Mi primer amor

Capítulo 46. El vestido

Las tiendas me parecían iguales, al igual que los vestidos... Angie y Alexa seguían buscando el suyo. Habían muchas opciones y ellas ya se habían probado varios en las dos ultimas horas, pero yo no encontraba nada. Nada que me convenciera, y tal vez era porque traía tantas cosas tontas en mi mente.

¿Como lo rechazaría después de ilusionarlo? Después de darle señales de que podría haber algo, y después ya no...

─¿Qué piensas de este vestido? ─Alexa llama mi atención y me regresa al mundo.

La observo, por primera vez en la tarde la observo detalladamente y su sonrisa de emoción provoca que yo también la ponga. Le doy vueltas a tantas cosas tan idiotas, que los momentos de diversion con mis amigas se me escapan... Así que ya no lo permitiré, esta es la ultima vez que me pierdo por cosas tontas, al final de todo una vez que tomas una decisión no hay vuelta atrás y lo que quiero hacer realmente es estar en paz en todo. Supongo que los amores vienen y van, pero no los momentos con tus amigos si no los disfrutas.

Así que la observo, el vestido sencillo de plata encaja a la perfección con ella, probablemente no le haya prestado tanta atención con los demás pero por lo menos se que ese si queda con lo que representa mi amiga.

─Me gusta ─Le confieso con una gran sonrisa─. Se te ve muy bien.

─¿Si lo crees? ─Se voltea al espejo a ver como se ve y le sonríe a este─. ¿Que piensas de este Angie?

Angie tarda unos cuantos segundos en recorrer la cortina y salir del probador. Trae puesto un vestido rosa que no me convence del todo. Pero no se lo digo ya que sale a observar a Alexa, simplemente asiente.

─Ese es ─Declara Angie mientras ahora ella voltea a verse al espejo y su mueca lo dice todo─, y definitivamente ese no es.

Apunta al suyo mientras regresa al probador, después de varios minutos. Alexa trae de regreso su ropa puesta y el vestido plata cargando. Después de unos minutos Angie vuelve a salir, ahora usando un vestido amarillo con una tira de brillantes en la zona de la cintura, aunque se ve bonita no me convence del todo.

—Me agrada —Habla Angie—. Pero...

Regla de vida nivel oro, si hay un pero, no es para ti.

—No es para ti —Digo sin más—. ¿Que tal de los otros vestidos que vimos?

Para ser honesta, no me acuerdo de nada de lo que hemos visto.

—Creo que el azul cielo iba bien contigo —Confirma Alexa—. Aparte Alison no ha visto nada.

Ambas me voltean a ver un tanto enojadas.

—Estaba en mi mundo —Confieso un tanto apenada—. Aparte quiero algo sencillo, es un baile como el de todos los años, no creo que tenga que lucirme mucho.

—Tienes razón, aparte eres Alison y no te gusta mucho verte espectacular —No lo dice Alexa en modo de sentirme menos, se muy bien que su comentario se relaciona con la verdad, jamás me ha gustado llamar la atención—. Ahora que lo pienso había una boutique cerca de la cafetería. ¿Que te parece si nos damos una vuelta?

El centro y la cafetería no se encontraban muy lejos. Pero para ser honesta no quería pasar muy cerca de la cafetería. Estos días ahora estuve evitando mucho a Alexander, mañana era el baile y no tenía vestido todavía, al igual que ninguna de mis amigas como podrán notar, pero por lo mismo pedí un rato de la tarde para pasar un par de horas con ellas en la búsqueda de algún vestido para mañana.

La situación en estos días había sido demasiado incómoda para Matías como para Alexander. Una vez que había tomado mi decisión era demasiado incomodo verlos tan si quiera a los ojos.

A uno porque tendría que rechazarlo. Y al otro porque sabía lo que sentía por él y me ponía ansiosa y nerviosa ante el descubrimiento de mis sentimientos.

De regreso a la otra tienda por el vestido de Angie escucho como ella comenta que Beck (El chico al que fuimos a ver a su partido de fútbol la semana pasada) le había mandado un mensaje de texto a ella para preguntar sobre el tono se su vestido y así combinar con alguna camisa. 

Los suspiros de Angie me ponen de buenas. No cabe la menor duda que el amor es poderoso.

Una vez comprado el vestido de Angie empezamos a caminar a la boutique cerca de la cafetería.

—¿Mañana será el día, Alison? —Después de varios suspiros con Angie, Alexa habla contigo.

Sonrió de lado, se muy bien a qué se refieren. Ambos chicos estarán presentes mañana en la noche. Y ambos necesitas una respuesta sea negativa o positiva.

Me pregunta si mañana haré la elección que he decidido hace unos cuantos días que no le he comentado a nadie. Solo Adam sabe y se encuentra nervioso al igual que yo.

—Mañana será el día —Les sonrío a ambas de mis amigas y parecen emocionadas con la respuesta.

Me encontraba nerviosa, ¿Que le diría a cada uno? Adam me dijo que no lo pensara en lo más mínimo porque sabía que en el instante es que empezar a pensar que decir no lo haría y me congelaría y huiría.

Lo cierto es que no se encontraba muy lejos de tener la razón mi amigo. Probablemente me quedaría congelada sin decir una respuesta concreta a ninguno de los dos.

A decir verdad me encontraba nerviosa y contenta. 
Y por otro lado nerviosa y angustiada. 
Nunca imaginé que podrían gustarme dos chicos diferentes, y más que nada al mismo tiempo. Pero a veces no podemos controlar lo que sentimos.

Pero aunque me hayan gustado dos tipos de chicos me di cuenta de que me encontraba enamorada de uno de ellos. Y solo de pensarlo me ponía roja de la emoción.

Para cuando llegamos al local de la boutique esta parece que está por cerrar, y en efecto en cuanto entramos la chica de la recepción nos informa de ese detalle.

—Estamos por cerrar —La chica se ve mayor que nosotras por unos cuantos años, y parece apenada con lo que nos está diciendo—. Lamento esto, pero puede volver mañana.

Nos da una cálida sonrisa y a la ves una sonrisa de "Lamento esto, pero en serio necesito cerrar"




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