Mi primer amor

Capítulo 53. Me debes un desayuno

—¿Que demonios haces en el suelo Alison? —Aquella voz me saca de mi escondite, que al aparecer no es tan escondite.

Volteo hacia arriba con una sonrisa torcida. Frederic se encontraba en cuclillas junto a mi.

—Nada —Le susurro.

Bien, ahora todo esto parece más sospechoso. Yo oculta en el piso y susurrando, si. No se ve nada bien esto.

—Creo que es todo lo contrario de nada —Su tono de burla me dice que ya no me odia, tanto—¿Que Es lo qué haces Alison? —Ruedo los ojos ¿Que no se puede quedar callado?

—Observó —Le susurro, entonces siento que se sienta junto a mi, y se pone a observar conmigo.

—¿Por que en el suelo? —Susurra Frederic—. ¿Que es lo que estamos observando?

Me acomodo en una posición en la que le pueda susurrar a Frederic.

—El rechazo final —Voltea para verme y yo apunto hacia un lugar más adelante.

Frederic dirige su mirada hacia ese punto, nos encontramos en las gradas de la cancha de fútbol en la parte de abajo en la orilla, no se alcanza a ver con exactitud el punto donde se encuentra Matías y Aranza. Ellos se encuentran a unos cuantos metros de nosotros por la parte de atras de las gradas.

—¿Por que no deja de insistir? —Susurra el chico que está escondido junto a mi.

—Porque chicas como ella no están acostumbradas al rechazo, y más lo se porque fui amiga de ella y se muy bien que recibir algún tipo de rechazo era decir "Obsesiónate con ellos hasta que lo consigas" y siempre lo conseguía aunque casi nunca recibía un rechazo —Susurras mucho produce que me duela la garganta—. Aranza podrá seguir intentándolo una y otra vez.

—Más porque su obsesión también es destruirse.

—Exacto, pero estoy muy segura de que este será el rechazo final porque...

—Porque Matías por fin explotará

—No estaba pensando en eso, pero también es una opción —De hecho para nada se me había ocurrido que podría explotar después de mucho—. No creo que lo haga.

—Oh-jo-jo yo creo que si lo va a hacer —Frunzo el celó no muy convencida de eso—. ¿Quieres apostarlo?

Entrecierro mis ojos hacia él, no creo que vaya a explotar, simplemente la dejaría hablando sola a la mitad de su conversación o al inicio de su berrinche.

—Apostamos —Regreso mi mirada de nuevo a la situación.

—El que pierda le paga el desayuno al otro —Para serie honesta no me gustaba nada su tono de voz, parecía muy seguro de si mismo... de hecho lo está.

—Está bien —Le susurro—. Ahora calla que quiero escuchar.

...

Ambos nos dedicamos a observarlos, y tratamos de no hacer ningún movimiento para que podamos escuchar un poco de lo que están hablando.

—... ni si quiera es lo suficiente mente buena para ti.

¡Oye! Que maldita por decir eso, es cierto que no soy la mejor persona del mundo pero necesita ella verse en un espejo para poder decir eso de mi, ella es la que menos puede hablar de todo esto.

Matías no se movía, simplemente la observaba. 
Si, estoy muy segura de que gane un desayuno gratis.

—... no es tan alta, no hacen buena pareja, en cambio conmigo quedarías perfecto. Te verías bien, piénsalo.

¿Hay algún problema con que sea chaparra? Se que no alcanzo muchas veces algunas cosas, pero mi tamaño me suele ser útil varias veces. Aparte no es como que ser enano sea realmente un problema. Maldita loca quince centímetros más alta que yo me las pagara.

—... aparte no solo eso es realmente torpe, te meterá en todo tipo de problemas. Estarás tan cansado de eso que te hartaras yo solo quiero prevenirte y decirte que ella no es para ti.

Aunque la odio, me duele todo lo que está diciendo, al final de todo yo si la consideraba como una amiga y ella siempre nos vio como accesorios. Me duele saber que alguien a quien yo adoraba me este apuñalando de esa manera. Criticándome como si tuviera el derecho de hacerlo, menospreciar a alguien por lo que es, definitivamente es lo más ruin que alguien puede hacer. No es justo. Mi cara empieza arder, me dan ganas de lanzarme contra ella y rasguñarla en su cara.

Pero no lo hago por dos simples cosas.

Primera, debo aprender a controlarme y no querer solucionar todo de la mala manera.

Y segunda, no puedo rasguñarlas porque me muerdo las uñas... por lo que no tengo herramientas para poder causarle dolor.

Claramente es más la primera que la segunda, no es como que si realmente tuviera uñas lo haría, claro que no. Me iría al lado pacifico, si claro.

Cuando me imagino que Matías la dejara hablando sola y por fin de ira de ahí, es cuando lo más raro de todo esto sucede.

Matías voltea hacia el cielo, observo que toma una gran bocanada de aire y sin más grita por unos cuatro siete segundos. Después suspira y voltea a verla, y empieza a hablar fuerte.

—Ya, ya, ya basta, jamás había conocido a alguien tan agotador. Eres la primera que siento que me volverá loco, mas que Amber —Ugh, golpe Bajo—, por favor, te lo suplico, es más te lo ruego, en serio Aranza, por favor te lo imploro déjame descansar de ti de una vez por todas. Ya no puedo, me encuentro agotado.

Estoy muy segura de que mi cara se ve exactamente igual que la de Aranza de sorprendida.

No puedo creer que lo haya hecho.

Volteo a ver a Frederic

Y con las manos imita una explosión.

Así que explotó al final de todo.

Toma a Aranza de los hombros mientras le dirige unas palabras más.

—Por favor, deja de molestarnos estoy cansado... Aranza tu y yo jamás va a suceder porque no me gustas o agradas en lo más mínimo, así que por favor ya déjame ir —Empieza a frotarse varias veces la cara—. Me voy, espero que haya sido la última vez que nos hablemos.

Abro un poco la boca, no puedo creerlo, en serio explotó. No de mala manera, si no de agotamiento.

Empieza a caminar de regreso.

—Ocúltate más —Empujó a Fredric más a la derecha para tratar de ocultarnos más en las gradas. 




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