Mi Primer Amor

06

—Será con el joven Solari— y sonrió cínicamente

Mi mundo se vino abajo. Rayos. En eso toca la campana de salida

—Bien jóvenes. Nos vemos en la próxima clase, quiero excelentes trabajos— habló la maestra retirándose del aula.

—Hola, Mar— dijo sutilmente mientras se acercaba.

—Ah, hola y soy Marina para ti—las palabras salieron con desprecio que hasta yo misma me sorprendí —Bien, ¿cómo haremos el trabajo?—pregunté sin rodeos.

—Eh...¿Qué te parece en tu casa?— Dylan se tocaba la nuca.

—Bien—saqué un papel y apunté mi dirección —Te espero a las 3:00pm,aunque ya lo conoces y espero que esta vez no te pierdas y ve con precaución.

—Bien, nos vemos—dicho esto se retiró rápidamente. Hice lo mismo, pero a mi casa. Al llegar note ciertas luces encendidas y me preocupe, me puse nerviosa.

—¡Mar!, Hija—era una voz muy conocida desde la cocina .

“¿Nana?”

 —¡NANA!—grité corriendo a abrazarla y por el camino solté mis cosas.

—Mi niña—me devolvió el abrazo —Regresé antes porque ya te extrañaba y se que no puedes vivir sin mi.

—Nana, que modesta eres, pero aun así te quiero y mucho—rompí en llanto.

—Marina, ¿qué pasa, estás bien?—preguntó mirándome a los ojos.

—No, nana. No estoy bien— empecé a limpiar mis lágrimas.

—ay mi niña, ese es el otro motivo por el cual adelante mi regreso, ahora si dime quien es el chico por el que lloras— habló colocando sus manos en su cintura.

—¿Cómo supiste? Digo no— odiaba sentirme nerviosa

—mi niña, Te conozco bien y no sabía si era eso o no, pero tú ya me lo confirmaste.

Miré mis zapatos buscando las palabras adecuadas para poder contarle. Pero ¿Cómo le contaba a mi nana sobre Dylan?

—primero comamos algo y luego conversamos cielito lindo.

—esta bien nana.

Durante toda la comida me sentía nerviosa, es la primera vez que le hablaría a mi nana de un chico y mientras me preparaba para decirle todo lo que tenía guardado, tocan la puerta.

—Yo voy nana. Prometo contarte después, ¿sí?—le planté un beso en la mejilla y me dirigí a la puerta.

Y abrí. Fue como un balde de agua fría encontrarlo ahí. Después de tanto tiempo volvía.

Algunos dicen que el pasado siempre vuelve, yo no quería que volviera

—¿PERO ¿QUÉ HACES AQUÍ?— grite al recuperarme de la sorpresa.

—¿No puedo ver a mi hija?—dijo el cretino que un día me arruinó la vida para siempre.

—¡LARGATE! ¡VETE DE UNA BUENA VEZ O LLAMO A LA POLICÍA!—grité.

—Hija, ya perdóname, tienes una buena casa, sería bueno sacarle provecho, tú sabes cómo podemos hacerlo, luces bajas —se cruzó de brazos.

Lo cínico no se lo quitaba nadie.

—¿¡PERDONARTE!?—volví a gritar—me arruinaste la vida y quieres que yo te perdone. Será mejor que te vayas y no vuelvas más—el odio salía de mí.

—Hija, ya basta—habló tomándome el brazo.

—¡Suéltame!—

—¿qué pasa? —preguntó mi nana —¡¿tu?! — grito mientras lo veía.

—suéltala cretino— empezó a gritar mi nana

Todo giraba a mi alrededor, mi respiración era más pausada, pero el agarre no cesaba

—TE DIJO QUE LA SOLTARÁS.

La voz más hermosa que he escuchado se hizo presente. Entonces, siento mi cuerpo desvanecer y sólo escuché como gritaban mi nombre.

Al despertar siento como si me hubieran aplastado un millón de elefantes.

—Mar, ¿estás bien?— preguntó Dylan

—¿Qué? Oh, sí, sólo un poco mareada.—respondí tocándome la cabeza—¿Qué me pasó?

—mi niña— entro mi nana con lagrimas —me tenías preocupada cielo.

La abrace y ella solo salió de la habitación.

—me dirás que fue lo que me paso— le pregunte con un tono bastante frio.

—Un tipo te estaba lastimando y te desmayaste.—habló Dylan muy preocupado—¿Quién era ese señor?

—Dylan...—¿le decía o no?—Ese señor es mi padre.—solté.

—¿Tu padre?—se sorprendió—Y, ¿por qué te trata así?

—Yo...es una larga historia que estoy segura es mejor no escuchar y yo no quiero hablarte de eso—miré mis manos, por un momento, suspiré y me puse de pie—Bueno, hagamos el trabajo, ¿sí? No quiero dilatar más el proyecto.

—Sí... Está bien.—noté una pisca de duda—Empecemos.

Traje las cosas necesarias, una laptop y mis apuntes, el saco sus apuntes y así se pasó la tarde entre Dylan y yo.

Sólo hablábamos de la tarea y descubrí que es bastante aplicado, tiene buenas ideas, a decir verdad yo complementaba sus ideas, porque con lo sucedido anteriormente mi mente estaba en otro lado.

—chicos— nos llamo mi nana.

—¿si? — pregunte con algo de duda.

—ya es un poco tarde porque no vienen a cenar y luego continúan.

—¿ya es tarde?

—son las 9pm— susurro Dylan

—nana, como tu dices es algo tarde, lo mejor será que vaya a su casa, la otra vez lo asaltaron por estar a estas horas por aquí— no quería ser mal educada, pero quería estar sola.

 —oh no se preocupen, estaré bien y señora yo si tengo hambre, gracias por su invitación.

Después, se marchó y yo sólo me confundí peor.

No entendía el por qué me trataba mal en la Universidad, pero cuando estamos los dos.

—vengan ya.

Luego de cenar el se fue y quedamos otro día para terminar el proyecto, yo no entendía porque me trataba bien cuando estábamos solos...él es el ser más maravilloso que conozco. Pero en la universidad actúa como si yo no existiera.

¿Por qué era así?

—Mar, querida— dijo mi nana sacándome de mi mundo.

—dime— respondí

—te traje un poco de té para que te tranquilices.

—gracias nana.

 —no hay de que mi niña ahora si dime ¿es ese el chico por el cual andas confundida?

No quería hablar, así que solo la miré y vi como en su rostro crecía ¿esperanza? ¿fe? Ella se levantó me dio un beso y se fue. Dejándome a mi confundida más de lo que ya estaba. Yo no podía enamorarme, ni que alguien me amara, yo ya no tenía el derecho a amar.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.