—Esto no puede ser todavía más incomodo de lo que ya es —Dice Angie mientras voltea a ver disimuladamente la mesa de Fredric—. No ha parado de verte.
Como yo me encuentro de espaldas a aquella mesa no se realmente bien lo que sucede, sólo Alexa y Angie pueden notificarme de eso.
—¿Quien de los dos? —Para ser honesta siento curiosidad porque Frederic me observa muy seguido.
—Los dos —Responde Alexa muy tranquila─, me parece muy extraño que Frederic también te observe mucho, pero no lo hace como de costumbre.
─¿Realmente tiene una manera de observarme? ─Le pregunto con un tono un tanto gracioso para quitar su seriedad.
Pero no lo consigo ya que la mirada de Alexa sigue estando muy seria y observando cada tantos segundos a Fredric eso provoca que me ponga un tanto nervosa.
Odio mis estados de ánimos de la ultima semana nerviosa, asustada, triste, nostálgica... Pero no he estado muy feliz últimamente, solo en ocasiones muy cortas... Y no me agrda del todo eso, debería de definirme por un estado de animo y me gustaría estar feliz como de costumbre. A como solía ser mi vida antes de empezar a trabajar y antes de volver a convivir con Matias pero no hay vuelta atrás para nada de esos deseos. Mi vida no regresara a lo que solía ser ni por mas que lo desee...
─Es diferente... Se ve serio, mientras que Matias trae una cara de ilusionado ¿Que fue lo que paso entre ustedes este fin? Se ve muy feliz...
—Ya mejor no los observen —Interrumpo su oración con una risa nerviosa—. Ya se les pasara lo que traiga cada uno.
Ambas asienten.
Sigo comiendo tranquilamente mi pedazo de pan. Mis amigas cambian de tema hablando sobre el baile de este fin.
Era cierto. Es este fin. El baile de otoño.
—Estuve hablando con Mel —La chica que estaba repartiendo los volantes el otro día, Alexa es quien lo menciona—. Me dijo que el grupo que tocará es el de Alexander...
Me detengo por un momento, de hecho me congelo por varios segundos. Y después me atraganto con mi pedazo de pan y empiezo a tocar muy fuerte, tanto como para llamar la atención de toda la cafetería, pero no puedo evitar no toser.
—Toma —Alexa me pasa apresuradamente mi agua y le doy varios tragos—, bebe despacio.
Eso intento, cuando consigo que mi pedazo de pan se haya ido por completo respiro lentamente.
—¿Tocará el viernes? —Preguntó un tanto nerviosa.
—Eso he escuchado —Asiente Alexa y después agrega—. Eso no se verá muy bien, tus dos chicos juntos.
—No son mis chicos —Le digo entre dientes.
—Pero a ambos les gustas —Agrega de buena gana mi amiga Angie.
—Esto no será nada bueno —Agacho mi cabeza hasta la mesa y cierro los ojos—, tengo la peor suerte del mundo. Ojalá mi vida fuera más sencilla.
—Sería más sencilla si te decidieras de una vez —Lo menciona Angie más preocupada que a reclamo.
—Ya lo he decidido —Amabas sueltan los tenedores al mismo tiempo.
Me da un poco de risa esta escena para ser honesta, como si fuera una dramatización de película.
—¡No exageren! —Les susurro emocionada.
—¿Como de que no? —Ataca Alexa—, si llevamos semanas ante tu indecisión inconsciente.
Cierro los ojos ante su regaño.
—¿Lo siento... ? —Abro los ojos mostrando mis dientes con una mueca de arrepentimiento.
Alexa me da un golpe con su palma en mi hombro derecho.
—¡Oye! —Le reclamo al instante mientras me sobo—. Se que están un poco ansiosas pero no era mi culpa tener sentimientos diferentes por chicos diferentes.
Ambas amigas suspiran mientras niegan con la cabeza.
—Alison llevamos semanas aquí, esperando de tu decidía —Confirma Angie mientras empieza a pararse, las clases empezarán pronto—. Pero si le vemos el lado bueno de todo esto, ya lo hiciste. Tomaste una decisión y me siento emocionada por saber la respuesta.
—No que lo digas, yo igual —Alexa tira los plásticos de su bandeja y la coloca sobre el contenedor de basura—. Nos estabas volviendo loca.
Asiento mientras que tomo mis cosas y empiezo a caminar junto a ellas. Observo de reojo a ambos chicos, Matías no me ve pero si lo hace su amigo, Frederic.
Necesito hablar con él.
Cuando regresamos a clases me topo con Adam, de hecho chocamos y aún estando no muy alto y flaco termino cayendo. Se agacha al instante y me ayuda a levantarme.
—¿Estas bien? —Primero me revisa si no tengo ningún golpe, después suspira y empieza a negar con la cabeza mientras ríe—. Siempre causando problemas mi estimada Alison.
—Es parte de mi desarrollo como persona mi estimado Adam —Le sonrió de lado mientras tomo mi mochila con delicadeza y la observo unos instantes—. Lo siento.
—¿Que dijiste? —Me muerdo mi labio interno, es un...
Suspiro, se lo debo lo he estado evitando tantos días.
—Lo siento estimado Adam, la línea que usted contactó está fuera de servicio —Empiezo a reír.
Pero en cuanto veo que él no lo hace me asusto y se que lo he arruinado.
Después de varios segundos de espera el Sonríe. Levanta su mano a mi cabeza y me agita el cabello.
—Pequeña Alison siempre tratándose de hacer la graciosa —Porque en efecto con Adam volvía a ser yo, y quería volver a ser yo—. Acepto tus disculpas, pero te costará una hamburguesa...
—¡Oye!
—Y con papas extra grandes —Abro la boca indignada—, eso costará mi perdón.
Me cruzo de brazos pensativa, el ya conoce mi respuesta pero aún así quiero mostrar que todavía hay un poco de dignidad en mi. Solo un poco, porque me lanzo a abrazarlo.
—Lamento haberte estado evitando —Le susurro—. Lo hice porque tenía miedo de mis sentimientos y estaba huyendo. Me la he pasado huyendo, pero ya no será así porque he tomado una decisión.
Así que entramos al salón de clases, pero como es arte no hay problema si no prestamos mucha atención. Le cuento todo desde el día que lo empecé a evitar. Lo qué pasó el viernes en la noche en la declaración de Alexander; en como me sentí ante eso. Lo qué pasó el fin de semana con Matías, y como mi vida estuvo al límite del borde. Adam solo asentía con cara de consternación y eso le provocaba una risa interna.
Al final, la decisión que tomé; donde Adam es el primero en saberla. Aparte de mi claramente.