La primera vez que lo vi, juro que nunca me imaginé que me llegaría a gustar de esta manera, es un ser insoportable, extremadamente engreído y sobre todo un absoluto dolor de cabeza, desde su manera de convertir todo en un absurdo chiste, hasta su constante intento de hacerme la vida imposible, ¿de verdad no tiene nada más que hacer que molestarme?
Ni siquiera entiendo por qué lo hace, es decir, no le he hecho nada además de existir y compartir salón de clase, al inicio solo eran pequeñas bromas como tomar mis cosas sin mi permiso, o lanzar comentarios que sabía que me molestarían, pero ahora de verdad parece que lo único que le interesa es molestarme.
¿Saben que es lo peor de todo? Que me gusta ... ¿Cómo es eso posible?
¿Como me puede gustar un ser tan irritable? Supongo que para que me entiendan un poco debo comenzar por el inicio.
Mi nombre es Ariana Flores y a mis escasos 16 años puedo decir que nunca me he enamorado verdaderamente de alguien, si me ha gustado uno que otro chico, pero digamos que solo han sido pequeños flechazos juveniles, sin importar que tan lindos sean pierdo el interés rápidamente en cuanto hacen algo que me parece estúpido.
Lo sé, lo sé, eso también podría considerarse como algo estúpido e infantil de mi parte, pero que puedo hacer, en cuanto el interés abandona mi cuerpo, no importa que tanto lo intente, simplemente me deja de gustar y listo, eso sí nunca me han gustado dos chicos al mismo tiempo, soy fiel en todo sentido, aunque no seamos nada.
Sí es extraño, lo sé, aun así, estoy bastante bien con eso, no me puedo quejar, me gusta esa parte de mí misma, ahora bien, volviendo al tema principal, me siento obligada a decir que jamás me imaginé que mi primer amor de verdad sería Peter Williams.
La primera vez que lo vi estaba entrando al salón de reuniones de mi nuevo colegio, estaba ingresando a un nuevo ciclo escolar, con nuevas personas y un ambiente completamente diferente al que estaba acostumbrada, gracias a que mi padre y yo nos acabamos de mudar.
No soy de muchos amigos, siempre he sido bastante retraída, pero así estoy bien, mis antiguos compañeros solían molestarme porque practicaba Taekwondo, así que digamos que los apodos no eran precisamente lindos, podría decirse que aprendí de primera mano que es mejor estar sola que mal acompañada, sin embargo, extrañaba a las dos únicas amigas de mi antiguo hogar.
El salón es bastante grande, en realidad diría que demasiado para la poca cantidad de estudiantes que somos, resulta que a los de primer ingreso les dan una "semana de adaptación" que básicamente consiste en tenernos una semana entera solo a nosotros en todo el colegio realizando actividades de integración, una perdida de tiempo a mi parecer, actividades de selección para los clubes y actividades de repaso de conceptos básicos, por aquello de que no nos hubieran enseñado bien.
Traté de buscar un asiento al frente, pero para mi desgracia ya no había, tuve que sentarme casi al final, lo cual no sería tan malo si no fuera tan pequeña, yo y mis poderosísimos 1.55 no nos llevamos bien con el tener que estar hasta el fondo de un salón.
Soy alguien de pocas palabras, prefiero observar todo primero, tal vez demasiado, así que me fue inevitable comenzar a inspeccionar los alrededores, justo al frente del salón en el escenario se encuentra una mesa con los que me imagino serán nuestros profesores, algunos parecen tener menos ganas que yo de estar aquí y por lo que se ve no todos son puntuales porque aun hay varios asientos vacíos.
Mis ojos siguen unas enormes cortinas de terciopelo de color azul que adornan el escenario y se unen hasta arriba con el enorme logo del "Colegio Robledo", un tanto pomposo ¿No?, en fin, quien soy yo para juzgar, sigo recorriendo el lugar con la vista luego de detallar todo en el escenario paso a los estudiantes, ¿Por qué todos lucen tan animados? En verdad no entiendo de donde salen esas energías, yo tuve que salir a rastras de mi cama.
El ruido de los murmullos casi parece ensordecedor, por lo que noto, la mayoría se conocen desde hace tiempo porque hay varios grupos conversando entre ellos, pero dos chicos en particular llaman mi atención, y no, no es que sean guapísimos ni nada por el estilo, ni siquiera les veo el rostro, sino que sus risas son tan fuertes que resuenan en todo el salón, uno de ellos tiene el cabello negro y rizado, mientras el otro es castaño y liso, el chico de cabello castaño tiene una bufanda en tonos cafés puesta.
Una Bufanda ¿en serio? Este lugar es horriblemente caliente, ni siquiera con el aire acondicionado deja de sentirse, ¿por qué usaría una bufanda? No puedo evitar imaginar que es esa clase de chicos a los que les encanta llamar la atención, me quedo tal vez demasiado tiempo observando a ese par, hasta que escucho a alguien gritar "hey Peter" lo que provoca que el castaño con la bufanda se gire y vea hacia atrás, me topo con un par de ojos color miel, que ha decir verdad son hermosos.
Editado: 11.12.2024