Mi Primer Amor

15

El paseo en la playa es hermoso, el mar, el olor, amo la playa.

—marina hace algunos meses comprendí que no puedo estar sin ti y volveré a hacerte la misma pregunta. ¿quieres ser mi enamorada?

—si quiero— sin esperar más el cortó la distancia entre los dos en un beso lleno de ternura y felicidad.

Después me llevó a mi casa y nos quedamos viendo una película que no terminamos de ver porque nos quedamos dormidos.

A la mañana siguiente, me desperté y me encontré en mi habitación. Me di una ducha y me puse ropa cómoda. Bajé a prepararme el desayuno, pero me llevé una agradable sorpresa con una nota.

Querida Mar:

Tuve un contratiempo por eso no podré estar contigo en toda la mañana. Te preparé el desayuno, más tarde nos vemos.

Te quiero mucho.

Dylan.

Sonreí como una boba y empecé a desayunar. Llamé a Alison y a Ximena para contarle lo sucedido y aseguraron llegar en media hora por lo tanto me senté a terminar los deberes de la Universidad. Estaba tan concentrada que a las justas escuché el timbre y ni bien abrí las encontré con tres potes de helado y mucha comida.

—Bien, les tengo que contar algo—hablé mientras comía helado.

Ellas me miraron y esperaron que continuara, tomé aire y hablé.

—Desde ayer por la noche estoy saliendo con Dylan—hablé con una sonrisa.

—¿Qué tu qué?—hablaron las dos completamente anonadadas. Se lanzaron una mirada y no sé en qué momento, pero ya las tenía encima mío abrazándome.

—Ya era hora—habló Alison.

—Sin duda—habló Ximena.

—¿Qué? ¿por qué dicen eso?—pregunté.

—Querida—dijo Alison—Él te mira de una forma muy hermosa. Nosotras ya sabíamos que le gustas y después de que lo rechazaste él no se dio por vencido y venos aquí, ya hasta son pareja.

—Mi Marina preciosa me alegro de tenerte como mi primita.—habló Ximena con una sonrisa.

— Él sabe mi secreto—dije muy bajo, pero ellas me escucharon y solo me abrazaron. En eso tocan el timbre y Alison salió a abrir.

—Pero miren a quién tenemos por aquí...—dijo Alison e inmediatamente levanté la mirada y me encontré con Dylan.

—Bueno, nosotras nos vamos—dijeron ambas parándose y dirigiéndose a la puerta—Nos vemos chicos y salieron más rápido que un rayo.

Despues de que ellas se fueron

—Hola, preciosa—dijo Dylan dándome un beso.

—Hola—respondí en un susurro y me siguió besando.

Cuando nos separamos decidimos ver una película mientras comíamos helado y en eso un nombre se me viene a la mente: Alexia. Tenia miedo de preguntar quien era ella, pero debía intentarlo.

—Dylan—dije con un poco de temor.

—Dime—dijo.

—¿Quién es alexia?—pregunté y él volvió a mirarme con cierto enojo.

—Eso no te importa—dicho esto salió de mi casa dejándome como una idiota y, de inmediato, escuché como abrieron la puerta.

—Mar—era Dylan— Perdóname amor—dijo levantando mi mentón para que lo mirara a los ojos y posó sus labios sobre los míos—Ven—dijo cargándome para llevarme al sillón, ya que no sé en qué momento, pero terminé en el piso—Amor, quiero pedirte perdón por cómo te traté.

—Te perdono, pero ¿cuéntame sí?—hablé mientras me sentaba más cerca de él.

—Te lo contaré, pero no hoy, dame tiempo.

—Está bien, yo te esperaré—dicho esto pasamos un momento juntos comiendo helado, ya muy de noche él se fue a su casa y yo me fui a dormir.

Me levante por el maldito sonido del despertador no quería ir a la universidad, pero ni modo, me duche y me puse un vestido y zapatos bajos prepare café y subí a mi auto.

Cuando llegué a la universidad y me fui a estacionar el auto

—Marina— era Sandra— ¿puedo hablar contigo?—

— claro.

— Marina quería pedirte perdón por todo el daño y los malos momentos que te hice pasar— hizo una pausa y continuo— si yo le dije tu secreto a Dylan, me di cuenta cómo te miraba— “que rayos porque todos se daban cuenta y yo no”;— y no era justo, todos te admiran por lo que eres y a mi no, tal vez tengo envidia de que a pesar de todo el daño que te hicieron tu estas siendo feliz y yo no, yo no quería que tu fueras feliz y supe que él debía saberlo también, tal vez así, el te dejaba de querer y yo podría ser feliz, pero eso solo sirvió para que su amor crezca más y también quiero disculparme por romper nuestra amistad ,¿me perdonas?— hablo Sandra

—Sandra yo no tengo que disculparte nada y descuida todo tiene su momento— dije esto y nos abrazamos después me fui rumbo a la biblioteca quería leer un poco.

—hey hola!— dijo alguien

— ¿qué?— dije levantando la mirada del libro y me di cuenta de que era Dylan.

—¿te estuve buscando por horas?—dijo muy preocupado

—hey, estoy bien— hice una pausa para tomar aire—vamos a clases—dije normal

—¿a clases? Pero si ya se terminaron te pasaste toda la mañana leyendo

—¿a que sí? No te creo—mire la hora en mi celular y efectivamente ya eran más de las 12pm, hasta yo misma me sorprendí— bueno vamos a almorzar yo invito

—te acepto el almuerzo solo si hoy vamos a ver a mis padres, acaban de llegar de viaje y se mueren por conocerte— después de que dijo esto me quede helada

—bueno vamos — dije no muy convencida.

Y así se pasó la mayoría de la tarde hablando, riendo con él, me di cuenta de muchas cosas y supe que estaba perdidamente enamorada de él. Ahora me encuentro esperando a Dylan para ir a conocer a sus papás.

En eso suena el timbre sacándome de mis pensamientos.

—te ves preciosa— dijo Dylan

—no pues, que galán eh— dije yo riéndome

— vamos— subimos en su auto rumbo a su casa. Cuando llegamos tenía demasiados nervios.

—hey todo estará bien si— dijo Dylan entrelazando nuestras manos y estamos apuntó de entrar a su casa.




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