Mi primer amor

Capítulo 50. Momentos de Otoño

Oh-no

D-E-M-O-N-I-O-S

¿De todas las escenas en las que pudo haber aparecido llega en la parte del beso? A veces pienso que tengo karma de mi anterior vida, probablemente fui una asesina en serie. Solo puedo pensar en eso ya que no hay otra explicación para mi karma.

─Matias... —Es lo único que puedo llegar a pronunciar.

No me deja continuar porque camina a toda velocidad en dirección de Alexander y como si esto sucediera en cámara lenta alcanzo a ver como aprieta su puño y lo dirige a la mandibula de Alex...

D-EM-O-N-I-O-S parte dos.

Alexander se balancea, su cara de sorpresa es la misma de todos.

─¿No sabes aceptar un rechazo? ─Le pregunta Matias un poco mas tranquilo─, lo siento compañero, no eres al que ella quiere.

¿Acaso esto es una escena de... celos? ¿En serio?, pero mi mayor sorpresa es cuando Alexander se lanza contra Matias.

─Imagine que tarde o temprano terminaríamos en una situación así ─Alexander lo dice mientras trata de golpear a Matias─. Sabía que iba a ser inevitable. Compañero.

La risa seca de Mat me dice que esto será una gran estupidez por parte de ambos.

Debo de hacer algo si no quiero que esto termine mal.

Piensa Alison.

Piensa.

─Yo también estuve esperando por esto ─Mas golpes, oh no oh no, no puedo pensar con claridad─. Era inevitable cuando te empezó a gustar la chica que amo.

Si bien no puedo gritar porque esto ocasionaría mas problemas para Matias que para Alexander ya que él no es estudiante. Aranza se va corriendo, sigue siendo inteligente a pesar de todo; no le conviene estar en esta pelea en caso de que aparezca algún profesor.

Me duele ver a ambos en esta situación ya que es mi culpa cada golpe que se están dando. Es mi culpa por no saber que era lo que realmente quería. Y me siento mal por no haber aclarado mis sentimientos antes. Los quiero a ambos, Alexander es un gran chico pero no lo quiero en la forma de amar a alguien y lamento mucho por haber confundido todo esto y haberlos metido en este embrollo. Me odio por completo por haberlos puesto en esta situación.

Piensa Alison, piensa.

Esto no está saliendo bien. Tengo que evitar que esté par de idiotas se dejen de golpear de una vez por todas. 
Debo de dejar de lado mis lamentos por una vez en mi vida y concentrarme en como detener los golpes de ambos.

Mi respiración está demasiado agitada, mis ojos no pueden apartar la mirada de esos dos je se están moliendo a golpes.

No se que debo de hacer.

Pero debo de hacer algo.

Alexander le está dando un puñetazo en el estómago a Matías y le sale un poco de sangre por la boca.

Debo de actuar ¡Ya! No quiero que sea demasiado tarde.

Si bien se que esto, esto que se me acaba de ocurrir, no es la mejor de las ideas que he tenido pero es la única que tengo en la cabeza.
Pero para ser honesta últimamente no tengo buenas ideas.

Así que la llevo acabo. Sin importar que puede que me terminen golpeando.

Repitiendo esto, no es la mejor idea pero es la unica.

Me interpongo entre ambos, quedando a mitad de ellos. No me golperan, o en todo caso realmente espero no recibir ningun golpe.

En menos de un segundo no se escucha ningún golpe.
Sigo intacta sin ningún rasguño o roce. Suspiro, okay me pude interponer entre ambos.

─¡Alison! Quitate de aqui ─La voz grave de Alexander no me agrada en lo mas mínimo—. Esto se arreglará entre nosotros.

Ruedo los ojos, hombres. ¿Acaso realmente solo existen los golpes para resolver algo? Pero en todo caso no hay nada que resolver, lo rechace. Duele decirlo y las aceptarlo, pero Alexander no es a quien le pertenece mi corazón.

No es mi chico.

─No ─Respondo enojada—. Esto no se solucionará de esta manera.

Ahora que me interpuse entre ellos un poco y no estan lanzando golpes empujo un poco a Matias para que haya mayor espacio entre ambos, despues de ello brico hacia él y me aferro a él como si fuera un mono; mis brazos en su cuello y mis piernas en su cadera. Estando yo arriba de él estoy muy segura de que Alexander no va a golpearlo porque me terminaría dando a mi.

─Esto tiene que ser una broma ─Suelta Alex en un tono de pocos amigos.

Matias me sostiene con un brazo para mejor agarre. Puedo sentir su mirada en mi pero yo no dejo de ver a Alexander.

Se ha acabado. Y él debe de aceptarlo.

─Alex... Por favor vete ─Le digo sin aparatare la mirada, desafiándolo para que sepa que está es mi decisión y que por desgracia termina así para él─, detetente por favor. Es mejor que lo dejemos así y no compliquemos las cosas.

Puedo escuchar un gruñido un tanto potente. Frustración, irá, enojo.

Espero unos cuantos segundos.

─Se ha ido ─Dice Matias.

Entonces mis lagrimas empiezan a salir, decido bajarme de él.
Al final de todo sigo siendo una chica débil. No me gusta llorar, digo ¿A quien si?, pero son lagrimas de cansancio y a la vez de resignación. Este trío que hice de manera inconsciente acaba hoy y justo en este instante.

─¿Estas bien? ─Mat parece realmente asustado─, ¿Te goleó? ¿Llegamos golpearte?

Le doy un gran golpe en el hombro y me reclama al instante.

─¡Oye! ─Le doy otro golpe pero en el otro brazo.

─No vuelvas a hacer eso ─Lo agarro del cuello de la camisa─. Ni se te ocurra volver a hacerlo, pelear con alguien. Yo... Estaba realmente asustada, no sabia que hacer. Y ahora tienes tu cara golpeada y tu labio abierto. Y probablemente te salga un moretee. Veo sangre en tu cara. Imagínate si no se me ocurre que hacer, seguirían peleando y en todo caso alguien más hubiera aparecido para separarlos y todo hubiera sido un problema más grande. Y después tu cara estaría muy fea y me sentiría culpable por la pelea, de hecho me siento terriblemente culpable por la pelea, es mi culpa, todo esto es mi culpa.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.