Mi primer amor

Capítulo 38. Dos tipos de amores

—Llevas casi toda la semana evitándolo —Menciona Angy que está al pendiente de todo por fin.

Le muerdo a mi barrita de chocolate mientras hago una mueca.

—Sabemos que es lo mejor para él —Suelto sin más—. No soy la mejor chica para él, y lo único que he provocado ha sido meterlo en problemas, debe de estar cansado de todo esto. Y lo mejor es alejarse.

—¿Lo mejor para quien? —Suelta Alexa mientras le da tragos a su jugo.

Nos encontramos en las bancas viendo un partido de fútbol, a Angy le gusta un chico del equipo por eso nos quedamos a verlo.

—Para ambos —Habló seriamente.

—No lo creo —Pone su jugo de lado y se voltea a verme—. No porque trataré de alejarlo si irán los sentimientos. Así no funciona.

Voltea de lado como si estuviera hablando de experiencia propia, quiero preguntarle sobre eso, pero si hay algo que Alexa siempre a enseñado, es que nunca enseña nada de ella. Vuelve a voltear a verme y me toma de los hombros mientras me sacude, provoca que Roa un poco.

—Aparte —Continúa hablando Alexa—.  Sabemos que esto no esta funcionando, para ninguno de los dos.

─Si tu lo dices ─En eso nuestra escuela mete gol y Angy se levanta y empieza a gritar de la emoción.

La observo y sonrió, muy pocas veces veo a Angy hacer algo fuera de su rutina, y esta es una de ellas.

Entones una chica con un muchos volantes va pasando, si fuera buena en matemáticas propia decir con exactitud que tantos son. Pero lo cierto es que le calculo facil unos quinientos volantes, la observo de una manera curiosa. Ya que está entregando los volantes a todas las personas como si fuera el trabajo más feliz del mundo.
Entonces la reconozco en Melody, la chica cupido.

—Miren a Mel —Alexa Habla, me imagino que también ya la observo curiosa—. Creo que está repartiendo los volantes del baile de otoño.

—¿Ya es la siguiente semana no? —Pregunto aún todavía observando a Mel.

—Si... —Pasa algo muy curioso porque todas suspiramos al mismo tiempo—. Hola Mel.

La chica llega junto a nosotras.

—Hola chicas —Tiene su sonrisa de seguridad, eso es algo genial de ella que siempre está segura en todo lo que hace y lo refleja—. Estoy entregando los volantes de lo que habrá en el baile de Otoño. Este año será inolvidable.

Sonríe de lado.

—¿Este año si vendrán muchas personas? —Pregunta Angy saliendo de su trance por el chico que tanto observaba.

—¡Si! —Responde al instante Mel—. Me he encargado de eso, y Frederic se está encargando de otras cosas por lo que este baile está quedando muy bien.

¿Frederic interesado por ayudar en un baile? Definitivamente debe de tener un buen motivo para eso, ese tipo de cosas no le nace a menos que sea a su beneficio propio.

—Eso suena bien —Asiento con la cabeza.

—Así es chicas, tomen —Nos pasa un volante llamativo con todas las atracciones que habrá este año—, si necesitan cualquier cosa, saben dónde encontrarme. Cupido fuera.

Mel nos observa, pero más a Alexa y a mi, frunzo el ceño confundida.

Después me guiña el ojo y continúa su camino.

La chica cupido, le dicen de esa manera debido a que ella se encarga a reunir a parejas... Los alumnos la buscan sea chicos o chicas y ella consigue que la chica o el chico salga con las personas que les gusta. Por lo que se jamás falla, siempre consigue todo lo que se propone. Por eso es muy segura. Más que nada siento que este baile le beneficia para la ayuda de sus conquistas nuevas.

Entonces se me prende un foco por arte de magia.

—Ahorita vengo —Les digo a mis amigas mientras empiezo a levantarme y caminar.

Melody sabe muchas cosas del amor, si le pregunto de manera "hipotéticamente" algo puede que me ayude a aclarar varias cosas. La ventaja de Mel es que en estos casos suele tener discreción en esto, por lo que no sabrán qué pregunte esto.

La alcanzó ya estando abajo de las gradas. Estando a lado de todos y a la vez donde no nos ven la tomo del brazo.

Ella voltea, pero no parece sorprendida de verme, me sonríe.

—Oh Alison eres tú —Me observa a detalle—. ¿Sucede algo?

—Te quería preguntar algo —Se muerde el labio ya que parece un tanto divertida con la situación—. ¿Sucede algo?

—No, no, no perdón continúa —Suspiro.

Entonces caigo en la cuenta de algo y que se me había olvidado, Mel siempre analiza toda la situación, por lo que ya debe de tener una idea.

—Mejor dime tú lo que piensas —Ella identifica lo qué pasa con observar a las personas con detenimiento—. Creo que sabes más de lo que hubiera imaginado así que dime tu qué sabes.

Sonríe de una manera dulce.

—Observo mucho a las personas y sus acciones y gestos me dicen en resumen lo que está pasando, aparte de que te he observado estas últimas semanas, pero pues no como no hacerlo si cada rato generabas uno que otro escándalo —Sonrió incomoda—. No pasas desapercibida aunque te gustaría hacerlo, te gustaría ignorar todo lo que te rodea porque no estas segura.

Volteo de lado mientras coloco mis manos en mis bolsillos de atrás de mi pantalón.

—Pero lo que más he notado es tu miedo hacia Matías —Continúa hablando Mel—. No exactamente que le tengas miedo, si no lo que sientes y a la vez lo que no sabes.

Trago saliva, siempre he pensado que Mel era buena por nunca fallar, pero jamás le había pedido algún consejo, y ahora que intento comprender ella lo ha resuelto en un dos por tres, como si fuera obvio todo lo qué pasa.

—¿A que te refieres a lo que no se? —Hago una mueca de lado.

—Es sencillo —Me sonríe de lado como si fuera un tanto inocente—. Lo ves de una forma especial como cuando estás enamorada, pero dudas de algo es ahí cuando me interesé más por ti. Lamento entrometerme... a veces lo hago sin que me lo pidan.

Levanta las manos en son de disculpa. 
Nuevo la cabeza de izquierda a derecha.




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