algún día de estos puedan tocas en algún lugar donde no sea la cafeteria... O alguna fiesta de Frederick, donde se puedan lucir a la perfección.

Me sonríe, y ahi esta esa sonrisa por la que me derrito, y provoca un escalofrió por todo mi cuerpo que me agrada mucho. 




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