3 - Bolita de papel

Estoy a punto de responder cuando la maestra nos obliga a todos a tomar un asiento, termino encontrando uno en el centro en la fila cerca de la puerta, me gusta porque me da una mejor visibilidad del pizarrón y del escritorio de la maestra, justo a mi lado en la otra fila se encuentra Francisco y atrás de él su amigo Peter.

Hacemos unas cuantas actividades de presentación, supongo que para matar el tiempo y que la hora del receso llegue más rápido, en cuanto me toca presentarse no puedo evitar sentirme un poco nerviosa al darme cuenta que la atención está sobre mí, al sentarme notó como una chica rubia de ojos verdes que se encuentra hasta el frente casi al centro del salón, me observa y se ríe junto a una pelirroja.

Inevitablemente recuerdo como en mi antiguo colegio todos solían burlarse de mi por practicar algo demasiado "masculino" como el Taekwondo, fue bastante extraño toparse con todo tipo de chismes acerca de mí, todos hablaban como si me conocieran, o como si lo que hacía fuera algo del otro mundo, algunos incluso trataban de incitarme a pelear, si definitivamente no fueron los mejores años para mí.

Regreso a mi realidad cuando alguien arroja una bolita de papel en mi dirección que termina golpeando mi mano, mi rostro se contrae un poco molesto y busco con la vista al posible responsable, topándome con Peter observándome directamente con un pequeño gesto de confusión, tiene varias bolas de papel sobre el escritorio.

- ¿Estás bien? – pregunta medio susurrando para no interrumpir al compañero que se está presentando.

- Claro, me encanta que me arrojen bolas de papel – finjo una sonrisa de labios cerrados.

- Lo digo porque hace un momento te quedaste viendo a la nada, como si estuvieras en trance – abro y cierro la boca repetidamente sin saber muy bien que decir – parecías un zombi, aunque ahora pareces un pez – sonríe

- No sé de qué hablas – digo a la defensiva – además ¿qué hacías observándome?

- Como tú lo hiciste en la asamblea, creí que yo también podía hacerlo – se encoge de hombros de manera despreocupada y se recuesta un poco mas sobre el escritorio para hablarme mas de cerca, no sé por qué, pero me inclino un poco mas para escucharlo mejor – si quieres una foto solo debes pedirla.

¿Por qué cree que puede tratarme con tanta familiaridad? no sé de donde saca tanta seguridad, pero su actitud tan despreocupada y llena de suficiencia esta comenzando a irritarme bastante.

- No podía evitar observar al único ser humano que con 30 grados usa una bufanda – mis ojos y los de él se dirigen a la bufanda que aún permanece en su cuello.

Creí que se molestaría o al menos que me haría una mueca o algo, pero en su lugar sonríe, no una sonrisa de burla, sino una sonrisa completa, en ese momento Francisco interrumpe la pequeña "conversación" que estamos teniendo.

- Eso en realidad se debe a que el lindo y querido Peter tiene dolor de garganta y como es un niño obediente, está siguiendo las instrucciones de su mami para mejorarse rápidamente – dice con burla a su amigo y Peter le regala una mirada de ojos entrecerrados que me produce una pequeña sonrisa.

- Eso es adorable – lo digo en serio, sin tono de burla, porque en verdad me parece tierno.

- Como sea – susurra y retrocede en su asiento, se recuesta en su escritorio y esconde su rostro entre sus brazos.

¿Estará avergonzado? Lo veo e inclino ligeramente mi cabeza hacia un lado, como si estuviera estudiándolo, termino sonriendo al imaginármelo como un niño consentido de mami, ciertamente no es la primera impresión que da, resulta hasta un poco divertido pensar que está soportando este calor infernal con la bufanda puesta, solo porque su madre se lo dijo.

El resto de la mañana transcurre sin mucha novedad, el profesorado pasó brevemente para presentarse y como siempre presionar con que esperan que seamos el salón ejemplar y blah, blah, blah, lo mismo de siempre, ¿qué necesidad hay de enfrentarnos unos a otros por algo tan simple como las notas escolares? eso no define nuestra inteligencia y mucho menos nos hace inferiores o superiores.

En fin, nunca entenderé completamente el sistema educativo, aún así, quiero tener buenas notas, lo sé, es contradictorio, pero no es para aparecer en un cuadro de honor o algo por el estilo, es porque quiero que mi papá se sienta orgulloso, desde que mi mamá murió hace cuatro años, solo hemos sido él, mi hermano mayor y yo, así que no quiero que sienta que debe preocuparse demasiado por mí.

He procurado no causar problemas, tengo buenas calificaciones y trato de ser de ayuda en casa, él trabaja demasiado, su empresa de telecomunicaciones ha ido creciendo considerablemente, es por eso que hemos tenido que mudarnos, y aunque la idea no me encantaba, no puse resistencia ni hice ningún tipo de berrinche o comentario, porque sé lo importante que es para él, así que esto tiene que funcionar.

Sé que puedo adaptarme, no será sencillo, pero estoy segura que si me esfuerzo un poco más y trato de no llamar mucho la atención, podré sobrevivir por los próximos tres años a este colegio, luego podré ir a la universidad y finalmente unirme a la empresa de mi papá para apoyarlo aun más.